Crónica de
la celebración por el X Aniversario de Vitral
El pasado 19 de junio se celebró en la Catedral de Pinar del
Río, el décimo aniversario de la revista Vitral, del Centro
de Formación Cívica y Religiosa de la Diócesis
de Pinar del Río.
Para comenzar la celebración, Dagoberto Valdés, director
de la revista, dio la bienvenida a los participantes entre los que se
encontraban Mons. José Siro González Bacallao, Obispo
de Pinar del Río, los Señores Embajadores de Chile y Polonia,
así como miembros del Cuerpo Diplomático de Alemania,
Canadá, República Checa, España y Perú.
También estaban presentes distinguidos representantes de la sociedad
civil, entre los que se encontraban Vladimiro Roca, Manuel Cuesta Morúa,
Miguel Saludes, Gisela Delgado, esposa de Héctor Palacios, Elsa
González, esposa de Víctor Rolando Arroyo, y otros familiares
de los 75 presos de conciencia enjuiciados hace un año. Nos acompañó
además el Padre Alberto García, director de Vida Cristiana,
decana de las publicaciones católicas cubanas, junto a su Consejo
de Redacción.
En su intervención Dagoberto destacó algunas líneas
de la mística fundacional de Vitral, como son la de ser un espacio
de libertad para todos, ser propositiva y no confrontativa, y ser un
espacio de diálogo, agradeciendo a los muchos colaboradores,
sin la participación de los cuales la revista no hubiera podido
salir durante 10 años.
Seguidamente el Sr. Gerardo Mosquera, curador y crítico de arte,
tuvo a su cargo la acostumbrada crítica anual de la revista,
que en esta ocasión hizo una evaluación de los 10 años.
Mosquera señaló que la revista es variada en temas, diversa
en cuanto a colaboradores, moderada en su estilo, ágil, y propositiva
en su discurso, aunque había tenido períodos en que había
dejado de tratar algunos temas medulares y se había concentrado
demasiado en la vida interna de la Iglesia. Vitral, sobre todo en sus
editoriales, expone una escuela de pensamiento coherente y polícroma
donde se pueden encontrar desde los temas más universales a los
más propios de Pinar del Río, desde un debate bioético,
hasta la reseña de un afamado cantante. La revista es franca
y política, en el sentido amplio de la palabra, y no desde la
dinámica del poder, es un espacio necesario,
señaló el afamado crítico, quien también
advirtió cómo la revista había animado el ambiente
de la cultura pinareña en estos 10 años, aunque fuera
por el hecho de que han surgido otras publicaciones en respuesta a la
misma.
Seguidamente el P. Alberto García, director de Vida Cristiana
dijo unas palabras de felicitación para el Obispo y el equipo
de la revista, a las que siguieron la lectura de las actas del jurado
del Concurso Vitral 2004. El Premio de Ensayo y Gran Premio correspondieron
a Rafael Almanza Alonso de Camagüey, con su cuaderno Los hechos
del Apóstol. En este mismo género obtuvo mención
el cuaderno Bioética de la felicidad de José A. Martínez
Coronel de Güines. En el género narrativa, el premio fue
para el cuaderno Los pies en el vacío de Reinaldo Hernández
Soto, de Carolina del Norte, Estados Unidos, y la mención correspondió
a Horror civis de Orlando Luis Pardo Lazo. El premio de poesía
fue compartido entre El libro de la salvación de Anisley Miraz
Lladosa, de Trinidad, Sancti Spíritus y al titulado Hurrá
y otras elegías de Rogelio Fabio Hurtado Rodríguez, de
Ciudad de La Habana. La mención en este género correspondió
a Centinela de calma de José Poveda Cruz. En esta edición
los jurados fueron integrados por: Tania Cordero, Adriana Zamora García,
Michel Encinosa Fu, Raúl Capote Fernández y Amado del
Pino.
Luego el Obispo de Pinar del Río, tuvo las palabras de gratitud
para los lectores y colaboradores de la revista, expresando que Vitral
había surgido tras escrutar los signos de los tiempos
como enseña Jesucristo, en estos años difíciles
que urgen de luz para mejor ver, y libertad para rectamente decidir.
El final de la velada fue animado por jóvenes artistas pinareños:
Servando Blanco, Félix Alberto Bernal, y los dúos de Akemis
Dávila y Elier Mesa de la Iglesia Adventista, y Juan Cristóbal
Salgas y su hijo Jaciel Salgas, que nos deleitaron con su música
y su canto, en un programa que incluyó piezas cubanas y universales.
Especial resonancia tuvo la interpretación por parte de Félix
Alberto Bernal del Coro de los esclavos de la ópera
Nabucco de Verdi.
Fue una noche de fiesta y reflexión, de evaluación y relanzamiento,
de un pequeño espacio, en cuya fuerza creemos muchos, y de una
pequeña familia, abierta al mundo y al servicio de Cuba. /Sergio
Lázaro Cabarrouy Fernández Fontecha.
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Los amigos de Vitral colmaron
la Santa Madre Iglesia de la Catedral,
en los primeros
bancos de la izquierda, el Sr. Obispo y Gerardo Mosquera
con su señora y, miembros del Cuerpo Diplomatico acreditado
en Cuba.
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Palabras de Dagoberto
Valdés, Director de la revista Vitral en la celebración
del X Aniversario
Catedral de Pinar del Río, 19 de junio de 2004
Querido Sr. Obispo:
Excelentísimos Sres. Embajadores de las Repúblicas de
Chile y Polonia.
Distinguidos miembros del Cuerpo Diplomático.
Sr. Gerardo Mosquera y Erena, su esposa.
Distinguidos señores del jurado.
Queridos Gisela Delgado, Elsa González y demás familiares
de los presos de conciencia.
Sres. Vladimiro Roca, Miguel Saludes y Manuel Cuesta Morúa.
Querido P. Alberto García y el Consejo de Redacción de
nuestra abuela, de nuestra hermana mayor Vida Cristiana, la única
publicación que durante treinta y cinco años tuvo la Iglesia
Católica en Cuba, en la que nos inspiramos profundamente.
Queridos amigos todos:
Diez años es poco y es mucho. Depende de cómo se vivan
y para qué se vivan.
Vitral, esta ventana multicolor para la cultura y la sociedad cubana
cumple 10 años.
Deseo dar la bienvenida a todos cuantos han querido celebrar este espacio
con nosotros. Los que han venido y los que no han podido venir por razones
diversas, y a los que consideramos siempre nuestros amigos. Especialmente
nuestro hermano y amigo Pedro Luis Ferrer y su grupo que no han podido
venir por problemas de salud. De todas formas les agradecemos su disposición
de venir en otra ocasión.
Quisiera decir tres palabras: primero, que ninguna publicación
puede vivir 10 años si no cuenta con numerosos colaboradores.
Si Vitral ha llegado es porque los ha tenido buenos y muchos. Esto es
una señal que debemos tener muy en cuenta.
Segundo: quiero además recordar algunas de nuestras místicas
fundacionales que queremos mantener al cumplir 10 años y en lo
adelante:
Vitral no es la luz de la libertad. Porque esa luz la tenemos todos.
Unos muy dentro y otros que la expresan más. Por eso Vitral no
ha querido poner en su lema ser la luz de la libertad sino
al revés: la libertad de la luz que cada cubano tiene
dentro, es decir, el espacio de libertad para que cada quien que lo
quiera exprese su propia luz sea del color que sea.
Vitral no nació ni crece contra nadie, ni para confrontar a nadie.
Ella no ha querido y no quiere ser confrontativa sino propositiva. Lo
que pasa es que a veces las proposiciones de la diversidad no gustan
de la misma manera a todos. Pero, por si acaso , si alguna vez hemos
parecido lo contrario, pedimos a los diez años públicamente
perdón por transmitir un mensaje que no es de nuestro espíritu.
Vitral es para los demás, sin quererlo, no para ella misma, ni
siquiera para la Iglesia que la patrocina, sino que ha querido ser una
revista abierta, plural, cívica, para todos y desde cualquier
ángulo de la cultura cubana. Es un espacio no confesional y abierto
de inspiración cristiana.
Vitral ha querido y sigue queriendo el diálogo, el debate público,
no la intriga, ni el temor, no la sombra ni la duda, sino la luz. La
Transparencia es y debe ser su signo y su programa. Vitral es y quiere
ser una simple trabajadora por la justicia y la paz. Hoy ratificamos
nuestro deseo y nuestra esperanza de diálogo con todos, incluidas
las autoridades de nuestro país. Diálogo, eso es, y transparencia.
Y por último, permítanme decirles en nombre de nuestro
Consejo de Redacción, que desea expresar, al cumplir diez años,
lo que todos sabemos: lo debemos en primer lugar a Dios, nuestro Padre,
pero también lo debemos a un pastor guajiro y transparente, coherente
y cercano, sin cuyo patrocinio y ánimo Vitral no existiría:
Mons. José Siro González, el digno Obispo de Pinar del
Río.
Muchas Gracias.
Palabras de Mons.
José Siro González Bacallao, Obispo de Pinar del Río
en el X Aniversario de la revista Vitral. 19 de junio de 2004
Sres. Embajadores de Polonia y Chile
P. Alberto García, director de Vida Cristiana
Sres. del jurado del Concurso Vitral
Queridos hermanos y amigos:
El Papa Juan XXIII llamado por el pueblo el Papa Bueno, fue uno de
los grandes profetas de nuestro tiempo y el primero que hace cuatro
décadas habló por primera vez de los signos de los
tiempos, es decir, de las señales que se perciben en las
etapas de vida de los hombres.
Ya Jesús nos había señalado que había
que escrutar las señales de los tiempos para actuar con
certeza y rectitud.
En aquellos tiempos y en los nuestros cuando el hombre mira sólo
hacia lo tierra o se deja deslumbrar por estrellas fugaces o fuegos
fatuos no es capaz de percibir las realidades que vive o las que se
avecinan.
Hace diez años un grupo de hijos de la Iglesia escrutando los
signos de los tiempos y percibiendo la responsabilidad que las mismas
anunciaban, pensamos y decidimos crear un Centro de Formación
Cívica y Religiosa para ayudar, como es nuestro deber, en la
preparación de hombres que miraran al cielo con los pies bien
puestos en la tierra y nació VITRAL, una sencilla revista provinciana
que pretendía iluminar con la libertad de la luz las realidades
que nos ha tocado vivir en estos años difíciles que urgen
luz para mejor ver y libertad para rectamente decidir.
No ha sido fácil la tarea porque el hombre de hoy tiene dificultades
serias en comprender que es muy necesaria la luz para encontrar la libertad
y que es imprescindible la libertar para valorar la luz.
Hoy, al celebrar el décimo aniversario de nuestra querida revista
hacemos una pausa para dar gracias a Dios por arribar, con su ayuda,
a esta edad, corta en el tiempo de los hombres, pero larga en su quehacer
para los hombres.
Gracias al grupo de hermanos y hermanas que sin temores ni prejuicios
hacen posible algo que es difícil y sienten la satisfacción
de ayudar a que sea realidad algo pequeño que puede encerrar
gran fuerza.
Gracias siempre y de modo especial en esta ocasión al amigo Gerardo
Mosquera, que como buen amigo prueba con su lealtad que nos aprecia
y nos distingue.
Gracias a los componentes del tribunal que ha hecho posible otorgar
premios sin faltar a la justicia y actuando con probada delicadeza y
honestidad.
Felicidades al galardonado con el primer triunfo y a los demás
premiados; una vez más la maestría y el valor son alabados
y congratulados.
Quiero dejar constancia de mi pena y de la tristeza de los participantes
en esta fiesta por la ausencia involuntaria de nuestro invitado, el
amigo Pedro Luis Ferrer quien, muy a pesar suyo y por motivos de enfermedad
no ha podido estar con nosotros.
Gracias a todos, queridos hermanos y amigos por su presencia, preciosa
y muy apreciada por nosotros, que con la libertad de la luz, queremos
valorar estos que son también signos de los tiempos.
Muchas gracias.
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En primer plano,
distinguidos miembros del jurado que participó en el
concurso Vitral 2004 y reconocidos representantes de la sociedad
civil en Cuba.
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