marzo-abril. año V. No. 30. 1999


POESÍA
 

 

ARIEL HERNÁNDEZ

 

Éxtasis

 

Hojas de mi carne ruedan.

F.U.C.

 

 

Mujer

destello de amor

locura de cada hora,

mito que al hombre atesora

pasión

angustia

dolor,

Mujer

te vuelves clamor

los deseos nos depredan

y sin saber que se quedan

y sin cansarme el apuro

por tu vientre fértil, puro

hojas de mi carne ruedan.

 

Huella

 

Donde tu lluvia respira.

F.U.C.

 

Precipito este velero;

zarpo en busca de tus mares,

salgo a besar los pilares

que marcan tu derrotero;

árbol cadente

prefiero

sobre el jugo de tu ira

la desnudez con que tira

el pecho un gemido seco

que va cavándome el hueco

donde tu lluvia respira.

 

 

La voz de mi verso

 

Mis barcos sin libertad

F.U.C.

 

Versos locos

suave lira,

veleros rumbo a tu beso;

son como el pájaro preso

que al darse al vuelo respira.

Entona ese verso

inspira

sobre el canto mi verdad,

adora su realidad

si es tu voz inmensa playa

que tras la marea encalla

mis barcos sin libertad. 

 

Una mujer

 

no sopla el viento...

te mira

F.U.C.

 

Si lo que guardas mujer

Bajo la calma y el sueño»

adormeciera el empeño

de la pasión y el placer;

si lo que en ti puedo ver

más hondo se te hace lira,

en tu interior crece

                               gira

como la flor que yo riego

y al arrullarte el sosiego,

no sopla el viento...

                          te mira.

 

 

YOEL PAÍNO

Prisionero de mi ciudad

 

Acorralado entre las yemas

de tus dedos,

sentado a la sombra de mi ciudad,

miro al hombre

colocando ladrillos,

escucho el andar de la niebla

tras de ella.

Sólo él anda la vena

de mis sueños,

sólo él habla sin palabras,

pero ella, mi ciudad:

habla y anda

cuando todos callan

las imágenes de un árbol.

 

Tiempos perdidos

 

Tiempos perdidos

Cadencias amargas

de los tiempos perdidos,

amortiguar sus golpes.

Oír, callar, mentir,

todo se apaga,

la luz se pierde

en mi bolsillo,

camino y callo

mientras mi ciudad arde.

 

 

Un viajero en mi ciudad

 

Él llega a mi ciudad

escucha sus pasos,

siente la nostalgia

y luego viaja hasta

un lugar distante.