La Unión Europea, Cuba y los Derechos Humanos

Union Europea

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Levanta la Unión Europea las sanciones sobre Cuba aplicadas en 2003, con la esperanza de reanudar el diálogo con el gobierno cubano y ver mejoras en materia de derechos humanos. Algunas reflexiones y propuestas al respecto.


Por Virgilio Toledo López

Recientemente la Unión Europea ha levantado sobre Cuba las “sanciones diplomáticas”, que aplicó en 2003 como reacción ante la ola represiva llevada a cabo por el gobierno cubano, cuando encarceló y sometió a 75 personas a unas condenas draconianas por el simple hecho de pensar, expresarse y actuar con libertad, además de fusilar a otras tres por secuestrar una lancha.
Mirando los aspectos positivos de los resultados alcanzados por los gobiernos de la Unión Europea en su revisión de la política sobre Cuba, apreciamos que a pesar de que el gobierno español, arrogándose el derecho de convertirse en representante (sin ser elegido) de los intereses del pueblo cubano, se reconoce tácitamente en la letra de la Declaración Final la violación de los derechos humanos en la Isla y se invita al gobierno cubano a dialogar y respetar los derechos de los cubanos.
Lamentablemente esta política de la Unión Europea es poco efectiva, o por lo menos los resultados se verán a tan largo plazo, que ya la sociedad cubana estará en tal grado de deterioro y calamidad, que servirá de muy poco.
Ahora bien, si comparamos la situación de Cuba cuando estas medidas fueron aplicadas y el momento actual en que han sido levantadas, vemos que esencialmente no ha variado casi nada por no decir que nada.
Algunos hechos
  • · Siguen en prisión la gran mayoría de los presos políticos y de conciencia, más del 70%. Algunos han sido liberados por temor a que murieran en la cárcel, otros, debido a que son muy conocidos en el ámbito internacional y, al gobierno cubano se le hacía difícil soportar las presiones que provocaba este escándalo. Todos los que permanecen en Cuba están sujetos a licencia extrapenal, Espada de Damocles, que los puede hacer regresar a las cárceles cubanas en cualquier momento.
  • · La situación política económica y social sigue agravándose, no hay cambios democráticos reales después de la sucesión, con el gravamen de 5 años más de padecimientos de todo tipo del pueblo cubano desde la aplicación de las medidas.
  • · La represión ha aumentado, solo ha cambiado el método empleado, detenciones menos masivas, de más corta duración, condenas no tan grandes como en la primavera de 2003, violencia física.
  • · El acceso a la información y a la comunicación sigue negándosele a los cubanos de manera libre y sin censura con el pretexto infantil y gastado del embargo estadounidense.
  • · Cada vez más se dificulta la movilidad dentro de la Isla, pululan los Puntos de Control en las carreteras cubanas, devenidos ahora, bajo el enmascarador nombre, de policías de carreteras.
  • · El derecho a viajar libremente se ha negado una y otra vez, llegando el caso de retenerles el pasaporte a no pocos cubanos.
Al constatar esta realidad se derivan algunas preguntas obvias ¿Por qué la Unión Europea ha decidido levantar las medidas de 2003? ¿Obedece esto a un gesto de credibilidad en el régimen de La Habana, a una nueva oportunidad, a un nuevo gesto diplomático o a una estrategia para ganar tiempo y esperar que caiga por su peso? ¿No será que la Unión Europea no ha encontrado la fórmula para dialogar o presionar con el actual gobierno cubano? Puede ser que exista una mezcla de algunas de estas razones.
Si la Unión Europea cree en el régimen de La Habana, muy pronto se dará cuenta de que este no tiene ningún ánimo para cambiar nada esencial, ya ha tenido algunas respuestas al respecto. Si es una nueva oportunidad otorgada por el beneficio de la duda, la sentencia es la misma, pronto se despejarán las nebulosas. Si es un nuevo gesto diplomático o una estrategia para ganar tiempo o aparentar que se preocupan por los derechos humanos en la Isla, la historia lo demostrará a mediano plazo. Y si no ha encontrado la fórmula para dialogar o presionar al mencionado gobierno, es urgente para el pueblo de Cuba, que lo haga.
Incapacidad de la Unión Europea para dialogar con el gobierno cubano
La historia ha demostrado una cosa y es que la Unión Europea está incapacitada para dialogar con el actual gobierno cubano y que aprender el lenguaje para comunicarse con el régimen de La Habana es algo bien difícil, todo un reto, para los gobiernos europeos que no han vivido la experiencia real del totalitarismo comunista o que consideran al cubano como un régimen normal.
Analizando las causas de esta incapacidad de diálogo y comunicación, vemos que:
1. La Unión Europea parte del presupuesto de que está tratando al gobierno cubano como legítimo. Esto distorsiona desde su misma génesis la comunicación que se pudiera establecer entre las diferentes partes. No es que se niegue el diálogo como la vía para resolver los conflictos, sino que para que exista un diálogo real, primero hay que identificar bien quiénes son las partes, su legitimidad, cuáles son sus intereses, expectativas y objetivos, y sobre esa base, se establezcan las comunicaciones. No se puede establecer un diálogo de la misma manera con un grupo armado, que tiene rehenes y pide un rescate por ellos, que otro, con alguien que difiere ideológicamente.
2. Ven las violaciones de los derechos humanos más evidentes sin profundizar en las que han sido más costosas para los cubanos, las que han afectado y destruido sistemática y prolongadamente su subjetividad, provocando un daño antropológico y cultural en gran medida irreversible, una lesión a su conciencia y a su ser de persona. Las que le han incapacitado para defender por sí mismos las violaciones cometidas contra los derechos que le son constitutivos, por el solo hecho de ser personas humanas.
3. Otra razón fundamental es que la motivación principal del régimen de La Habana es mantenerse en el poder a toda costa, y después, solo después procuraría el bienestar de su país, siempre y cuando no afecte ese poder. A ningún gobierno democrático, sea de izquierda, derecha o centro, se le ocurriría poner sus intereses de partido por encima de los intereses de la nación, si estos conducen al deterioro, destrucción y empobrecimiento de los ciudadanos y de la sociedad.
4. Solo los que asienten y apoyan son escuchados y considerados como interlocutores válidos por el régimen de La Habana, los demás, son simplemente despreciados o catalogados con alguno de los adjetivos vulgares de que dispone la rica jerga del gobierno de Cuba para quienes no son sus aliados incondicionales.
5. Existe también la causa de que la gran mayoría de los países de la Unión Europea tienen poco interés en Cuba porque prácticamente no hay relación entre sus pueblos, predominando los intereses económicos sobre otros y aquellos países que no los tienen se muestran indiferentes, o por lo menos, al margen ante la situación de violación de los derechos y libertades de los cubanos.
6. Creer que los problemas de los cubanos es solo de los cubanos y, si estos no son capaces de resolverlos por sí mismos, qué vamos a hacer los demás países.
Es verdad que a los cubanos nos corresponde ser los principales protagonistas de los cambios en Cuba, pero también es verdad que el pueblo de Cuba necesita de la solidaridad de todo el mundo democrático, no solo de la Unión Europea. No se niegan los avances que han existido en los últimos tiempos, referentes al reconocimiento de las violaciones sistemáticas y prolongadas de los derechos y libertades de los cubanos, por parte del régimen durante medio siglo, pero aún existen países democráticos que permanecen insensibles o supeditan a algún interés, su política para con Cuba.
Ante un lenguaje permisivo y de reconocimiento de la moralidad del gobierno de Cuba, su reacción es de desprecio y soberbia. Ante posiciones firmes, respetuosas y propositivas, no sabe qué hacer, porque el gobierno cubano no ha aprendido aún, en medio siglo en el poder, la forma de dialogar respetuosamente, rebatiendo los argumentos con otros argumentos, sin atacar vulgarmente a los oponentes.
Es hora de profundizar en la búsqueda de la raíz que provoca las violaciones de los derechos de los cubanos por parte del gobierno de Cuba. Encontrar estilos, formas y tiempos, es urgente, y es el reto del mundo democrático que trabaja por que se respeten la dignidad, libertad y derechos de los todos los seres humanos.
Los cubanos no pedimos ni queremos que nos resuelvan nuestros problemas, pero sí queremos y pedimos que el gobierno de Cuba sea valorado por sus hechos, por sus continuas violaciones a la dignidad e integridad de sus ciudadanos y que no predomine ningún otro tipo de interés. Al menos, aspiramos a que la Unión Europea y el resto de las naciones democráticas del mundo exijan para nosotros, o por lo menos, legitimicen lo que quieren y legitiman para sus pueblos.
Necesitamos de la solidaridad, los pueblos que han padecido diferentes totalitarismos, sean de izquierda o de derecha han necesitado de la ayuda exterior. Es hora de crear una política de propuestas e iniciativas, no de reacción a las medidas represivas del gobierno de Cuba.
Promover la sociedad civil, las diferentes iniciativas autónomas que existen dentro de ella. Procurar que los cubanos puedan acceder libremente a las comunicaciones y a la información, que puedan viajar libremente, expresarse, asociarse, en fin, disfrutar de los derechos básicos, sería una propuesta para la agenda de trabajo en cualquier encuentro que sostuvieran la Unión Europea con el gobierno de Cuba.
Si la suspensión de las medidas de la Unión Europea están encaminadas en este sentido, bienvenida sea esta política, si es solo una pérdida de tiempo, tendrá que cargar en la historia con los daños que esto pueda ocasionar al pueblo de Cuba.

Virgilio Toledo López (Pinar del Río, 1966)
Ingeniero Electrónico.
Premio Ensayo 2006 en el concurso “El Heraldo”.
Ha publicado en revistas nacionales y extranjeras.
Es miembro fundador del Consejo de Redacción de Convivencia.
Reside en Pinar del Río.

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