Palabras del Padre
Alberto García Sánchez, s.j., Director de Vida cristiana
Muy buenas noches:
Lo primero que tengo que decir es que yo no fui invitado a hablar, yo
me autoinvité. Ese es el atrevimiento que tienen los abuelos.
Vida cristiana, a pesar de las palabras tan bonitas que nos dirigió
Dagoberto y otras personas, se siente muy contenta de mirar a Vitral,
nos gozamos de sus éxitos y de su impacto, y de ninguna manera
nos apropiamos de ninguna autoría intelectual ni de mi familia.
Diez años en la aritmética de Gardel es la mitad de nada,
pero 10 años, como decía Dagoberto es a la vez poco tiempo
y mucho tiempo porque el tiempo no se mide por la cantidad, sino por
la calidad. La revista lleva como subtítulo (ya nos lo recordaba,
Dagoberto) la libertad de la luz. La luz tiene una serie
de características que ya fueron recogidas.
La luz es generosa, la luz no se le niega a nadie. Dios hace nacer su
sol sobre los buenos y los malos, la luz no resuelve ningún problema,
pero permite trabajarlos todos. La luz para las personas que nos cerramos
a la verdad es hiriente y molesta y tratamos de alguna manera de sobrevivirla,
pero la luz siempre triunfa sobre la oscuridad y es más fuerte
que ella, y por eso, ¡qué alegría!, ¡qué
gozo; que una revista católica tenga ese lema!
Ser libre como la luz; sí, la luz no es propiedad de nadie, la
luz nos posee de alguna manera a todas las personas, como la verdad
al servicio de la cual está esta publicación. Vida cristiana
desde la humildad de una hojita que ha sobrevivido durante muchos años
por las mismas razones que decía Dagoberto, muchas personas colaborando
que ni siquiera aparecen al público. Vida cristiana pues se siente
muy feliz de estar aquí presente. Las personas del Equipo de
Redacción quisimos venir para dar las gracias a Vitral por su
presencia. Otra característica muy bonita de la luz es que la
luz es abridora de horizontes y si algo necesitamos en estos momentos
es muchos horizontes para mirar con amor y con profundidad esta tierra
nuestra.
Gracias
Mensaje de la revista
Vivarium
Muy querido Dagoberto:
Con mucha alegría me uno, en representación del pequeño
grupo de hermanos de la Arquidiócesis habanera que integramos
Vivarium, a los agasajos por el décimo aniversario de Viitral.
Desde el conocimiento y la experiencia que el quehacer cotidiano de
crear espacios culturales me ha regalado, y por la creencia de
que es una revista el horno palatal capaz de despertar apetitos ignorados
u olvidados, se hace mayor la importancia de diez años de trabajo
que han sabido colocar al comunicador católico dentro de lo más
propio y orgánico de su actividad que es la actualidad de
su país, la tierra más prometida porque es aquella, inmediata
y cercana, donde Dios le colocó, y desde donde debe
manar todo acto humano.
Por la comprensión de esta misión y por la dignidad con
que la han vivido, les felicito, a ti y al Grupo que representas, de
todo corazón.
Ivette Fuentes
Directora Vivarium
Centro de Estudios Arquidiócesis de La Habana
Mensaje de La
Voz Católica
Muchas felicidades a Dagoberto Valdés y a todo el equipo maravilloso
de Vitral por sus 10 años de trabajo extraordinario, que ha alcanzado
fama y prestigio mundial.
Ustedes saben que no sólo en Miami, sino en Europa, América
Latina y muchas partes de Estados Unidos, donde quiera que haya un cubano
y muchos otros interesados en el acontecer social, civil, literario
y religioso de Cuba, se lee Vitral, revista que ha hecho y hace historia
gracias a ustedes.
A mí, pinareña, me llena de orgullo, además, cuánto
bien me hace, nos hace, a los que estamos lejos y tan cerca de la patria.
Un abrazo a todos, ¡Felicidades!
Dora Amador y equipo de La Voz Católica
Mensaje de la organización
Amigos de Vitral
AMIGOS DE VITRAL, Inc.
7000 SW 62nd Ave, Suite 545, S. Miami, FL 33143-4721
Querido Dagoberto:
Con gran alegría te ofrezco, un poco parafraseando a Jean Christophe,
en la novela de Romain Roland, ya que no puedo con los brazos, un sincero
abrazo del corazón expresivo de nuestra admiración, nuestro
respeto y nuestras esperanzas, en nombre de Amigos de Vitral
y en el mío propio. Este abrazo, además, te ruego que
lo hagas extensivo a S. E. el Sr. Obispo Diocesano Mons. Siro González
Bacallao y a todos y a cada una de las personas que de un modo u otro
hacen posible la vida de Vitral y del Centro de Formación Cívica
y Religiosa de la Diócesis.
Amigos de Vitral fue registrada como organización
no gubernamental y no lucrativa, hace menos de un año, como respuesta
a la creciente recepción que ha encontrado Vitral más
allá de los bordes de la diócesis de Pinar del Río.
En efecto, durante los últimos tres años hemos tenido
la oportunidad de ayudar en alguna medida a que Vitral llegue a quienes
desean recibirla aquí en Miami (Florida) y en Puerto Rico. El
número de revistas que se distribuyen llega ya a setenta. Aunque
la cifra es aún pequeña, nos llena de esperanzas y de
satisfacción por ustedes y porque constituye otra evidencia de
la efectividad del mensaje y de la sensibilidad que Vitral es capaz
de despertar, aun a tanta distancia y con tantas dificultades que sobrepasar,
no solamente en pinareños y católicos, sino en personas
que ni son católicas ni son pinareñas.
Ten la certeza de nuestra solidaridad con vuestros esfuerzos, de la
constancia de nuestras oraciones de gratitud por que Dios no deja de
sostenerles y animarles a expresarse con la libertad de la luz, de modo
que mueve a tantas personas tan diferentes a apreciarla. Ten la certeza
también de nuestros profundos sentimientos de respeto, admiración
y humilde orgullo. Sobre todo confía en que vuestros
sufrimientos y limitaciones sobrepasan en magnitud y redimen, la falta
de generosidad que hayamos cometido los que no quisimos, no supimos,
o no pudimos, en nuestro momento, hacer del mismo u otro modo el trabajo
que, a pesar de las adversidades, con tanto fruto ustedes generosamente
hacen, ni ofrecer vuestro testimonio de amor a Cuba y de fidelidad a
la Iglesia de Jesucristo.
¡Qué la paz de Jesucristo sea con todos ustedes!
Cordialmente,
Jorge (Pupi) Porta Febles
Vitral: ejemplo de
patriotismo que promueve la libertad y responsabilidad de los cubanos
y cubanas
Panamá, 18 de junio de 2004.
Monseñor José Siro González Bacallao, Obispo de
Pinar del Río.
Señor Dagoberto Valdés Hernández, Director del
Centro de Formación Cívica y Religiosa y de la revista
Vitral.
Colaboradores e integrantes del Consejo de Redacción.
Estimados Amigos:
No quería dejar pasar la celebración del décimo
aniversario de la revista Vitral sin expresarles mis más sinceras
felicitaciones. El Centro de Formación Cívica y Religiosa
y la revista Vitral son al mismo tiempo un ejemplo de pastoral social
y cultural, revelador de una fe vivida con luminosidad, y un ejemplo
de auténtico patriotismo que promueve la libertad y responsabilidad
de los cubanos y cubanas.
Estoy consciente de los obstáculos que han encontrado y, sin
duda, encontrarán de parte de quienes desconocen las enseñanzas
del Padre Felix Varela y del Apóstol José Martí,
quienes cada uno a su manera propugnaron por una vivencia pluralista
de la Nación cubana para evitar que se deformara el nacionalismo
al punto que se viviera la triste realidad contra la cual Varela quiso
prevenir cuando escribió: El hombre tiene derechos imprescriptibles
de que no puede privarlo la Nación sin ser tan inicua como el
tirano más horrible. El ejemplo que Uds. dan de fe y patriotismo,
así como las enseñanzas de Varela y Martí que los
inspiran, son necesarios en toda América Latina.
Ya le estoy dando las ultimas pinceladas a mi libro Cuba hoy y mañana
que recoge una serie de conferencias que he impartido en Cuba por invitación
de la Iglesia, algunas las he pronunciado en Pinar del Río. Aprovecho
la ocasión para agradecerles la acogida que siempre nos han brindado
a Teresita y a mí, así como el interés en publicar
próximamente mi libro.
Al enviarles este mensaje de solidaridad, al que se une mi esposa, Teresita,
queremos expresarle especialmente a Ud., Monseñor Siro, nuestra
admiración por su liderazgo episcopal, ya que sin él nada
de lo que destacamos habría sido posible, como tampoco habría
sido posible sin la colaboración de laicos como nuestro amigo
Dagoberto y el equipo que los acompaña.
Con toda amistad,
Dr. Ricardo Arias Calderón
Ex Primer Vicepresidente de la República de Panamá,
Ex Presidente de la Internacional Demócrata Cristiana y de Centro
Proclama emitida
por del alcalde de Hialeah, declarando el 19 junio, día del X
Aniversario de la revista Vitral

Texto de la proclama:
Por cuanto: La iniciativa
de quienes trasforman en realidad, el impulso puro de sus propias conciencias,
para provecho espiritual de la humanidad pregonando los valores trascendentes
que animan la libertad de los pueblos, resulta dignamente reconocida
en esta fecha con, con motivo de celebrarse el X Aniversario de la Fundación
de la Revista Vitral, publicada y distribuida en territorio cubano,
cual aporte enraizado en principios imperecederos.
Por Cuanto: Estimulados por el gesto
abnegado y sufrido de los que siguen desarrollando en la lucha por la
libertad del pueble cubano, hoy rendimos tributo de admiración
a las legiones de hijos de Cuba, que afrontando dificultades y obstáculos,
han sabido hacer llegar a cada hogar el inmortal mensaje de aliento
que vaticina el rumbo de la posteridad.
Por tanto: Yo, Raúl L. Martínez,
Alcalde de la Ciudad de Hialeah, por medio de la presente y al amparo
del poder y las facultades conferidas a mi persona, solemnemente proclamo
este Sábado, día 19 del mes de Junio, de 2004, como:
Día del X Aniversario
de la Revista Vitral.
En Hialeah instando a nuestros 236, 000 residentes a celebrar este
evento. Dando Fe de lo cual, firmo con mi puño y letra con el
Sello Oficial de la Ciudad de Hialeah impreso este día 19 de
Junio, de 2004.
Raúl L. Martínez, Alcalde.
Mensaje del Embajador
de Alemania y Señora
Estimado Sr. Valdés:
Reitero mi agradecimiento por las revistas enviadas. Ellas fueron acogidas
con alegría e interés.
También en nombre de mi esposo le agradezco su amable invitación,
a la que lamentablemente no podremos asistir por encontrarnos en esa
fecha fuera de Cuba.
Deseamos a Usted y sus colaboradores un feliz día de Aniversario
y que el Señor los ilumine para continuar realizando esta loable
obra.
Con nuestro pensamiento y oraciones estaremos junto a Uds.
Le saludan con afecto.
Dora y Bernd Wulffen
Gozos y Esperanzas
de la Iglesia en Cuba
Mensaje de felicitación de Ondina Menocal
Queridos Hermanos en Cuba:
Este es el e-mail que envié a todos los que tengo en mi Directorio....En
realidad solo tendría que poner el nombre de ustedes, para señalar
los motivos de Gozos y Esperanzas ,,, pero para los que no los conocen
por sus nombres hay que hablarles de sus obras... mi pequeño
tributo a lo mucho que ustedes merecen y que estoy segura el Señor
se los retribuirá en bendiciones ...
Los gozos y la esperanzas , las tristezas y las angustias de los
hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos
sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias
de los discípulos de Cristo. #1 G.S Concilio Vaticano II
A través de los años los cubanos hemos vivido esta realidad
que nos identifica como Iglesia en el Mundo. Y a veces nos
parece que esto se ha cumplido más en cuanto a las tristezas
y angustias
Pero hoy quiero compartir con ustedes dos noticias que nos deben
llenar de gozos y esperanzas
Primero una invitación para asistir a la Misa que estará
celebrando en San Timothy, el domingo 6 de junio a las 3:00 pm
Mons. Peña, Obispo de Holguín. Mons. Peña ha querido
compartir con nosotros el gozo de sus cincuenta años de fructífero
ministerio sacerdotal y los primeros 25 años de su Diócesis.
Poder participar en la Diáspora, de esa celebración es
verdaderamente un signo de esperanza.
Como es ciertamente motivo de gozo el saber que la revista Vitral de
Pinar del Rí0 también está celebrando otro aniversario. En
junio se cumplen 10 años de que se iniciara como órgano
de información del Centro Cívico Religioso que se fundó
un año antes. Nos llena de orgullo y gozo al celebrar desde la
Diáspora este aniversario, reconociendo el esfuerzo que
ha significado que en medio de tantas dificultades hayan podido cumplir la
Misión que se trazaron en su primer editorial y que lo tengan
en Internet para que todos podamos aprovecharnos de sus artículos.
Y por si alguno no sabe por qué es necesario que primero demos
Gracias a Dios y después escribamos a la Diócesis de Pinar
del Río, por este aniversario, les copio a continuación
el primer editorial y la Declaración de Misión que ha
inspirado el ya largo caminar de su Instituto. Les sugiero mantengan
esta publicación como un lugar favorito de lectura en www.vitral.org
ya que nos permite mirar a través de esa multicolor ventana a
la realidad de nuestra Patria y hacerlo con la Esperanza Cristiana de
la Resurrección
Pueden escribir a Holguin : obiholguin@cocc.co.cu y a Pinar de Rio:
obipinar@cocc.co.cu
Los abraza.
Ondina Menocal
Mensaje de felicitación
de María Dolores Guerra
Con muchísimo cariño para el Director y todos los que
escriben en la revista Vitral, la revista más leída, en
Cuba, y en otras naciones, porque levanta los corazones despertando
en todos el amor a la Patria amada, al verla sufrir tanto en estas décadas
de presión que los cubanos vivimos.
Para ti Dago y para todos los demás un fuerte abrazo de tu hermana
en la fe,
Lolita
Con cariño
y entusiamo los felicito
Mensaje por el décimo aniversario Vitral de Nancy Fernández-Fontecha
Llegamos al décimo aniversario de nuestra revista Vitral, y
antes de felicitarlos, quiero darles las gracias por la bonita invitación
que he recibido de ustedes, de ese colectivo que la forma, a muchos
ya los conozco, pero los quiero a todos por igual, somos hermanos por
ser hijos de Dios y de esta hermosa y tan querida tierra que Él
nos dio por Patria y que nos une tan entrañablemente. Me han
emocionado con ese noble gesto, la guardaré como un preciado
recuerdo, de veras me da tristeza no haber podido corresponder a ella,
como también no haber estado en el Aniversario de la Diócesis,
ni en las Bodas de Oro de Monseñor Siro a quien profeso gran
cariño, admiración y respeto, pero como bien me decía
el P. Joaquín y ahora me repite el P. Cirilo El Señor
te necesita ahora cuidando de tu anciana y enferma madre, esa es tu
misión en estos momentos. Lo hago con el mismo cariño
y entusiasmo como si estuviera esta noche en esta gran fiesta.
Pues bien con ese mismo cariño y entusiasmo los felicito y les
digo ¡No estoy! ¡Pero aquí estoy!
Muchas felicidades, sigan adelante hacia el onceno aniversario, con
sus bien logrados artículos, con sus decididas y valientes plumas.
¡Qué es como caminar con pasos firmes, con la frente bien
alta, erguidos y la mirada llena de amor, diálogo, reconciliación,
paz, con la luz que irradian los que siguen y aman a Jesús.!
Un fuerte abrazo, uno muy especial a Mons. Siro, pidiendo al Señor
nos permita tenerlo junto a nosotros muchos años más.
Cuenten con mis oraciones, no olvido entre ellos al siempre recordado
P. Mario. ¡Que la amantísima Madre los cobije! ¡Qué
San Rosendo y San Diego de Alcalá unan sus ruegos por esta diócesis!
¡Qué el Sagrado Corazón de Jesús derrame
sobre ustedes infinitas bendiciones y su gran protección!
Amén.
Nancy Fernández-Fontecha
San Diego de los Baños.
Pinar del Río
Carta de Gerardo
Mesa Alfonso. X Aniversario
Ningún acontecimiento cultural ha marcado tanto a nuestra provincia,
a nuestro país quizás, como la publicación, hace
10 años, de la revista Vitral. Encontramos en ella lo que necesitamos
para nuestro enriquecimiento intelectual, espiritual y para nuestras
mentes necesitadas de temas frescos, novedosos, reales y verdaderos.
Esperamos con ansiedad cada publicación conociendo con anticipación
que será para nosotros una compañera extraordinaria. Que
Dios bendiga para siempre las manos fieles y las mentes hábiles
que la hicieron nacer y la hacen crecer día tras día.
Que no nos falte nunca su consejo, sus historias, su sabiduría
y su realismo.
Gracias a todos los que hacen posible su salida.
Gracias a todo el colectivo involucrado en su realización.
Gracias a su Director, amigo y hermano Dagoberto Valdés.
Felicidades por su décimo aniversario.
Vitral, el acceso
a la luz o el zapatico de cristal
La primera revista Vitral me fue presentada en el año 1995.
Cuando Juan Manuel Menéndez, quien entonces colaboraba en el
diseño de la publicación, la puso en mis manos con grandes
elogios, confieso que la miré con cierto aire despectivo. Una
revista más, pensé. Luego por curiosidad comencé
a hojear el número, y lo primero que atrapó mi vista fueron
las atrevidas ilustraciones. Después me enfrasqué en su
lectura, y desde hace nueve años no he podido dejar de hacerlo.
A dos lustros de salir a la publicidad he tenido el honor de ser invitado
a su cumpleaños y esto es motivo para que deje una reflexión
sobre lo que ha significado Vitral para la Iglesia y para la sociedad
cubana en general.
Quien ha tenido la suerte de gozar el efecto de luminosidad que producen
los vitrales, sea en la sala de una casona colonial o en el recogimiento
de un templo, habrá captado que la luz filtrada a través
de los polícromos cristales produce una sensación de belleza,
armonía y espiritualidad difícil de describir. La luz,
sin dejar de serlo, se derrama en haces que despiertan la imaginación
y de alguna manera influye en las almas de quien vive esta impresión.
No pudo ser mejor escogido el nombre con que fue bautizada la revista
pinareña.
Como bien señalara su director, el ingeniero Dagoberto Valdés,
Vitral no pretende ser la luz, porque la luz existe a pesar de nosotros.
La revista es solamente el filtro de esa luminosidad para que pueda
ser mejor apreciada en todos sus valores y riqueza. La libertad es luz.
O como dice en Juan 1,4b-5 y para los hombres la vida era luz. La luz
brillaba en las tinieblas. Vitral, como revista cristiana tiene que
iluminar desde la dimensión cristiana. Pero a la vez, sin dejar
de ser una revista de la Iglesia, ha tocado los más diversos
temas que interesan a nuestra sociedad.
Vitral es una publicación promotora de la conciencia cívica,
pero también de nuestro mejor acervo cultural. A veces pueden
chocar los conceptos poco ortodoxos que aparecen expresados en poesías
y narraciones publicados en sus páginas. Los autores de las mismas
puede que ni siquiera sean religiosos. Pero eso, lejos de ser un defecto,
es una de las grandes virtudes del equipo que edita esta revista, que
habilita capacidad para todos, aunque no sean de la Iglesia.
Llama la atención cómo cada número logra introducirnos
en el trabajo de algún pintor, principalmente nacido en la más
occidental de las provincias de Cuba. Quizás esta preocupación
haya incidido de alguna manera en el fuerte movimiento plástico
que se aprecia en esa región del país. Es también
digno de destacar el rescate de las tradiciones e historia pinareñas
y nacionales. Quien olvida su pasado difícilmente puede trabajar
con amor por el presente. Todo lo que atañe a la vida social,
cultural, política y religiosa es extraído de la memoria
para que sea conocido por las nuevas generaciones.
Uno de los aspectos que, sin demérito de los anteriores, gana
cada vez más adeptos a la lectura de Vitral es el enfoque hecho
sobre diferentes temáticas sociales. Lo hace con respeto,
valentía y claridad en las exposiciones. No con el afán
de destruir, sino con la proyección de crear los fundamentos
sólidos de la nueva sociedad. Para muchos la gran preocupación
hoy debe estar en las mejoras económicas que puedan traer unos
hipotéticos pero necesarios cambios. En Vitral se recoge el gran
reto, asumido por la Iglesia cubana en general, que coloca el centro
de la mirada en la reconstrucción moral y espiritual de la nación,
sin la cual todo lo demás será efímero y hasta
inconveniente. La revista diocesana de Pinar del Río está
trabajando fuerte en esa dimensión y está sentando pautas
para la edificación futura de una Patria mejor.
El provincialismo o el regionalismo están alejados de las intenciones
del equipo realizador de Vitral. Lo prueba la entrega de la última
premiación del concurso anual, coincidente con el décimo
aniversario de su aparición. Tres habaneros, un camagüeyano,
una espirituana y hasta un residente en Estados Unidos se han llevado
los premios. El jurado, en su trabajo impecable, no tuvo en cuenta aquello
de lo mío primero y los concursantes de la provincia se fueron
con las manos vacías. Creo que a manera de recomendación
sería bueno que en próximas ediciones se tenga en cuenta
un premio para el autor de la provincia que presente una obra digna
a destacar y que por la abrumadora participación desde otros
lugares pueda resultar opacada por trabajos de mejor calidad. Incluso
se puede tener en cuenta a los pinareños ausentes del suelo
patrio, pero presentes desde el corazón.
Como Vitral es una revista que se declara abiertamente por el diálogo
y la reconciliación, ha sido lugar donde todos los cubanos están
incluidos. Gracias a ella nos hemos reencontrado con Celia Cruz, con
el padre Santana o con Monseñor Román. Willy Chirino ha
enviado sus palabras al pueblo de Consolación, de donde es natural
y Maggie Carlés ha retornado a la memoria de sus simpatizantes.
Cubanos residentes en otras regiones del planeta tienen espacio en las
planas de la revista, que se ha hecho suya también. Y qué
decir de los que en la Isla sienten el peso de la marginación
por la actividad civilista que realizan o por estar encarcelados. La
mayor cobertura dada desde Cuba al premio Sajarov otorgado a Oswaldo
Payá, fue ofrecida desde las páginas de Vitral.
Sus hojas no tienen el temor de mostrar los rostros que en otras partes
no aparecen por resultar comprometedores. Una bella Gisela Delgado
puede aparecer develada a través de la luz de Vitral. El premio
otorgado a las poesías de un recluso en Cienfuegos es muestra
del respeto a la diversidad y a la dignidad humana mantenida por la
revista a lo largo de estos diez años
Pero una obra así no se hace sola. A ella se asocian los nombres
de María Caridad Gálvez Chiu, que nos adentra en los temas
económicos, que sin la pedantería del especialista los
hace asequibles a la mayoría; los trabajos de Virgilio Toledo,
Sergio Lázaro Cabarrouy, entre otros, ya son reconocidos por
los lectores. La sencillez de las recomendaciones caseras que Margarita
Gálvez da a través de su escuela del hogar o los debates
que propone el médico Antonio Padovani tienen su ganado grupo
de lectores.
La amenidad y profundidad caracterizan los temas eclesiales a cargo
de los padres Juan Carlos Carballo y Manuel Hilario de Céspedes.
El plato fuerte es compartido por los editoriales y las reflexiones
a cargo del Sr. Dagoberto Valdés, quien hace aparecer en su firma
ese extraño título de Ingeniero en Yaguas, incomprensible
en todo su valor para quienes desconocen nuestra realidad.
Del Obispo Monseñor José Siro González Bacallao
aparecen sus homilías, con el don de unir sabiduría y
profecía en un lenguaje fácil de captar. Quienes ponen
sobre los hombros de este pastor la responsabilidad de todo lo que se
ha logrado a través del Centro Cívico de Pinar del Río,
no dejan de tener razón. A los detractores que señalan
lo impropio de colocar bajo el manto de la Iglesia este activismo social
y cívico adjunto a su diócesis, sería bueno preguntarles
si de la misma manera debe ser criticada la actuación del Obispo
Espada que permitió al joven sacerdote Félix Varela
conformar la primera Cátedra de Constitución en el propio
Seminario de San Carlos y que influyó en la conciencia nacional
de nuestra Patria.
Vitral a sus diez años es mucho más que una simple revista.
Es la luz que necesita Cuba y que se va expandiendo a través
de cada ejemplar distribuido. El himno pinareño incluye en su
estrofa un apelativo con el que ha sido conocida la provincia por sus
peculiares características de desarrollo, en comparación
con el resto del país. La Cenicienta desventurada está
siendo embellecida por la acción de sus hijos. Al igual que la
protagonista del cuento popular, todo parece indicar que la provincia
pinareña está destinada a convertirse en princesa. La
medida de un zapatico de cristal sería el comienzo de ese feliz
destino y Pinar del Río tiene en Vitral ese pequeño, bello
y firme calzado que nos hará caminar hacia el mejor de los reinados:
el de la libertad, la paz y la reconciliación.
Miguel Saludes
Vitral en el abismo
Con
qué seguro paso el mulo en el abismo
José
Lezama Lima
La revista Vitral cumple diez años. En este borrascoso verano
cubano del 2004, allá en Pinar del Río se celebrará
el empecinamiento, la voluntad creadora, el espíritu fundacional
de un desafío a los «no hay nada que hacer», al miedo
y al silencio. El festejo congregará a cientos de católicos
y no católicos en el amplio patio adjunto a la Diócesis,
congregará igual que disfrutamos el año pasado
a los que sienten la libertad de expresión como derecho y deber
universales, como reto contra los soberbios o enmascarados modos del
totalitarismo.
Bajo el reciente comunicado de la Conferencia de Obispos Católicos
de Cuba, donde se exhorta al diálogo reconciliatorio como única
vía para garantizar una transición lo menos traumática
posible, Vitral celebrará su décimo aniversario con el
mismo lema de su número inaugural: La libertad de la luz.
Allí se recordará aquel 1994 de hambre y miserias,
de indefensiones y desencantos, de balseros y tímidas medidas
de apertura. La obvia analogía con el 2004 presidirá coincidencias
y diferencias la conmemoración.
Tal vez se recuerde el lúcido Editorial del No. 50 contra el
inmovilismo, de exacta pertinencia hoy: Si no nos preparamos para
el futuro, nos sorprenderán los cambios inevitables y será
el caos y la violencia que nadie quiere (...) Pensémoslo sosegadamente.
Cese la crispación. Ceda la presión para que disminuya
el miedo. Demos espacios de auténtico debate público.
Pongamos en manos de todos los ciudadanos toda la información
y no las partes de ella que nos convenga. Confiemos en que las personas
son seres normales que, con sus pobrezas y limitaciones, pueden informarse,
discernir, elegir y equivocarse. Lo otro no es ni humano, ni considera
a los demás como lo que son.
Obra del Centro Católico de Formación Cívica y
Religiosa, Vitral exhibe su inalterable independencia y valentía
bajo la misma declaración de fe de hace una década: Tan
polícroma y plural quiere ser nuestra revista como escasos son,
en nuestras ventanas actuales, la diversidad de diseños y matices.
Su inquebrantable coherencia, carente de los cantinfleos que ciertos
politiqueros y diplomáticos teatralizan, siempre ha deseado salir
de la postración por los caminos de la creatividad.
Hay que admirar cómo contrasta con otras publicaciones cubanas,
tanto las oficiales que en el insilio dominan la información,
como también algunos medios internacionales que se hacen eco
del arcaico, y tambaleante monólogo.
Pero esa actitud no valdría de mucho si no estuviese acompañada
de una creciente calidad. Invito a recorrer sus números
para que pueda verificarse el profesionalismo. Estemos o no de acuerdo
con algunas de las tesis expuestas en sus textos, hay que convenir que
nos hallamos ante una publicación que casi siempre ha mantenido
un nivel de exigencias, un cuidadoso trabajo de edición y diseño.
El aburrimiento de la unanimidad si sabremos del asunto
está tan ausente de Vitral como la mediocridad que a veces demerita
algunas publicaciones independientes cubanas, dentro y fuera del país.
Tanto el obispo de Pinar del Río, Monseñor José
Siro González Bacallao, como el Director de Vitral, el ingeniero
en yaguas Dagoberto Valdés, junto a su entusiasta y abnegado
equipo de asesores, colaboradores y editores, pueden sentirse orgullosos
de la labor realizada, que desde hace tiempo cuenta también con
su sitio en Internet, donde un periódico Boletín sale
al mundo para informar y opinar al duro y sin careta, para que nadie
pueda hacerse el distraído, ningunearle a la Iglesia Católica
de Cuba el indomable clamor contra los desastres espirituales y materiales,
la búsqueda ecuménica de soluciones sin demagogias ni
oportunismos.
Contra la dinámica de la confrontación imprescindible
para justificar autoritarismos y calamidades Vitral ha mantenido
un criterio firme, sin equívocos en busca de protagonismo, ni
concesiones en busca de amparo:
Debemos hacer que la República de Cuba sea cada vez más
una sociedad inclusiva y abierta, nunca más excluyente y sectaria.
Debemos hacer que la República de Cuba sea un hogar nacional
de reconciliación y consensos, de proyectos pluralistas y concertaciones
solidarias dice el Editorial del No. 49.
La difícil lógica de la fidelidad a sus principios puede
ilustrarse con la reproducción íntegra del Proyecto Varela
o con la Nota del Comité Permanente de la Conferencia de
Obispos Católicos de Cuba cuando los fusilamientos y encarcelaciones
del 2003; con la relación de colaboradores que incluyen a Oscar
Espinosa Chepe y Carlos Alberto Montaner, Raúl Rivero y Manuel
Fernández Santalices, Natalia Bolívar y Eliseo Alberto
Diego, Rafael Almanza y José Ignacio Rasco... Con entrevistas
a Maggie Carlés y Willy Chirino, con artículos sobre Celia
Cruz cuando muere, además de una foto en contraportada; y sobre
todo con sus editoriales y artículos siempre dando en la diana
de los temas más preocupantes: desde la corrupción entre
gerentes, funcionarios y empleados del dólar, hasta la
escasez de maestros y profesores o la promiscuidad en las escuelas en
el campo; desde los índices de divorcio, suicidio, alarmante
consumo de psicofármacos y alcoholismo, hasta la discriminación
política o racial o sexual o territorial...
Sé que el acto por el X aniversario tendrá a Gerardo Mosquera
en el papel de evaluador que tuve el honor de representar, y abrirán
un diálogo donde los asistentes podrán opinar libremente
sobre logros y deficiencias; que como siempre darán a conocer
los ganadores del Concurso Literario. Sé que el obispo pronunciará
las palabras de clausura, tras la del ensayista Dagoberto Valdés,
y que el guarachero Pedro Luis Ferrer amenizará la velada.
Yo terminé mis consideraciones el verano pasado con unos versos
de mi amigo Raúl Rivero, ya encarcelado entonces, que hablaban
del amor a la patria y de la esperanza. Por esas razones del corazón
como defendía María Zambrano abro este saludo
con el espíritu lezamiano del rasguño en la piedra,
con la certeza de que Vitral mantendrá la misma obstinada voluntad
que Lezama nos legara. Porque Paso es el paso del mulo en el abismo.
José Prats Sariol
En busca de la libertad
de la luz
Queridos lectores en varias ocasiones me he dirigido a ustedes para
hablarles de la existencia de una prensa católica emergente que
a partir de medios muy rudimentarios desde las diversas diócesis
cubanas se ha venido abriendo paso en nuestras controvertidas realidades
de hoy. Principalmente les he reseñado la revista Espacios de
los laicos católicos habaneros pero entre todas hay una revista
que marca el paso. En este orden de cosas pienso, que para quienes amamos
profundamente la libertad de conciencia y el respeto a la necesaria
biodiversidad social, no podríamos pasar por alto el hecho de
su décimo aniversario. Su nombre es Vitral (www.vitral.org) y
su lema es La libertad de la luz que deviene su más
importante propósito editorial y que marca con sello indeleble
la expresión de un periodismo ágil, sensible a los más
diversos problemas de la sociedad contemporánea en que nos desenvolvemos
localmente y que plantea, con desenfado y responsabilidad diría
yo, sus criterios y análisis buscando iluminación y soluciones
que muchas veces no concuerdan con lo establecido. Vitral se publica
por el Centro Católico de Formación Cívica y Religiosa
de la Diócesis de Pinar del Río, donde su Obispo es una
persona carismática y bondosa de quien varias veces les he hablado,
Monseñor José Siro González Bacallao un campesino
que es Obispo sin haber dejado de ser guajiro tal y como le denominamos
por aquí a los campesinos y que cuando nos llama por teléfono
dice una frase muy suya: habla el Padre Siro, porque se
siente cura muy cercano a su pueblo como base de su dignidad episcopal.
En torno al Centro Católico de Formación Cívica
y Religiosa y su revista Vitral se desarrollan las diversas iniciativas
culturales acogedoras de una gama muy amplia de expresiones artísticas
y literarias así como actividades de orientación social
y cívica para los ciudadanos en general sin preguntarles cuáles
son sus ideas religiosas y políticas, lo que determina que tanto
el Centro como Vitral hayan calado profundamente dentro de la sociedad
de la Diócesis de Pinar del Río y en el ámbito
nacional, ya que Vitral es muy buscada en todo el país e incluso
internacionalmente por quienes la han llegado a conocer en virtud de
su contenido abarcador, interesante y actual, sin descuido por los aspectos
formales y de presentación que la convierten en sí misma
una verdadera expresión artística y social que no pueden
negar ni siquiera quienes no concuerdan con su política editorial.
El hecho de que los números de Vitral nunca sean intrascendentes
para sus amigos, e incluso, ni para sus enemigos, quizás sea
una de sus principales virtudes como prensa comprometida con la búsqueda
de la Luz. Durante la celebración del décimo aniversario
de Vitral hace algunos días Don Siro expresó algo que
resume vivamente los objetivos que se propusieron sus fundadores y que
cito textualmente, porque considero que constituye una definición
certera del superobjetivo de la publicación:
Ya
Jesús nos había señalado que «había
que escrutar las señales de los tiempos» para actuar con
certeza y rectitud. En aquellos tiempos y en los nuestros, cuando el
hombre mira sólo hacia la tierra o se deja deslumbrar por estrellas
fugaces o por fuego fatuos no es capaz de percibir las realidades que
vive o las que se avecinan.
Félix Sautié Mederos
(Publicaciones del Sur, Jerez de la Frontera, publicado en el
periódico El puerto, Información, el sábado 26
de junio del 2004)
Simplemente
Vitral
Hace años -más de los que quisiera- en La Habana de mi
niñez oí de un obrero que; en uno de esos edificios altos
que hoy miramos o habitamos con indiferencia, entonces en construcción;
había caído por el hueco del elevador salvando su vida
milagrosamente al chocar de una pared a otra, lo que evitó la
caída libre fatal. No sé si el hecho formó parte
de alguna crónica periodística de la época. Ni
siquiera sé si sucedió realmente, pero ha sido un recuerdo
recurrente y parte principal en mi conclusión de que el hombre;
en una suerte de cotidianización permanente -y lógica,
creo- olvida o por lo menos minimiza, lo que hay detrás de cada
obra, de cada hecho,
¿Cómo, si no, se explica la indiferencia ante esas grandes
obras que la naturaleza, luego de millones de años de formación,
pone ante nuestros ojos?
¿Cómo puede entenderse que un piloto o un viajero frecuente
observen, con frialdad e indiferencia, los Andes, los Alpes, el imponente
Himalaya o la inmensidad del Océano Pacífico?
¿Cómo puede un empleado de la Capilla Sixtina, por ejemplo,
realizar su labor diaria sin mirar siquiera las escenas de la creación
de Miguel Ángel?
¿Dónde está la capacidad de asombro ante el vuelo
de un ave, la transformación de un gusano en mariposa, la sucesión
de los días y las noches, la composición del aire y el
agua, el nacimiento de un niño,
? ¿Es que no son,
éstos, milagros que el hombre, en su afán cotidianizador,
minimiza o ignora?
Todas estas ideas vienen a mi mente -salvando las distancias y con un
sincero voto de modestia- al pensar en Vitral y sus ¡10 AÑOS!
La leo, como muchos, a través de Internet y confieso que reviso
la página web casi a diario, cuando creo cercana su publicación.
La reciben en sus casas, van por ella cuando la saben en la calle, la
pasan de mano en mano, la discuten, la critican, la aman, la odian,
la respetan pero, sobre todo, la esperan.
Vitral pasó, también, por ese proceso de cotidianización
que los humanos hemos convertido -¿redundancia?- en algo cotidiano.
¿Habremos olvidado la ventana al vacío que
representó en su nacimiento y que -tal vez sin proponérselo-
reflejó el artista en la contraportada del número 13,
mayo-junio de 1996, en el segundo aniversario y la audacia de todos
los involucrados en el proyecto?
¿Habremos olvidado que se convirtió «en un espacio
para la transparencia y la luz multicolor de nuestra cultura y nuestra
sociedad» y en «palabra y cauce, resonancia y espejo,
»
tal como se anticipaba en el editorial del primer número?
Y aquel deseo-objetivo también expresado en el mismo editorial
Por eso, queremos ir más allá de la amargura de
contemplar las limitaciones de nuestra convivencia actual para -entre
todos- salir de la postración por los caminos de la creatividad.
Y más que criticar la pobreza asfixiante de nuestra casa, cambiémosla
y empecemos a proyectar, para agrandarla y embellecerla, un amplio y
sencillo vitral que conserve su cubanía y enriquezca con nuevas
luces nuestra siempre mestiza identidad. ¿Lo habremos olvidado?
¡Cuánto esfuerzo! ¡Cuánto riesgo! ¡Cuánta
incomprensión! ¡Cuán difícil resulta la publicación
de Vitral en un medio adverso!
Sin embargo está ahí, diez años después
de aquélla con portada azul-negra que nos conmovió a todos
y que le dijo a una sociedad cerrada que el hermetismo del cierre es
relativo e inversamente proporcional a nuestra disposición a
expresar, sin autocensuras, lo que pensamos. Está ahí,
diez años después de convertirse en una alternativa a
las recurrentes antinomias: bueno-malo; claro-oscuro; blanco-negro que
han caracterizado las últimas décadas.
Creo sinceramente que la portada del número 8, julio-agosto 1995,
expresa, tal vez mejor que todas las palabras posibles, el influjo de
Vitral en la sociedad: no hay destrucción -ese no es el objetivo-
sino reacomodo. Se le permite el paso porque es ya una realidad mientras
las otras realidades se mueven, cambian, se mantienen.
En aquellos primeros tiempos recuerdo que alguien me dijo Vitral es
como una gota de agua que poco a poco puede perforar una roca. Me gustó
el símil de la gota de agua -la fuerza de lo pequeño,
diría un amigo entrañable- mas no la idea de la destrucción
de la roca.
Vitral ha sido -¡es!- como esa gota de agua cargada de sales que
aparece en el techo de una cueva; se niega a caer, está sola,
lucha contra la gravedad pero se mantiene pegada; o como esa otra que
cae pero no rompe el suelo -no destruye, destruyéndose-. Ambas
esperan, con sabia paciencia, por la dinámica de los procesos
naturales, su solidificación, multiplicación y crecimiento.
Ya Vitral no es aquel proyecto que provocaba suspicacias, desconfianza
y hasta burlas; no es aquella de los primeros tiempos: ¿Vitral?
-decían algunos- acompañando la palabra con un sonido
gutural, un movimiento de labios y la cabeza hacia arriba; ¡Vitraaaaal!,
decían otros, mientras abrían los ojos desmesuradamente;
¡¿ una revista?! Y el dedo índice describiendo círculos
junto al oído; ¿por qué ese nombre? ¿dónde
la publican? ¿quiénes? y
¿cuánto
durará?.
No, ya Vitral no es aquella. Sigue siendo un hermoso proyecto con 60
números en la calle, ¡en la calle¡ Ahora; para bien
de todos y como un ejemplo de tolerancia, respeto, pluralismo, diversidad
y cambios hacia lo positivo nos convoca -como ayer- a mirar hacia adelante,
a cultivar la virtud, el amor, la libertad, a reconstruir nuestra Patria
sin que las diferencias, las ideologías, las distancias geográficas
o en el tiempo, sean un obstáculo para el común esfuerzo.
No, ya Vitral no es aquella. Ahora es simplemente, cotidianamente, Vitral.
Roberto Mendiluza Pérez
Vitral, diez años
después
Las siguientes palabras de reconocimiento y admiración
hacia nuestra querida Vitral fueron escritas sobre la base de los sesenta
títulos de los editoriales que Vitral ha publicado en estos diez
años de arduo y perseverante trabajo; trabajo con imperfecciones,
como toda obra humana, pero lleno de esperanzas y amor.
Vitral, la revista del Centro Católico de Formación
Cívica y Religiosa de la Diócesis de Pinar del Río,
es un ejemplo de publicación socio-cultural que vincula armónicamente
Cultura y religión(44) y ha sido en sus DIEZ años
de existencia un Espacio y proyecto (7) fundamentado en La
fuerza de lo pequeño (8) que Buscando la verdad en carne
viva(6) nos ha traído a muchos La Libertad de la Luz
(1), pues nos ha enseñado que con el No a la violencia(3)
y con Moderación y diálogo(13) podemos pasar De
la Confrontación al consenso(43) y de ahí, a la Convivencia
y tolerancia (9) para así llegar, sin recelos ni ánimos
de revanchas disfrazadas de justicia, a Una gran alegría para
todo el pueblo(22), a esa otra y constante Navidad: fiesta de
utopías(4) , fiesta del pueblo (28) y Celebración
pública(16) en la que nos sentiremos nuevamente hermanos
en el Amor, que es sentirnos hermanos en Cristo, en esa (al decir de
nuestro Apóstol) fusión dulcísima y consoladora
de amores y esperanzas que será nuestra Patria. Vitral, en todos
estos años de su existir, siempre ha sido fiel a la doctrina
de Paz de la Iglesia; Vitral siempre nos ha invitado, nos invita y estoy
seguro que nos seguirá invitando, a que No cerremos la puerta
a la esperanza(5) y a Celebrar entre todos la convivencia pacífica(52)
.
Vitral durante estos DIEZ años (¡nada fáciles!)
nos ha enseñado: que debemos Vivir en la verdad(18), que
No sólo de pan vive el hombre(10), que Sin trabajo
no hay país (12) y que tenemos El derecho a un nivel de
vida digno (47) y a usar y disfrutar de El Transporte(51)
sin una agónica espera ; que hay que tener en cuenta El agua
y la luz (15) y que le debemos decir No a la cultura del individualismo
(11) y No a la pena de muerte (45) y sí a La cultura
de la vida (30), considerando la Cultura: ¿ajiaco o caldosa(14)?
Confianza y espacio para crear (37) y a La Educación, el derecho
de elegir cómo ser (24).
Vitral nos ha ilustrado, durante esta década de su existir, de
que debemos vivir Atentos a los signos de los tiempos (19), pues
Todo pasa (50) pero sin perder de vista que si bien La causa
de Dios es la causa del Hombre (21), debemos Ser protagonistas
de nuestra propia Historia (29) haciendo uso de la Responsabilidad
para que no se apague la esperanza(26) y para que no prevalezcan
El desorden social(48), La corrupción(59) y La
violencia cotidiana(60); Vitral ha sembrado en nosotros la seguridad
de que en algún momento de nuestra historia patria Las puertas
se abrirán (40) Hacia la Reconciliación Nacional(32)
dando paso a La libertad de conciencia(42) , La libertad de
expresión(25) , La magnanimidad(38) y a La solución
pacífica de los conflictos(41) , dejando atrás al
Inmovilismo, callejón sin salida(31), y llevando a las
Relaciones Iglesia y Estado(20) a como deben ser: normales y
fluidas, pues ambas instituciones tienen al hombre como objeto y sujeto
de su actuar.
Aquellos que: Creemos en un solo Dios(39), en La Virgen de
la Caridad y la Patria(27) ; los que consideramos como una bendición
de Dios La visita del Papa a Cuba(17) y que Cuba después
de la visita(23) no fue la misma; los que creemos que aún
estando en medio de esta realidad debemos en Cuba: vivir en tránsito(36),
estamos totalmente convencidos que el Abrir las puertas a la redención(34)
personal nos traerá (en estos tiempos tan cercanos al Centenario
de la República de Cuba(49) ) La libertad(57) para
todos (y no para algunos o para la mayoría) así como nuevos
y grandes Desafíos y esperanzas(35) pues Las Escrituras
ya lo han dicho: «y conoceréis la verdad, y la verdad os
hará libres» (Juan 8, 32). Vitral, por medio de sus editoriales
y otras secciones, nos ha presentado magistralmente esa única
Verdad inculturada en nuestro contexto social actual e histórico.
Vitral ha esclarecido posiciones y conceptos cuando ha habido Una
confusión lamentable(54) o cuando se ha tenido que abordar
el tema de Cuba y las relaciones internacionales(33) en ocasión
de una importante reunión internacional en el país; también
Vitral, ante la ignorancia, la duda o la incertidumbre, ha respondido
con claridad meridiana las preguntas: Navidad en Cuba ¿Apertura
o aislamiento?(46) y ¿Hacia dónde va la Iglesia
en Pinar del Río?(53). De igual modo, Vitral en estos dos
lustros nos ha llamado y alertado a meditar seriamente sobre nuestro
existir al preguntarnos: ¿Qué estamos haciendo con
nuestra vida?(58) para que no desaprovechemos este preciado don
de Dios. Por último, Vitral, con lenguaje claro y sencillo, sin
utilizar recursos del, tan de moda, lenguaje apocalíptico, ha
trasmitido una advertencia llena de proverbial sabiduría: Quien
cierra el paso al cambio en paz, abre la puerta a la violencia(55).
Para que todo no sean lisonjas y complacencias hacia la admirada homenajeada,
retomo las palabras del editorial del segundo aniversario: «Nadie
presta mayor servicio a Vitral que quienes más la critican»
y señaló que en sus editoriales Irse del país,
solución o problema(2) y La emigración(56)
así como en otros artículos en los que se ha abordado
esencialmente el tema migratorio, se ha obviado, muy probablemente por
mesura y no por desconocimiento, el ideario y las posiciones que asumió
el mayor de todos los cubanos ante ese hecho y dilema; se ha obviado
a aquel que con mucho más que un poco de luz en la frente expresó:
«prefiero ser extranjero en otras patrias a serlo en la mía».
La esencia y presencia de ese legado martiano en dichos editoriales
no sólo nos habrian ayudado a esclarecer algunas causas sino
también a comprender que hay personas que aunque se van del país
no lo abandonan, ni huyen, ni escapan del mismo. También en esos
editoriales se han obviado la constitución apostólica
Exsul Familia y el mensaje de navidad de 1952, ambos del Papa Pío
XII, así como la encíclica Pacem in Terris, específicamente
su párrafo 25, del Papa Juan XXIII, documentos en los cuales
la Iglesia reconoce el derecho a emigrar del país aún
cuando esa emigración sea producida por causas económicas,
que no es el caso cubano, por no cumplir la emigración cubana
con las características generales que la literatura científica
especializada, la biodemográfica, le asigna a dicho tipo de migraciones.
Hasta aquí mi servicio a la trascendente Vitral, revista de temas
cubanos que hoy solamente cede, a mi modesto entender, ante la singular
Encuentro*, aunque reconozco que los objetivos y lectores a los
que ambas están dirigidas no son los mismos.
Finalmente para concluir quiero expresar: ¡ Gracias y Felicidades
Vitral! por cumplir tu promesa fundacional de ser «palabra y cauce,
resonancia y espejo
a cuantos tengan sed de comunicación,
reflexión y diálogos, sin distingos de colores ni empobrecedores
filtros para la luz» ** ; ¡ Gracias y Felicidades Vitral!,
por haber sido tú la Puerta de Luz que me dio fuerzas para recorrer
durante estos siete años y medio, el oscuro túnel de la
muerte incruenta. Muerte civil que me privó de ganar el sustento
familiar y grados científicos y de darle a mi pueblo, los mejores
y más maduros frutos de mi vida profesional y académica.
Vitral, tú has sido la Puerta; la Luz: Tú, mi Señor.
¡MUCHAS GRACIAS!
Pedro Pablo Arencibia Cardoso
Nota: Los textos en itálicas corresponden a los títulos
de los editoriales de la revista Vitral; los números que están
como supraíndices corresponden al número de la revista.
* Me refiero a la revista Encuentro de la Cultura Cubana, editada en
Madrid y cuyo fundador, ya fallecido, fue el destacado intelectual cubano
Jesús Díaz.
** Editorial « La libertad de la luz» año 1.no 1.
mayo-junio. 1994
FE DE ERRATA