Propuestas de los obispos cubanos sobre el Proyecto de Constitución

Lunes de Dagoberto

El pasado 24 de octubre, los obispos de Cuba publicaron un Mensaje Pastoral con ocasión del proceso de consulta del Proyecto de Constitución de la República de Cuba. Es de destacar que esta voz jerárquica no ha sido la única. Numerosos fieles laicos ya sea en sus respectivos centros de trabajo y estudio, en sus barrios o en sus comunidades cristianas, han expresado tanto sus críticas como sus propuestas. Sacerdotes, religiosas y centros de pensamiento de la Iglesia o de inspiración católica, también han realizado sus estudios y discernimiento y propuestas.

El Centro de Estudios Convivencia (CEC) ha venido publicando desde hace dos años su visión y sus propuestas resumidas en el II Informe de Estudios del 8 de septiembre de 2016 “Tránsito constitucional y Marco jurídico complementario” al que se agregan los criterios de algunos de sus miembros sobre el texto propuesto por el Estado: “Compilación de artículos sobre la Reforma Constitucional” que va analizando, uno a uno, alrededor de 20 artículos que hemos considerado de mayor importancia. Ambos documentos pueden ser consultados y bajados en versión PDF en nuestro sitio web: www.centroconvivencia.org

Nos alegramos de constatar la comunión de visiones y propuestas con nuestros Obispos, así como valoramos en toda su dimensión y trascendencia este Mensaje Pastoral que recomendamos a todos.

Quiero dedicar mi columna de este lunes a destacar y reproducir aquellos contenidos del Mensaje de nuestros pastores que considero abarcan los principales ambientes de nuestra sociedad sin visiones reductivas a uno u otro tema. Al final de cada párrafo refiero el número del Mensaje Pastoral del que ha sido citado textualmente.

Estos son los 22 aspectos que más me han impactado y que considero de importancia capital:

1. Destacan el valor del referendo y la importancia de nuestro voto. 

“El referendo popular será la última palabra de todo nuestro pueblo sobre la Constitución. Por eso, conviene resaltar la importancia del mismo como un acto en el que cada ciudadano está llamado a expresarse con el ‘sí’ o el ‘no’ mediante su voto, o absteniéndose de hacerlo.” (No. 2).

2. Invitan a participar en el referendo y solicitan a las autoridades tener en cuenta todas las opiniones

“… queremos invitar a todos nuestros compatriotas a optar por una participación consciente y responsable. De igual forma solicitamos a las autoridades que guían el siguiente proceso que las opiniones y aportes recogidos sean tenidos en cuenta.” (No. 3).

3. Distinguen el valor de la Constitución y la opinión de Martí de que no debe ser construida con elementos ideológicos.

“Partimos de una frase martiana que expresa el sentido y valor que él le daba a la Carta Magna de una nación: “Una Constitución es una ley viva y práctica que no puede construirse con elementos ideológicos”[1]. (No. 6).

4. Declaran que la Constitución está por encima de partidos, leyes, ideologías, sentencias judiciales.

También es legítimo afirmar que la Constitución no se puede subordinar a leyes, decretos, resoluciones, partidos políticos, ideologías, disposiciones o sentencias judiciales, ya que una Carta Magna prevalece por encima de todos ellos.“El hombre no manda a otro hombre; la ley los manda a todos”[4] (No. 6).

5. Proponen la creación de un Tribunal de Garantías Constitucionales para defender los derechos ciudadanos.

“Consideramos no solo aconsejable sino necesario, que la misma Constitución disponga la creación de un Tribunal de Garantías Constitucionales con la finalidad de salvaguardar los derechos que en ella se refrendan.” (No. 7).

6. Piden consagrar la primacía de la persona humana sobre toda otra realidad social, económica y política.

“Resaltamos que la persona humana es, por su intrínseca libertad y dignidad, el sujeto y centro de todos los derechos y deberes que garantiza una Constitución, que siempre debe estar en beneficio de la persona para así sustentar la convivencia de todos.” (No. 8).

7. Destacan la importancia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU.

 “… terminado el horror de la Segunda Guerra Mundial, las naciones sintieran la necesidad urgente de poner por escrito y ratificar públicamente los derechos que todo ser humano tiene por la simple razón de serlo. Nuestro país tuvo mucho que ver en este empeño que se materializó en los 30 artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas.” (No. 11).

8. El respeto a los Derechos Humanos.

“Visto lo anterior, apreciamos que el proyecto constitucional (artículo 39) haya querido tener en cuenta el respeto y la aplicación de los derechos humanos reconocidos en diversos tratados internacionales de los cuales Cuba es signataria. Igualmente valoramos la declaración de que las personas son iguales en su dignidad, en sus deberes y derechos, sin discriminación alguna[6]. (No. 12).

9. Lamentan la ausencia en el texto y proponen el reconocimiento de la diversidad política

“Al mismo tiempo lamentamos la ausencia del reconocimiento a la diversidad de opinión política (cf. art 40) (No. 12).

10. Proponen incluir el respeto a la vida en todas sus fases y la abolición de la pena de muerte

 “… sería necesario explicitar que el derecho a la vida (cf. art. 43) debe respetarse desde el momento de la concepción del individuo hasta la muerte natural y, a su vez, sería de desear que abarque la exclusión de la pena de muerte.” (No. 12).

11. Piden esclarecer el concepto y consagrar la objeción de conciencia.

“… se requiere un mayor esclarecimiento sobre el derecho a la objeción de conciencia (art. 59), de manera que la preservación del derecho de unos no implique violentar el derecho y la conciencia de otros.” (No. 13).

12. Clarificar el artículo 3 en cuanto a la traición a la Patria y al uso de la fuerza

“…se deben clarificar las causas, el alcance, los medios y límites en relación al art. 3 relacionado con la defensa de la Patria, para proteger la integridad y el ejercicio del derecho de las personas. El uso de la fuerza es un recurso extremo, solo justificado en determinadas circunstancias y en condiciones excepcionales y debe ser proporcional a las causas que lo provocan. La Iglesia siempre ha valorado el diálogo y el respeto mutuo como el mejor medio para superar los conflictos.” (No. 13).

13. Clarificar y extender el derecho a la libertad religiosa que no es solo libertad de culto o creencia.

“Así mismo, en el Proyecto de Constitución se reconoce a los ciudadanos “el derecho a profesar o no creencias religiosas, a cambiarlas y a practicar la de su preferencia, con el debido respeto a otros credos y de conformidad con la ley”[7]. Según lo anterior, y en correspondencia a lo que debe ser un Estado laico moderno, los obispos cubanos reafirmamos que la libertad de practicar la religión propia no es la simple libertad de tener creencias religiosas, sino la libertad de cada persona de vivir conforme a los valores de la fe que profesa, de expresarlos públicamente, teniendo por límite el respeto al otro.” (No. 16).

14. Solicitan el reconocimiento de la personalidad jurídica de la Iglesia y su derecho a la libertad de asociación.

“En nuestro caso concreto, esta libertad implica, además, el reconocimiento jurídico de la Iglesia y de su identidad y misión propias, lo que incluye la posibilidad de dar a conocer su enseñanza moral de acuerdo al Evangelio, de acceder de modo sistemático a los medios de comunicación, la libertad de enseñanza y de evangelización, de construir edificios y de adquirir y poseer bienes adecuados para su actividad; y la libertad de asociarse para fines no solo estrictamente religiosos sino también educativos, culturales, de salud y caritativos.” (No. 16).

15. Proponen incluir el derecho preferente de los padres a escoger la educación de sus hijos.

“La Iglesia siempre ha considerado esencial el derecho y responsabilidad de la familia en la educación de sus hijos. Esto coincide con la Declaración de los Derechos Humanos, cuando dice: “Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”[8]. Este principio se expresa en el Magisterio de la Iglesia de la siguiente manera: “La familia tiene una función original e insustituible en la educación de los hijos…”[9] (No. 17).

16. Proponen que la enseñanza no sea solo función del Estado.

“En lo referente a la educación, los principios básicos señalados en el párrafo anterior no están suficientemente expresados, pues, como se afirma en el art. 95b “la enseñanza es función del Estado…” y, a su vez, en los art. 72 y 84 es de señalar que la contribución atribuida a la familia aparece enumerada en último lugar, posteriormente al papel asignado al Estado y a la sociedad. Entendemos que ni el Estado ni ninguna otra institución deben apropiarse esta delicada misión.” (No. 18).

17. Proponen salvaguardar la definición de matrimonio y su distinción (no discriminación) de otras uniones ante la ley.

“Los obispos consideramos mal fundado y erróneo que aparezca en el proyecto constitucional (art. 68) una definición del matrimonio como “la unión de dos personas con aptitud para ello, a fin de hacer vida común”. Al expresar este criterio no pretendemos desconocer, y en modo alguno menospreciar, la dignidad de ninguna persona, pues, a todas se les debe respetar su condición y su participación social…Distinción no significa discriminación.” (No. 19).

18. Proponen que la Constitución brinde el marco legal para que los ciudadanos tengan un salario digno.

Es necesario que la Constitución brinde las posibilidades para que cada ciudadano tenga un salario que realmente satisfaga sus necesidades e, igualmente, han de garantizarse las prestaciones sociales necesarias para equilibrar la vida familiar, de modo que sea posible y alcanzable por todos sus miembros una vida estable y vivienda digna, hasta después de la vida laboral de los mismos.” (No. 20).

19. Proponen que la Constitución aliente la superación personal para lograr una sociedad civil vigorosa.

“Las aspiraciones de superación personal deben ser alentadas para lograr así una sociedad civil vigorosa que será siempre un bien necesario para todo país que aspire a una sana prosperidad social y económica, sostenida por sólidos pilares morales y espirituales” [13].” (No. 20).

20. Apoyan el reconocimiento de la propiedad privada.

“… nos complace que el Proyecto de Constitución también reconozca la propiedad privada, aunque siempre se deberá tener en cuenta que los límites de cualquier propiedad deben estar solamente condicionados por el principio (del destino universal de los bienes)” (No. 21).

21. Proponen que la inversión no solo sea extranjera sino que debe ser un derecho de todo cubano

“… el art. 28 en relación a la inversión extranjera, debe ser extendido al ciudadano cubano en virtud a lo refrendado en el art. 40 sobre “la igualdad de todos los cubanos en sus derechos, deberes y oportunidades sin discriminación alguna”. (No. 21).

22. No abarcan todo sino que responden a los aspectos que le han sido reclamados para un buen discernimiento y decisión personal.

“… como obispos y pastores de la Iglesia Católica en Cuba, no hemos pretendido hacer una exposición exhaustiva de todos los contenidos del proyecto constitucional, sino que deseamos iluminar aquellos aspectos que más nos han sido reclamados en orden al discernimiento y posterior decisión que cada uno deberá tomar según su conciencia y libertad.” (No. 22).

Es verdad que quedan otros muchos asuntos de orden orgánico y de derechos, así como relacionados con la posibilidad de reformar la constitución, pero es evidente que los obispos católicos no se han reducido a un solo artículo o temática sino que han abarcado  diversos aspectos de la vida personal, familiar, social, educacional, laboral, económica y política que, como exige el Evangelio, deben ser iluminados, discernidos, cambiados o propuestos, por fidelidad a Cristo, a la Iglesia y a la Patria.

Me siento en comunión con estas visiones y propuestas de nuestros obispos y honrado de pertenecer a la Iglesia encarnada y profética que revivimos cuando se ejercen todas las dimensiones del anuncio del Evangelio.

Hasta el próximo lunes, si Dios quiere.

Bibliografía citada por los Obispos en su Mensaje Pastoral

[1] José Martí, Carta de New York, 23 de mayo de 1882, Obras Completas, Tomo IX, páginas 307 y 308.

[2] Proyecto de Constitución, Introducción al Análisis del Proyecto – Consideraciones finales, párrafo 3.

[3] Proyecto de Constitución, art. 10

[4]  P. Félix Varela. Cátedra de Constitución, Observación Segunda. Cita tomada del Libro “Escritos políticos”. Ed. Ciencias Sociales, 1977.

[5] José Martí. “Mi raza”, periódico “Patria”, Nueva York, 16 de abril de 1893. Obras Completas, Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1976, Tomo 2, páginas 298 a 300.

[6] Declaración Universal de los Derechos Humanos, art. 2.

[7]  Proyecto de Constitución de la República, art. 62.

[8]  Declaración Universal de los Derechos Humanos, art. 26. 3.

[9]  Concilio Vaticano II, Declaración Gravissimum Educationis n. 3.

[10] Concilio Vaticano II, Declaración Dignitatis Humanae n. 5.

[11] Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia n. 239.

[12] San Juan Pablo II, Homilía en Santa Clara, 22 de enero de 1998.

[13] Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, Carta Pastoral “La Esperanza no defrauda”, 8 de septiembre de 2013, nn. 29-30.

[14]  José Martí, Discurso “Con todos y para el bien de todos”, Liceo cubano de Tampa, EE.UU., 26 de noviembre de 1891.

 


Dagoberto Valdés Hernández (Pinar del Río, 1955).

Ingeniero agrónomo. Premios “Jan Karski al Valor y la Compasión” 2004, “Tolerancia Plus” 2007, A la Perseverancia “Nuestra Voz” 2011 y Premio Patmos 2017.
Dirigió el Centro Cívico y la revista Vitral desde su fundación en 1993 hasta 2007.
Fue miembro del Pontificio Consejo “Justicia y Paz” desde 1999 hasta 2006.
Trabajó como yagüero (recolección de hojas de palma real) durante 10 años.
Es miembro fundador del Consejo de Redacción de Convivencia y su Director.
Reside en Pinar del Río.

Ver todas las columnas anteriores

Scroll al inicio