Pensar en el futuro, pero vivir en el presente

Miércoles de Livia

Todos nos preocupamos por el futuro. Es normal que pensemos cómo será nuestra vida dentro de un tiempo, y tomemos provisiones para garantizar en el mañana cierto bienestar tanto personal como familiar. Tratamos de estudiar una “buena carrera”, ahorramos, arreglamos la casa para la vejez, enseñamos a nuestros hijos a “prepararse para el porvenir”, entre muchas otras cosas que me parecen muy bien.

Lo que no creo que sea saludable es que sacrifiquemos el presente por el futuro. Muchas veces nos imponemos o dejamos que nos impongan sacrificios para vivir un mañana mejor, y debemos tener cuidado con eso, porque podemos entrar en un estado de inmovilización que no nos permite vivir plenamente el hoy, trabajar hoy, arreglar lo que está mal para salvar el hoy. Es necesario lograr una conducta equilibrada.

Los cubanos hace mucho tiempo que vivimos sacrificando nuestro presente, o bien por historias pasadas, o bien por construir un futuro mejor al que no llegamos. Las ataduras al pasado y el miedo a que el futuro sea “más de lo mismo”, nos inmovilizan. Cuba necesita que entre todos arreglemos su presente que está cada vez más enfermo. Mirar al futuro es necesario, pero la felicidad de una vida mejor para los cubanos tiene que lograrse ya, en el presente. Trabajemos hoy para tener hoy y mañana.

 


Livia Gálvez Chiú (Pinar del Río, 1971).
Licenciada en Contabilidad y Finanzas.
Miembro del Consejo de Redacción de Convivencia.
Reside en Pinar del Río.

 

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