Conversar con Ascanio: vivir dentro de la obra

Por Maeva Peraza Hidalgo
 
 
El joven artista Ascanio ofrece una obra plena de actualidad y de reminiscencias urbanas, en la que el referente cotidiano es una constante visual de innegable validez estética. Con motivo de su reciente exposición Climbing the Future, y de la continuidad de la serie homónima; ha convenido en dialogar sobre su creación.


 

 
 
Por Maeva Peraza Hidalgo
 
Danis Montero (Ascanio). Foto tomada de su perfil de facebook.
 
 
El joven artista Ascanio ofrece una obra plena de actualidad y de reminiscencias urbanas, en la que el referente cotidiano es una constante visual de innegable validez estética. Con motivo de su reciente exposición Climbing the Future, y de la continuidad de la serie homónima; ha convenido en dialogar sobre su creación.
 
En tu obra se percibe una cercanía a la realidad a partir de elementos particulares -me refiero a las construcciones derruidas, a los teléfonos públicos, etc.- ¿Podría decirse entonces que tu arte se encuentra comprometido con la realidad o que es expresión de un compromiso social?
 
No lo definiría como compromiso social, sino como un compromiso personal frente a lo social. Mi obra va encaminada a una realidad que enfrenta cuestiones sociales propias de grupos de individuos que comparten las mismas experiencias y condiciones de lo cotidiano. Me refiero a la sociedad en la cual yo también vivo y comparto, por lo que mi trabajo es reflejo de la comunidad que me rodea.
 
Las temáticas desarrolladas en mi obra son parte de una vivencia social que me compromete, y a la vez me lleva a exponer momentos en los que el hombre se encuentra sometido a la desesperación, angustia, dolor y ansias… de origen social, pues todos en La Habana tenemos la experiencia de calles derruidas y de largas esperas frente a teléfonos públicos.
 
El mismo mundo del arte, en el cual cada artista está en búsqueda de su propia dirección personal, es reflejo de un sistema que se nutre de concurrencias, dependencia recíproca y frustración profesional.
 
Eres un artista joven que ha comenzado a desarrollar una obra desde finales de la década precedente ¿Qué importancia le confieres al quehacer de tu generación dentro del panorama artístico cubano?
 
La importancia que le confiero al quehacer artístico de mi generación está en el atrevimiento de incursionar y manipular los medios, hecho que viene influenciado por la voluntad de romper con cánones y principios preestablecidos; lo que ha sido un punto de partida para innovar con medios audiovisuales, códigos gráficos y elementos no convencionales.
 
La contemporaneidad ha llevado a muchos artistas de mi generación a desechar un poco la academia para trabajar con códigos más abstractos. Cada etapa generacional dentro del arte es un medio para darse cuenta de los cambios que revela el propio artista, en dependencia del momento en que esté viviendo. Anteriormente se ponía mucha atención a la limpieza de una obra, mientras que hoy la atención se pone en el concepto que esta comunique.
 
Es notable en tus trabajos un gusto por el pop art y otras corrientes del arte contemporáneo ¿Cuáles consideras tus principales influencias?
 
Yo he estudiado el pop art y otras corrientes artísticas, incluso anteriores, en un afán de conocer y consumir arte, pero no considero que el pop sea un referente directo en mi obra. Aunque sí he recibido influencias de las artes gráficas y del diseño, sobre todo en el aspecto formal; el protagonista de las obras soy yo mismo, autor reflejado en esas siluetas humanas impresas en serigrafía que yacen diseminadas por las piezas. También cuando uno se enfrenta a una nueva experiencia, como por ejemplo la serigrafía, que tiene que ver con mi trabajo y además está muy imbuida en mi obra, esas inserciones dinamizan los trabajos y los redimensionan.
 
Tu creación más reciente anota la reiteración de ciertos leitmotivs como las escaleras o la inclusión mediante técnicas de grabado de la figura antropomorfa ¿Qué valores simbólicos revisten estos elementos dentro de tu trabajo?
 
Sin dudas lo simbólico está muy presente en mi obra, y más que nunca de manera intencional en mi última exposición personal Climbing the Future. El mismo título de la exposición alude al concepto de la escalera, como símbolo del acto de escalar, de subir… Pero no solo trabajo ese motivo, también están las imágenes antropomorfas, que como decía anteriormente me representan a mí insertado en la obra de manera bidimensional, de modo que hay un trasfondo simbólico en todas estas piezas. Cada uno de estos códigos realiza una acción determinada dentro de cada obra, siendo así motivos de autorreflexión que creo para encontrar nuevas dinámicas de representación, en busca de conceptos que me permitan la inclusión de diferentes técnicas.
 
¿Qué aspectos -formales y conceptuales- recreas en tu reciente muestra Climbing the Future?
 
Bueno, en cuanto a los aspectos formales imbricados, el soporte fundamental con el que trabajo en esta muestra es el lienzo, ahondando en la técnica mixta, con las inclusiones de carboncillo, texturas, grabados en serigrafía. También me parece importante comentarte sobre la instalación, que de algún modo aporta una continuidad con respecto a los lienzos y en ella trabajo con lo geométrico, con lo piramidal. Conceptualmente hablando, la muestra trata sobre todo de exteriorizar mis meditaciones en torno al acto de creación, a la vida urbana y a la depauperación del hombre.
 
Ascanio, casi siempre existe una autorreferencialidad, una suerte de soliloquio entre la obra y su hacedor, en tu caso este elemento se encuentra llevado a otras dimensiones ¿Cómo articulas tu propia imagen y tu condición de sujeto de creación dentro de tu obra?
 
Mi representación como actor dentro de las piezas un poco es para ver a ese personaje siendo partícipe de los propios fenómenos que he vivido como un stalker, absorbiendo lo que sucede a mi alrededor. Todo suele ser un autorretrato de la angustia que uno sufre, y en este sentido el personaje es como algo vivo; la manera en que manipulo las imágenes o como manipulo mi propia imagen dentro de las obras, tiene esa intención.
 
Yo pienso que como sujeto de creación dentro de la obra, primeramente están los sentimientos, porque cuando ya tú concibes una idea y tienes un sentimiento allí, empiezas a trabajar y a concebir, y todo tiene un desenlace porque empiezan a salir ideas, y una lleva a la otra y a la siguiente, y te sorprendes tú mismo al final.
 
¿Existe algún proyecto futuro que desees comentar?
 
Tengo el criterio que mientras el artista viva y tenga por dentro las ganas, el deseo de crear y la motivación, siempre existirán proyectos futuros que te ayuden a mantenerte activo como creador. Pienso inmediatamente continuar la serie Climbing… que desatará nuevas propuestas y nuevas soluciones que me enriquezcan como artista y que al público lo hagan pensar y reflexionar sobre las temáticas que trabajo.
 
Maeva Peraza Hidalgo (La Habana, 1988).
Graduada de Filología en la Universidad de La Habana.
Reside y trabaja en La Habana.
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