El Padre Varela, el Referéndum Constitucional y el futuro

Lunes de Dagoberto

Hoy conmemoramos el 231º aniversario de la muerte del Padre Félix Varela. Ayer celebramos el 124º aniversario del inicio de la Guerra de Independencia organizada por José Martí. Ayer se realizó el Referendo Constitucional en Cuba. Deseo compartir mis experiencias y motivaciones.

Ayer fui a ejercer mi derecho como ciudadano. Ayer ejercí el voto como parte del soberano que es todo el pueblo de Cuba. Vale decir, todos los cubanos, vivan donde vivan y piensen como piensen. Y aquí comienzan los problemas:

De origen:

  1. El texto de Constitución que se sometió a la decisión del soberano no salió del soberano. Lo redactó una comisión elegida por una Asamblea Nacional de único partido y presidida por el Primer Secretario de ese mismo partido. No se realizaron unas elecciones libres, competitivas y transparentes para elegir una Asamblea Constituyente con participación de todas las formas de pensar, de creer, de sentir, con diversidad de partidos políticos y variedad de grupos de la sociedad civil.

De participación:

  1. Se argumenta que se sometió a debate popular como otra forma de participación ciudadana, pero estas asambleas no tenían el mandato de una elección plural, ni la preparación del constituyentista. No obstante, quien quiso y logró asistir, pudo expresar su opinión bajo fuerte control del gobierno y el único partido. Decir que asistieron, no es lo mismo que participar. Lo hicieron 8 millones 945 mil 521 cubanos, y solo 2 mil 125 propuestas de cubanos en la Diáspora.
  2. Del total de asistentes, solamente un millón 706 mil 872 participaron interviniendo, lo que representó un 19% del total, no llega a la quinta parte de los que asistieron a las asambleas. De ese 19% de los participantes que intervinieron: lo hicieron con propuestas el 45,8%, con adiciones el 1,8%, con eliminaciones el 2,6%, y participaron para aclarar dudas el 2,2%. Estas cifras son mucho más modestas que los más de 8 millones de cubanos que hicieron acto de presencia. Y para querer demostrar que “esta Constitución la hicimos entre todos” se argumenta que el 60% del texto original se reformó teniendo en cuenta las propuestas. Esa cifra no demuestra lo que se desea sencillamente, porque no se señala qué por ciento de esas modificaciones fueron de forma, es decir, de redacción, y qué por ciento fue de fondo, es decir, de contenido decisivo y estructural.
  3. Se excluyó el ejercicio del derecho soberano de los ciudadanos cubanos viven en el exterior y que no están cumpliendo una misión gubernamental.

De campaña o promoción de todas las alternativas:

  1. No hubo libertad para hacer campaña por el No o la abstención. Por el contrario, están disponibles en internet abundantes testimonios de represión a los que intentaron promover el #YoVotoNo y el #YoNoVoto. Esto descalifica gravemente la libertad de expresión, la libertad de asociación para una obra pacífica. No obstante, muchos cubanos participaron en las redes con su promoción del No, más de los que el Gobierno y pueblo hubieran podido esperar, dada la falta de educación cívica y política y la agobiante campaña por el Sí con todos los medios de comunicación “públicos” que pertenecen al único partido.

De observación nacional e internacional organizada y con total cobertura:

  1. No fue permitido organizar un cuerpo estructurado de observadores independientes de parte de la sociedad civil que lo intentó, y en algunos casos lo logró bajo represión. El gobierno no permitió tampoco la participación de observadores internacionales. No obstante la Ley electoral vigente permite que los ciudadanos, a título personal, puedan presenciar el escrutinio aunque solo a nivel de colegio electoral, no así a nivel de municipio, provincia o nación. Algunos, con civismo y valor, pudieron hacer uso de este derecho.

De forma:

  1. La boleta fue confeccionada sin seguir los estándares internacionales acostumbrados en los que los cuadros para marcar Sí y No se colocan al mismo nivel horizontal para darle igual valor. En este referendo se jerarquizaron las opciones poniendo el recuadro para el Sí encima del recuadro para el No. Los que saben de semiótica podrán argumentar más ampliamente este aparente detalle de escala de valor mediante la imagen. Ningún detalle escapó a la manipulación.
  2. El uso del lápiz de grafito para votar y de bolígrafo para firmar en la mesa electoral es otro aparente detalle que no debió dejar margen a la duda. Detalles insignificantes se podrá decir, pero señales de manipulación que abren la duda.

De contenido:

  1. No se trata, como ocurrió, de la invalidez de origen, se trata yendo a lo esencial, del contenido impuesto por el partido único con modificaciones no estructurales fundamentales, pongamos solo algunos pocos ejemplos, debido a que en nuestro sitio web centroconvivencia.org , el lector puede consultar y compartir un compendio que detalla los contenidos, artículo por artículo, del Proyecto Constitucional:
  • La exclusión del pluripartidismo y la imposición de un partido único y excluyente.
  • La imposición de una sola ideología y la inaceptable expresión del preámbulo de “que solo en el socialismo y en el comunismo el ser humano alcanza su dignidad plena.”
  • La legalización de la violencia armada, en general, contra “cualquiera”. La Constitución anterior solo lo consideraba contra un invasor extranjero, ahora dice “que los ciudadanos tiene el derecho de combatir por todos los medios, incluyendo la lucha armada, cuando no fuera posible otro recurso, contra cualquiera que intente derribar el orden político, social y económico establecido por esta Constitución” (Artículo 4).
  • La elección indirecta del presidente, los gobernadores y alcaldes.
  • La centralización y control de la economía por el Estado.
  • La propiedad de los principales medios de comunicación por el Estado.
  • La educación en manos del Estado.

Bastan estos pocos ejemplos para que quede patente que esta Constitución es excluyente, establece el poder de una sola parte sobre el resto mayoritario de la sociedad y que sus principios no son aceptables por la conciencia actual de la humanidad, violan todos los derechos humanos aprobados por la ONU y por Cuba, y muy especialmente porque niegan, en la raíz, el proyecto martiano de República cordial e inclusiva, “con todos y para el bien de todos” “en la que la ley suprema sea el culto a la dignidad plena del hombre”. No argumentaré, por obvio, que esta Constitución niega el humanismo de inspiración cristiana que es matriz y esencia de la identidad nacional y de la cultura cubana.

Algunos de nuestros hermanos cubanos, con todo derecho, optaron por no votar. Respetamos todas las opciones como corresponde a ciudadanos demócratas.

Termino con dos pensamientos de los padres fundadores de la Nación que me han inspirado:

Una frase del Padre Félix Varela:

“Yo desearía, mi Elpidio, que antes de proceder en materias políticas, lo mismo que en las morales, no se formasen cálculos sobre el papel, ni se copiasen arengas ridículas de obras ideales, sino que se hiciesen observaciones prácticas.”[i]

“Desengañémonos, Constitución, libertad, igualdad, son sinónimos; y a estos términos repugnan los de esclavitud y desigualdad de derechos. En vano pretendemos conciliar estos contrarios.”[ii]

Un pensamiento de José Martí que muy oportunamente han recordado reiteradamente nuestros Obispos cubanos:

“Una Constitución es una ley viva y práctica que no puede construirse con elementos ideológicos”.[iii]       

Por todo ello, #YoVotéNo.

Y considero que, más pronto de lo que podemos pensar, tendremos que hacer un proceso constitucional que cumpla con esos postulados del proyecto de República de Varela y Martí, al mismo tiempo que responda a los estándares democráticos universales incluyentes y transparentes como Cuba merece. Recomiendo las propuestas del Itinerario de Pensamiento y Propuestas para Cuba publicado por el Centro de Estudios Convivencia (CEC) en su segundo Informe: “Tránsito constitucional y marco jurídico complementario”[iv] que sigue teniendo hoy toda su vigencia.  

  • [i] Varela, Félix. “Cartas a Elpìdio”, Tomo Segundo sobre la Superstición. Carta Tercera. Editorial de la Universidad de La Habana, 1944. p. 81
  • [ii] Varela, Félix. “Memoria que demuestra la necesidad de extinguir la esclavitud de los negros en la Isla de Cuba, atendiendo a los intereses de sus propietarios por el presbítero don Félix Varela, diputado a Cortes”, pp. 5-17, 1938. José Antonio Saco, Historia de la Esclavitud de la Raza Africana en el Nuevo Mundo y en Especial en los Países Américo-Hispanos, Tomo IV, Habana: Cultural, 1938.
  • [iii] Martí, José. “Carta de New York, 23 de mayo de 1882”, Obras Completas, Tomo IX, páginas 307 y 308.
  • [iv] Centro de Estudios Convivencia. “Cuba busca una salida”. Ediciones Convivencia- Editorial Hypermedia, 2019. p. 113-372. Disponible en www.centroconvivencia.org

 


  • Dagoberto Valdés Hernández (Pinar del Río, 1955).
  • Ingeniero agrónomo. Premios “Jan Karski al Valor y la Compasión” 2004, “Tolerancia Plus” 2007, A la Perseverancia “Nuestra Voz” 2011 y Premio Patmos 2017.
    Dirigió el Centro Cívico y la revista Vitral desde su fundación en 1993 hasta 2007.
    Fue miembro del Pontificio Consejo “Justicia y Paz” desde 1999 hasta 2006.
    Trabajó como yagüero (recolección de hojas de palma real) durante 10 años.
    Es miembro fundador del Consejo de Redacción de Convivencia y su Director.
    Reside en Pinar del Río.

 

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