Revista Vitral No. 56 * año X * julio-agosto 2003


BIOÉTICA

 

A DEBATE
RESPUESTA AL CASO 10
CASO 12, NUEVA PROPUESTA

A CARGO DE ANTONIO M. PADOVANI

RESPUESTA
AL CASO 10
CASO 12,
NUEVA PROPUESTA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


RESPUESTA AL CASO 10

El aborto es algo cotidiano, hemos oído muchas veces expresiones como: “si salgo embarazada me lo saco, yo estoy muy joven para complicarme la vida con un hijo”. Expresiones que son reales, muchas veces una joven no está preparada ni física ni síquicamente para enfrentar la difícil tarea de criar un hijo, esto la lleva a buscar alternativas a un embarazo no deseado; pero ¿es matar al hijo no deseado la solución al problema? Si la solución a nuestros problemas fuese matar seríamos una sociedad de violencia extraordinaria, como leo en distintos trabajos periodísticos o literarios que sucede en algunas sociedades latinoamericanas, donde la violencia se ha entronizado de forma tal que, matar a alguien porque protestó por la música alta o por cualquier otra razón banal es algo cotidiano. Buscar soluciones humanas, que sean factibles y no lleven a la muerte del hijo no deseado, es más difícil, pero también más humano. Muchas parejas sin hijos desean adoptar uno, pero la futura madre prefiere muchas veces matar a su hijo no nacido antes que regalar al hijo ya nacido. Padres sin comprensión con sus hijos emplean expresiones como; ¡Busca quién te lo mantenga! o ¡deja de estudiar y ponte a trabajar!, son expresiones paternas que les cierran los caminos a los hijos que por un error, generalmente por inmadurez, tienen frente a sí la responsabilidad de un embarazo. Son adolescentes que quieren garantizar un futuro con su estudio, pero tienen que hacer frente a una responsabilidad para la cual no están preparados y que sus padres se niegan a compartir.
Existen cuatro tipos de aborto provocado, de acuerdo con la causa que los motiva:
-Aborto Terapéutico. Donde una afección grave pone en peligro la vida de la madre y la del hijo y una opción terapéutica es interrumpir el embarazo que la madre no puede mantener para así permitirle luchar con mejores oportunidades con una afección que puede ser mortal.
-Aborto Eugenésico. Aquel en el cual se pone fin a un embarazo por razones porque el producto del mismo es un niño minusválido o malformado.
-Aborto por razón de Honor. Es el que se practica en una mujer que se embaraza producto de una violación y no quiere tener un hijo de este acto de violencia.
-Aborto Social. Es el que se practica cuando una madre no quiere tener un hijo por cualquier motivo. Puede ser porque “no está preparada para ser madre”, o porque “no puede mantenerlo económicamente” o porque “el padre no quiere hacerse cargo del hijo”, o por cualquier otra razón, que razones siempre sobran como justificaciones.
Quisiera hacerme algunas preguntas para responder este caso:
1-¿Matamos a alguien al hacer un aborto? Es evidente que matamos “algo”, pero la cuestión es si ese “algo” es o no es “alguien”, o sea, la condición de “ser humano” ¿se ha alcanzado ya, o no? Muchos criterios hay respecto al momento en que un embrión deja de ser “cosa” y se convierte en “persona”. Algunos consideran que sólo en el momento del nacimiento alcanza esta condición, ya que entonces es cuando, al quedar separado de la madre puede tener vida propia; otros, que a partir de los 6 ó 7 meses de embarazo, pues entonces puede sobrevivir si nace; otros consideran que lo es a partir de las 10 semanas pues entonces tiene forma humana; otros que desde el momento en que el óvulo fecundado llega al útero y se adhiere a la pared del mismo ya es persona, pero que mientras es un óvulo fecundado en busca de nido no puede considerársele persona.
Los católicos consideramos que desde el mismo instante en que se produce ese evento maravilloso que es la unión de un óvulo con un espermatozoide, desde la fecundación, ya existe un nuevo ser, con todos los derechos que tiene todo nuevo ser, sobre todo con el derecho a la vida. A favor de este criterio van los “avances” de la ciencia moderna, ya que los argumentos que se emplean para justificar las posiciones que plantean un período donde el óvulo fecundado no es persona se basan en que este óvulo no puede sobrevivir fuera del vientre materno. Hoy en día es técnicamente posible (no creo que éticamente deba permitirse) “fabricar” un ser humano fuera del vientre materno y llevarlo hasta el pleno desarrollo en condiciones de laboratorio, lo que demuestra que el óvulo fecundado tiene vida propia desde la fecundación, aunque dependiente de las condiciones que lo rodean, pero aún los adultos dependemos de las condiciones que nos rodean y los niños pequeños dependen totalmente del apoyo que se les de ¿dejan por eso de ser personas? Muchos minusválidos no pueden sobrevivir sin ayuda ¿nos da eso derecho a matarlos?
2-¿El embrión siente las maniobras abortivas y sufre por ellas? Esto está ampliamente demostrado: filmar lo que ocurría en el interior del vientre materno para demostrárselo a sus alumnos fue lo que llevó al principal abortista de New York a convertirse en un decidido luchador por los derechos del embrión. De esta conversión surgió el documental “El Grito silencioso”, en el cual podemos apreciar los esfuerzos de los embriones por escapar al instrumento que, en definitiva, les causará la muerte. Además, se ha demostrado que el no nacido es capaz de percibir los estados de ánimo de la madre y aún de los que lo rodean durante el embarazo; siente cuando el medio le es favorable y cuando no, y esto repercute en su desarrollo futuro. La vida comienza dentro del útero y no cuando se nace.
3-¿En que circunstancias está justificado el aborto? En las mismas en que está justificado matar a un adulto, con la diferencia de que en el caso de un adulto pudieran invocarse culpabilidades que es imposible alegar en un no nacido, o peligro social que tampoco es posible achacar al embrión. Decida Usted mismo, si el embrión es persona, ¿Cuándo y por qué podemos matarlo?
4-Si la Ley lo permite ¿Por qué no hacerlo? Porque no todo, .lo que la Ley permite es correcto moralmente hablando, como algunas cosas que la Ley prohibe pudieran ser consideradas moralmente permisibles. La relación MORAL-LEY es interesante y discutible, pero no es el tema que nos ocupa.
Cuando menciono el tema del aborto siempre recuerdo a mi profesor de Embriología, el Profesor Faura, quien al llegar en su clase al momento en que el óvulo es fecundado, siempre se detenía en ese punto, independientemente del tiempo de clase, para en la siguiente poder decir: “Nos quedamos en nuestra clase anterior en el momento en que el óvulo era fecundado por el espermatozoide, momento a partir del cual este óvulo fecundado se convierte en un nuevo ser, con todos los derechos de vosotros que estáis sentados ahí y todo el que atente contra la vida de ese nuevo ser es tan criminal como el que atente contra la vida de cualquiera de vosotros” Palabras que nos impresionaban por lo que de cierto tenían. En esa época el aborto constituía un delito previsto y penado por la Ley.
En nuestra sociedad actual el aborto es práctica corriente entre los jóvenes, hemos escuchado más de una vez la expresión; “cualquier problema, me lo saco y ya”, como se habla de una muela que molesta, con pérdida total de la sensibilidad que debe tener una madre al referirse a su hijo, que eso es el embrión, el hijo de quien lo quiere matar.
Todos fuimos embriones alguna vez y nuestros padres respetaron nuestra identidad y por eso estamos aquí y no junto a esos angelitos que, estamos seguros, perdonaron a quienes les quitaron la vida.
Maternidad y Paternidad responsables incluye enseñar a nuestro hijos a respetar la vida ajena y más aún la que proviene de ellos mismos, Usted puede decidir hacer un aborto porque sus padres no pensaron igual cuando su madre lo llevaba en el vientre, la posibilidad de vivir nos la dieron a nosotros, ¿Va a negársela a su hijo? ¿Le hubiera gustado ser desmembrado por la cureta del ginecólogo? ¿Moverse dentro del útero tratando de escapar a un instrumento que lo va descuartizando poco a poco?
¿Cuántos Einstein o Copérnico o Picasso o Varela o Martí dejaron sus restos en un aborto? No sé, y ¿Usted?

 

CASO 12, NUEVA PROPUESTA

Hoy traemos como caso a debate un hecho que mantuvo en suspenso a la mayor parte de las personas del mundo con acceso a los medios de comunicación masiva, creemos que por la importancia de algunos de los problemas éticos vinculados con el caso vale la pena debatirlo.
Recientemente fue anunciada la realización de una intervención quirúrgica que separaría a dos siamesas unidas por sus cabezas, con dos encéfalos separados, pero con una sola cavidad craneana. Las dificultades técnicas inherentes a una intervención de este tipo hicieron calcular la duración de la intervención en aproximadamente 48 horas seguidas. Una vena encefálica compartida llevó a plantear el cómo sustituirla, también la necesidad de fabricarle a cada siamesa la mitad del cráneo de un material adecuado presentaba otro reto, no obstante el equipo médico se decidió a realizar la intervención.
Las siamesas iraníes, de 29 años de edad, Ladan y Laleh Bijani fueron al quirófano con la esperanza de quedar separadas y vivas, aún sabiendo que las posibilidades eran de alrededor de un 50%, de lo que según los médicos del Raffles Hospital de Singapur, habían sido debidamente informadas. La realidad fue una operación de 52 horas de duración, en la que intervinieron 28 médicos y 100 miembros del personal auxiliar. Según se reporta un sangramiento, que los cirujanos de venas (Angiólogos) no pudieron controlar, llevó a las siamesas a morir desangradas.
Ahora se levantan voces que plantean la cuestión desde otra óptica. Según publica el boletín de información “Australasian Bioethics Newsletter” en su edición del 11 de Julio, el Dr. Mark Siegler, del centro de ética de la Universidad de Chicago opina que, la técnica a emplear era una innovación no convencional. Los familiares de las siamesas, tanto sus padres naturales como los adoptivos trataron de disuadirlas. “Las utilizaron como ratones de laboratorio” dijo el padre adoptivo, Dr. Alireza Safaian. En Alemania se ha planteado que la información no fue suficiente.
Este caso abre discusiones en cuanto al consentimiento informado, cuánto y cómo se le debe informar a los pacientes ante un proceder médico o quirúrgico, son cuestiones a debatir. Le propongo una serie de preguntas, trate de responderlas honestamente y, por favor, si le es posible envíenos sus criterios, los esperamos.
En Cuba:
1-¿Cree usted que antes de una operación o de un procedimiento cualquiera (Radiografía, Endoscopia, análisis, etc.) sería conveniente informar al paciente de las ventajas y desventajas del procedimiento?
2-Si se ha operado ¿Le han informado detalladamente en qué consiste la operación, los riesgos que tiene y las ventajas que se esperan de ella?
3- ¿Le asusta saber?
4-Si un familiar cercano suyo va a ser sometido a una intervención quirúrgica grande y el médico le va a informar detalladamente sobre ella prefiere que:
-Le informen a su familiar en presencia de usted.
-Le informen a su familiar y a usted por separado, para que no se lo digan todo a él, pero sí a usted.
-Le informen a usted, pero no a su familiar, de eso se encargan usted mismo.
-No le informen a nadie nada más que lo elemental, no quieren detalles, para eso está el médico, que es el que tiene que saber.
5-Si es usted el que va a ser operado, quisiera que:
-Le informen a su familiar en presencia de usted.
-Le informen a su familiar y a usted por separado, para que no les digan todo a ellos, pero sí a usted.
-Le informen a usted, pero no a su familiar, de eso se encarga usted mismo.
-No le informen a nadie nada más que lo elemental, no quieren detalles, para eso está el médico, que es el que tiene que saber.

 

Revista Vitral No. 56 * año X * julio-agosto 2003
Antonio M. Padovani Cantón
(Pinar del Río, 1949)
Especialista de Segundo Grado en Medicina Interna. Graduado de la Facultad de Ciencias Médicas de Pinar del Río.