NO ES PARA SIEMPRE

Foto de Yerandy Pérez Aguilar

Durante estos largos años de propaganda oficialista han intentado que nos creamos que antes un pequeñísimo grupo eran los dueños de nuestro país. Dicho de otro modo, que la riqueza de nuestra Patria estaba en las manos de unos pocos, muy pocos. Esto no era verdad completamente. Yo lo viví, no hay quien me haga cuento.

Pero, no obstante, en la mentira hay una parte de verdad en lo que la propaganda nos quiere inculcar hoy: la parte de verdad es que antes realmente había riqueza porque la propiedad estaba en manos de muchos y porque todo el mundo, o casi todo el mundo en este país, trabajaba y creaba esa riqueza. Había cosas que mejorar antes del 59, no todo era parejo, pero el trabajo, la propiedad privada y la libre empresa funcionaban creando riqueza para el país y creando empleo y sosteniendo a familias enteras.

Una prueba de que no todo estaba peor es que ahora todo el mundo quiere huir de este país, y antes de 1959 Cuba era un país receptor de inmigrantes de muchos países. Hubo españoles, chinos, rusos, libaneses, polacos, haitianos, hasta americanos que venían a vivir, a trabajar aquí en busca de un mejor futuro. Ahora el mejor futuro está fuera de esta hermosa y fértil tierra cubana.

La propiedad privada y la empresa chiquita o grande estaban directamente en manos de sus propietarios verdaderos. No había que exigir “sentido de pertenencia” como se tiene que hacer ahora para que los empleados del Estado cuiden la propiedad de nadie. El sentido de pertenencia crecía solo porque era una consecuencia de la propiedad: al dueño real de algo no hay que recordarle su sentido de pertenencia porque realmente aquello le pertenece. Y cuando no hay ni propiedad, nada de nadie, todo es de todo (entiéndase por este “todo” unos pocos, muy pocos que se dan un nombre: el Estado totalitario).

Otra prueba de la ineficiencia cuando no hay propiedad: hace unos meses comencé a anotar las siglas que llevan los vehículos para significar la pertenencia a la empresa estatal de la que son “parte”. Cuando tenía apuntadas más de 65 siglas diferentes, seguían apareciendo más y me cansé de anotar. Mi pregunta es: si todas estas empresas con recursos y movilidad funcionan, por qué hace tantos años, más de 60, que venimos sufriendo crisis tras crisis y cada una que viene es peor, con escasez de todo y que tal parece no tendrá final.

Dicho esto, aunque todos lo saben, pocos lo callan y ya muchos lo digan abiertamente y en todas partes, comparto esta experiencia y seguro estoy que al preguntarle si tengo razón y es verdad lo que digo, tendré un sí de inmensa mayoría. Entonces, qué triste es decir que nuestro pasado fue mejor que el presente. Muy malo debe ser este presente, podrán decir algunos que no conocen esta historia real vivida por mí. A ellos les respondería:

Sí, el presente es muy malo, pero… ¡no es para siempre!

 


  • Luis Cáceres Piñero (Pinar del Río, 1937).
  • Pintor.
  • Reside en Pinar del Río.

 

Scroll al inicio