Cuba: Entre la crisis del resistir lo irresistible.

Detalle de la obra “La estrella solitaria”. Obra de Albertho Díaz de León.

Para Cuba que sufre, la primera palabra. De altar se ha de tomar a Cuba, para ofrendarle nuestra vida, y no de pedestal, para levantarnos sobre ella.

José Martí. (Tampa el 26 de noviembre de 1891.)

A lo largo de estas seis décadas de calvario innecesario para los hijos de la Isla de Cuba. Se ha experimentado en carne y en espíritu los horrores de una nación que agoniza y se desangra en busca de una salida urgente a la crisis generada por los autoritarismos gubernamentales y a los diferentes acosos constitucionales a los discrepantes en defender los Derechos a tener Derechos Humanos.

Se ha llegado a tener lamentablemente como paradigma el slogan: “Resistir con creatividad”, pero como resistir lo que ya se hace inaguantable por no tener ni siquiera con dignidad el pan de cada día y el ver como generaciones enteras se diluyen entre el huir de la Isla prisión o el morir en el intento de buscar una mejor vida donde fuere posible desarrollar los talentos en dignidad y libertad. Con estos síntomas lúgubres no se puede construir ni Patria y mucho menos vida digna en el presente y en el futuro de Cuba.

El Apóstol José Martí quería: “Una Patria en la que, la ley suprema de la República, fuera el Culto a la dignidad plena del hombre”. La política siempre debe servir a los ciudadanos y facilitar un marco legal en el que se respeten todos los Derechos humanos y en la Isla aún estamos muy lejos de vivir esa realidad plena en libertad y serenidad.

A medida que en todas las regiones del país aumenta la represión a la libre expresión o a la libertad religiosa se hará más urgente y necesario a modo de respuesta inicial a la ya crisis política, económica, social e institucional el deseo de una mesa de diálogo nacional entre gobierno, oposición, sociedad civil independiente y la diáspora. Respetando y garantizando los tratados de Derecho Internacional y se cumpla lo que se acuerde entre las partes. Como testigos es recomendable observadores internacionales y como garante a la Iglesias Católica por su vasta experiencia en mediar en conflictos internacionales con éxito en la mayoría de sus mediaciones.

Todos los hijos dispersos de la Patria desean y quieren junto a sus hermanos de dentro de la Isla reconstruir la Casa Cuba en la que no haya que sobrevivir, sino vivir en dignidad de hijos de Dios.

Cuba merece de una vez y por todas Resucitar gloriosa y plena de Derechos a tener Derechos.

 

 


Por. Pbro. Juan Lázaro Vélez González  

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