El regreso del Titán

Por Ezequiel Morales Montesino
Una agradable noticia recibió el pueblo de Cuba con la llegada del estelar lanzador José Ariel Contreras Camejo, quien desde marzo de 2003 decidió jugar en las Grandes Ligas de los Estados Unidos dejando toda su familia detrás y el equipo que lo vio nacer, Pinar del Río.

Por Ezequiel Morales Montesino
 
José Ariel Contreras junto a Ezequiel Morales Montesino
José Ariel Contreras junto a Ezequiel Morales Montesino
Una agradable noticia recibió el pueblo de Cuba con la llegada del estelar lanzador José Ariel Contreras Camejo, quien desde marzo de 2003 decidió jugar en las Grandes Ligas de los Estados Unidos dejando toda su familia detrás y el equipo que lo vio nacer, Pinar del Río.
Todos en la calle hierven de felicidad tras el retorno del Titán como así lo nombrara el expresidente cubano Fidel Castro en su debut en la selección nacional. Contreras, quien participó en diez series nacionales con el equipo pinareño, obtuvo 117 victorias con solo 50 derrotas para un excelente promedio de ganados y perdidos de 701, siendo el tercero en ese renglón en la historia de los clásicos nacionales. Consiguió dos títulos nacionales para su carrera con Pinar del Río (1996-97, 1997-98). En la temporada correspondiente 2001-2002, fue el líder en carreras limpias con 1,76. En el año 1997, se llevó el liderato de juegos ganados con 14, y ese mismo año quedó como el máximo ponchador con 135 abanicados.
Su debut en las grandes ligas fue con los Yanquees de New York que, dirigidos por Joe Torres, encaminaba su grandeza como lo que siempre ha sido. Pero su estrellato lo alcanzó cuando, vistiendo la chaqueta de los White Sox, ganaba su primer anillo de oro en el año 2007 junto a uno de los grandes lanzadores cubanos que ha pasado por la Major Baseball Leage, Orlando el Duque Hernández, conocido también como el talismán del box.
He podido constatar la humildad presente en Contreras, su deseo enorme de estar entre los cubanos, no hay un lugar por donde ha pasado, que él no se detenga a conversar con la afición que aún lo quiere, pues muestras de ello ha recibido muchas desde su llegada. Ojalá podamos recibir otras gratas visitas de aquellos cubanos que, a pesar de la distancia, no dejan de llevar en sus corazones a esta isla criolla con todo un pueblo que les quiere de grande.
Scroll al inicio