La verdadera esperanza tiene que ver con Cristo Statement de la obra: “La Esperanza”

  • “La Esperanza”. Acrílico y óleo sobre lienzo. 120 x 100 cm. 2019.
  • Por eso orará a ti todo fiel
  • En el tiempo en que puedas ser hallado.
  • Ciertamente en la inundación, las caudalosas aguas no llegaran a él.
  • Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia,
  • y con cánticos de liberación me rodearás.
  • Salmo 32: 6,7

 

Nos cuesta definir el significado de la palabra “esperanza”, aunque todos la hemos experimentado. La esperanza es una convicción en nuestro interior, relacionada con un evento que ha de acontecer en el futuro. Normalmente es algo positivo que nos reportará placer y satisfacción. Muchas veces está relacionada con el deseo de experimentar nuevas circunstancias que aumentarán nuestro nivel de tranquilidad y delicia.

Hay esperanzas que algunos abrigan que resultan ser fantasías, hay otras que no resultan como fueron visualizadas. La verdadera esperanza tiene que ver con Cristo, he aquí la garantía de todo ser cristiano. La fe y la esperanza van de la mano, ambas forman parte del ser cristiano.

El objetivo de mi obra lejos de expresar un discurso político, es suscitar la reflexión desde el punto de vista teológico: la fe y la esperanza del cristiano, simultáneamente, expresar su realidad desde su dimensión simbólica.

Mi discurso no se limita al suceso de la acción que acontece desde el primer momento, es más bien crear una dualidad de significados, un cambio de nombre desde el punto de vista reflexivo, y llevar al espectador a una preocupación desde su fe, donde el objetivo es el mismo para ambas representaciones: la Salvación.

Mi interés es crear un entorno que permita, desde la contextualización, redefinir significados ya preconcebidos, trabajar sobre todo desde una óptica actual. El mensaje puede ser susceptible a disímiles niveles y matices de lectura e interpretación, pero siempre con un solo sentido. La composición y el colorido, también con un propósito: enfatizar la idea central.

El camión (llamado “Esperanza” a propósito) que es bote y transporta pasajeros sobre el océano, ahora: simboliza la Iglesia a la que debemos guiar en todo momento, venciendo mareas, como hijos de Dios que somos, saber darle un rumbo, personalizar nuestra misión, una iglesia emprendedora, participativa, dinámica y creativa.

Los pasajeros representan a los protagonistas, (jerarquía, pueblo, clero, obispos, religiosos, laicos) donde dialoguen todos, movidos por el Espíritu en un ambiente y estructura de igualdad. Debemos estar seguros y confiar que Dios mira nuestra condición de otra manera y desde una óptica diferente a la nuestra.

Dios siempre tiene un propósito que es el que hay que buscar, y enfocar nuestra atención y esperanzas en las situaciones de crisis.

El océano es la representación de la incertidumbre, la idolatría, el pecado. ¿No sometemos nuestra fe y nuestra esperanza a duras pruebas en algún momento de nuestras vidas? En momentos donde parecemos ahogarnos y no ver tierra firme, es justamente ahí, donde se nos muestra el rostro de un Dios que, en Cristo, carga con nuestro dolor y nuestras súplicas. Santo Tomás descubre que no solamente hay que ver para creer, sino creer para ver.

Solo Él puede salvarnos, solo Él, que nos mira desde las alturas, y que emerge desde nuestras dudas y faltas de fe, emerge desde ese mar de incertidumbre que llevamos dentro, para alumbrar y ser guía en nuestro andar, salvaguardar la esperanza que hemos depositado y llevarnos a “puerto seguro”. Es el objeto de nuestra esperanza; y todo lo esperamos en Jesucristo. Este es el Dios con quien queremos estar en comunión eterna.

En los momentos difíciles de la vida, aun cuando uno tiene que enfrentar la posibilidad de morir, la esperanza puesta delante de nosotros es como “segura y firme ancla del alma” (Hbr 6:18).

Continuemos orando para que los hombres encuentren el camino a Jesucristo. Si podemos creer que Dios está actuando y no está lejos de nosotros cuando pasamos aflicciones, podemos esperar bendiciones que solo vienen a aquellos que ponen su esperanza en Dios, Él nos guiará bajo cualquier eventualidad, nos llevará como hijos suyos, y nos protegerá de toda tormenta, nos sacará a flote.

 

 


  • Jorge Luis Martínez Camilleri (La Habana, 1971).
  • Artista de la plástica.
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