¡Ya tenemos dinero virtual… y también doble moneda!

Martes de Karina

Primero quiero agradecer y pedir perdón a mis amigos, a los que han estado cerca, atentos, pendientes, solidarios. Han sido más y mejor de lo que merezco. Ayer fue el primer día en mis “yaguas”, pero no voy a hablar de eso. Todavía.

En el año 2013, comenzaron los primeros pasos para eliminar la doble moneda en Cuba. Conscientes de las dificultades que genera, el acomodo de la economía, principalmente empresarial, que ha trabajado, estimulado, contabilizado y comerciado en dos monedas, durante 20 años, los cubanos nos dispusimos a esperar pacientemente el segundo paso, después de admitir el pago en cualquier moneda en la mayoría de los establecimientos estatales (en los particulares ya se hacía). Al adquirir un mayor uso, el peso cubano (CUP) se ha revalorizado en la preferencia de los comerciantes, aunque no en la tasa oficial frente al CUC.

Sin embargo, se nos agota la paciencia y no se anuncia la desaparición de alguna de las dos monedas cubanas. Incluso ya hablamos de transacciones bancarias a través de internet, de dinero digital a través del Banco de Crédito y Comercio (BANDEC), y aun tenemos dos monedas.

Esta malformación financiera, que disfraza la contabilidad y complica las operaciones cotidianas de compra venta, permanece sin que ya nadie hable de ella. Parece que nos acostumbramos a vivir calculando en cada transacción, lo que tenemos que pagar o lo que nos tienen que devolver, en dos monedas. La doble moneda nos molesta y no podemos dejar de decirlo.

Eliminar la doble moneda es una necesidad que ha sido reconocida oficialmente. Pero tampoco se habla ya de ello en los medios. Esperamos que no sea por olvido. Hubo un momento en que todo indicaba que había voluntad política de intentarlo. Pero es que las pausas con las cuales había que contar, según el discurso oficial a raíz del anuncio de la “actualización del modelo”, se vuelven demasiado largas y pasivas.

Si el gobierno aún está pensando en dar el paso definitivo para normalizar nuestra situación monetaria y se ha encontrado más escollos de los que podemos ver desde nuestra posición como ciudadanos, queremos saberlo. Tenemos derecho a saberlo. Los cubanos necesitamos que se nos rinda cuenta de los análisis, los debates, las discusiones que se realizan y las decisiones parciales que se tomen. Es un recurso que nos permitirá mantener vivas las esperanzas de que algo se mueva en Cuba en relación con la incómoda doble moneda.

 


Karina Gálvez Chiú (Pinar del Río, 1968).
Licenciada en Economía.
Fue responsable del Grupo de Economistas del Centro Cívico.
Es miembro fundador del Consejo de Redacción de Convivencia.
Reside en Pinar del Río.

 

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