Segundo mito: la revolución de los pobres. De la serie: Mitos de la revolución cubana

Foto de Adrián Martínez Cáddiz.

Este mito tiene dos caras, una en la que se pone énfasis en los pocos recursos disponiblespara su victoria, y otra en la que se refuerza la idea que la revolución se hizo con los humildes y para los humildes.

Lo anterior quedó reflejado en el discurso de Fidel Castro a la entrada a La Habana:  “ …porque nosotros no teníamos tanques, nosotros no teníamos aviones, nosotros no teníamos cañones, nosotros no teníamos academias militares, nosotros no teníamos divisiones, ni regimientos, ni compañías, ni pelotones, ni escuadras siquiera (APLAUSOS PROLONGADOS.”

En el discurso del 28 de junio de 1960 Fidel Castro dijo: “Y eso es precisamente lo que quieren ignorar los que creen que una batalla se les puede ganar a los humildes, los que creen que esta batalla con los humildes, por los humildes y para los humildes, nos las pueden ganar (APLAUSOS}”

Este mito fue repetido una y otra vez, de diversas maneras y en diferentes ocasiones, hasta que quedó grabado en la mente de varias generaciones de cubanos.

Es un hecho que cuando a una victoria o un logro se le añade el aspecto de las dificultades para su realizació0 y lo extraordinario del esfuerzo, ese acontecimiento se magnifica y tiene una valoración más alta. Por ejemplo, en la batalla de Termopilas, solo 300 espartanos se enfrentaron al poderoso ejército persa, y quedó en la historia como uno de los acontecimientos más impactantes de coraje y sacrificio. Tomas Alba Edison inventó el fonógrafo a pesar de ser parcialmente sordo desde los doce años, José Raúl Capablanca fue proclamado campeón mundial de ajedrez sólo con 21 años, y una humilde monja, Madre Teresa de Calcuta, recibió un funeral al que asistieron varios dignatarios del mundo y fue trasmitido por varias horas en casi todo el planeta.

Pero cuando se argumenta la falta de recursos y oportunidades, o una fuerza enorme en su contra, y eso resulta ser una mentira, entonces estamos en presencia de una estafa, un engaño, una mentira, de grandes proporciones.  A continuación, no voy a presentar opiniones, sino argumentos concretos. Para comprender la magnitud de las cifras, debemos considerar que un dólar de 1959, en la actualidad equivale a más de once dólares en su valor. Es decir, cuando mencione una cifra en dólares, multiplíquenla por once y sabrán su equivalente en la actualidad.

En septiembre de 1956, Fidel Castro se entrevistó con el expresidente Carlos Prío Socarras en Mac Allen, Texas, y se acordó que Prío daría $50,000 dólares para la expedición del Granma. Esta información fue publicada por el Granma, en Cuba, el 13 de septiembre del 2011. Prío cumplió su promesa, y cuando las autoridades mexicanas detuvieron algunos revolucionarios en México, encontraron documentos relacionados con Prío.

En la entrevista otorgada por Fidel en el mes de febrero de 1957 al periodista americano del New York Times, Herbert Mathews, Fidel mostró mucho dinero y declaró que contaba con todo de dinero que quisiera.

En marzo de 1958 Pedro Miret recibió tres transferencias de dinero desde Venezuela ascendiente a $14,000 dólares. Ese mismo mes los rebeldes alquilaron un avión Curtis por $12,000 dólares un compraron un avión Bimaster en California por $65,000 dólares.

En febrero de 1958, ocho cubanos, incluyendo Prío Socarras, fueron presentados ante los tribunales en Nueva York, acusados de preparar expediciones con armas para Cuba. Otros tres norteamericanos comparecieron frente a las cortes de Chicago en abril de ese año, por trafico de armas para Cuba.

En marzo de 1958 en una carta dirigida al presidente de Costa Rica, José María Figueres, Fidel Castro le dijo: “disponemos de fondos suficientes para indemnizarlo, sea cual fuere el precio, lo mismo que las armas. Lo económico no importa, con tal de recibirlas a la mayor brevedad”.  Eso fue en relación de un cargamento desde Costa Rica, en el que Figueres incluyo dos ametralladoras calibre 50 como regalo.

Fueron muchos los vuelos con armas desde los Estados Unidos, casi todas compradas a Interamco, una empresa de un ex agente de la CIA, que proveyó a la agencia en diversas oportunidades. Muchos de esos vuelos fueron descritos por el Che Guevara en su libro Pasajes de la Guerra Revolucionaria, publicado en Cuba.

El mayor cargamento de armas fue recibido desde Venezuela, enviadas por el Almirante Wolfgang Enrique Larrazábal. Este cargamento estuvo compuesto por armas de los Estados Unidos utilizadas en la II guerra mundial, y no aparecían inventariadas en el ejército venezolano.

Otra fuente importante de ingresos de los rebeldes eran las extorsiones a los dueños de fincas y negocios, y de muchos ricos de Cuba que querían sacar a Batista del poder a la fuerza.

Existen referencias a que el crimen organizado daba también ayudas, porque realmente su interés era seguir operando sus negocios, sin importar quien tuviera el poder político. Pero no tengo una prueba verificable, salvo que Santo Traficante fue liberado de la prisión de Tricornia por la intersección de Jack Ruby, pero los términos financieros no fueron públicos.

Fidel Castro estuvo tan agradecido del apoyo que recibió de Robert McKeon, que cuando visitó los Estados Unidos tomó un avión y lo visitó en Texas, lo que quedó reflejado en la prensa.

Los interesados de recibir más detalles de estos cargamentos y apoyos, puede encontrarlos en mi libro La revolución de Castro al desnudo, pues este espacio es limitado.

Pero a modo de conclusión, está comprobado que el proceso de los rebeldes tuvo un fuerte apoyo financiero y logístico desde el exterior. Es de suponer que los que hicieron esos aportes tenían sus intereses, y no es muy probable que sus beneficiarios serian los humildes.

El apoyo que recibieron desde exterior explica, el por qué la actual administración de la isla procura la división entre los cubanos de la isla y el exilio, persiguiendo que los residentes de la isla no reciban los apoyos que ellos tuvieron. Y también queda claro, por qué cualquier financiamiento a los opositores recibe una critica enorme y sea demonizada.

 

 


  • Estela Teresita Delgado Rosales (La Habana, 1956).
  • Graduada como traductora e interprete en la Universidad de La Habana en 1984. Graduada del
  • Klessheim Institute de Austria en la especialidad de Turismo. Autora de tres libros: Almas escondi-
  • das, 2009, La revolución de Castro al desnudo, 2023 (segunda edición) y Crónica de un aldabonazo,
  • 2024.
  • Reside en Miami.
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