El 60% del Proyecto de Constitución cambió: moraleja…

El Proyecto de Constitución de la República de Cuba que se sometió a un debate controlado ha sido modificado, según Homero Acosta, Secretario del Consejo de Ministros, en un 60%. ¿Qué moralejas podemos sacar de esto?

En primer lugar, debemos aclarar que no se conoce aún el texto íntegro del nuevo Proyecto pero se ha aceptado un número de cambios propuestos por los ciudadanos. Algunos podrían argumentar que no son los cambios sustanciales que verdaderamente producirían las transformaciones políticas estructurales que una parte significativa de los cubanos deseamos y necesitamos.

Sin embargo, dejando esto dicho claramente, podemos sacar algunas lecciones sobre estas acciones políticas:

  1. Las reuniones y la expresión de opiniones por parte de ciudadanos de a pie, de iglesias, de otros grupos de la sociedad civil, incluso de algunos cubanos de la Diáspora, han abierto un espacio, aunque controlado, pero que ha dejado la sensación de que participar y expresarse en mejor que callar y abstenerse.
  2. Aunque sean sustanciales o periféricas, algo se ha tenido en cuenta para “cambiar lo que debía ser cambiado”. Debemos esperar para evaluar esos cambios cuando el texto definitivo sea publicado tras ser aprobado por la Asamblea Nacional, y sea presentado a Referendo.
  3. El debate público es el hábitat de la sociedad civil y su forma de expresarse, y ese debate público ha seguido ahora mientras los diputados debaten y se van conociendo las modificaciones aceptadas.
  4. Incluso hemos leído opiniones de personas que ocupan responsabilidades nacionales que discrepan de lo que ha expresado la Asamblea Nacional, asegurando que el tuit del parlamento no reflejaba todo lo expresado. Esto es inédito hasta ahora.

Independientemente de lo que opinemos sobre algún punto concreto, el hecho de que se escuchen y puedan difundirse por las redes sociales opiniones discrepantes es ya un cambio significativo. No es todo lo que esperamos pero algo ha comenzado. Espero no sea frenado.

Hace solo diez días, los cubanos vivimos otros eventos inéditos que se suman a estos cambios en el borrador constitucional. Recordemos solamente algunos de ellos:

  • Cuentapropistas: Luego de numerosas críticas, se cambió la normativa que reducía a una sola patente para ejercer el trabajo por cuenta propia y se abrió nuevamente a poder acumular permisos para llevar varios negocios junto a otros pequeños cambios.
  • Artistas: Luego de una persistente campaña en las redes y frente a la sede del Ministerio de Cultura, el criticado Decreto 349 se puso en pausa y se anunció una nueva normativa.
  • Taxistas: Luego de regulaciones que resultaron inaceptables para los taxistas privados, los boteros de La Habana realizaron un paro dejando de recoger pasajeros.
  • Deportistas: Ayer mismo se anunció que Cuba hacía un convenio entre el INDER y las Grandes Ligas del Béisbol de los Estados Unidos, que permitirá a los deportistas cubanos hacer contratos en ese país, jugar en sus Grandes Ligas y viajar libremente a su Patria.
  • Y otro de los cambios, quizá el más abarcador y transversal, es la apertura al acceso a Internet desde los móviles para aquellos que puedan y tengan dinero para pagarlo, pero sin otro restricción que la monetaria, que no es poca. Esto hace que Cuba esté aún más transparente y abierta al mundo, y que cada ciudadano pueda convertirse en un reportero para filmar, fotografiar y subir a las redes cada una de las situaciones cotidianas o extraordinarias que vivimos.
  • A esto se suma, o quizá sea su causa más profunda, una gravísima crisis económica que ya afecta toda nuestra vida en áreas tan sensibles como la alimentación, la salud, la vivienda, el transporte.

 

De todas estas tendencias, podríamos sacar una moraleja: Poco a poco se llega lejos, paso a paso se cambian situaciones que resultan ya insoportables o inaceptables. Sé que hay cubanos que desean que todo cambie de un tirón, que ese cambio ocurra en un solo día, y que, como por arte de magia todo sea nuevo y mejor. Mi opinión es que eso raramente se da en la realidad y que, como dice la Biblia, hay un tiempo para cada cosa bajo el sol.

Pareciera que ese tiempo, va llegando para Cuba.

 


Yoandy Izquierdo Toledo (Pinar del Río, 1987).

Licenciado en Microbiología.
Máster en Bioética por la Universidad Católica de Valencia y el Centro de Bioética Juan Pablo II.
Miembro del Consejo de Redacción de la revista Convivencia.
Responsable de Ediciones Convivencia.
Reside en Pinar del Río.

 

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