Vaticano, 13 de abril de 2003
Domingo de Ramos
Distinguido Señor Presidente:
Al acercarse la Santa
Pascua, me es grato, en primer lugar, expresar mis mejores votos para
Usted y para toda la Nación Cubana.
Cumplo, además, el alto encargo, de comunicarle que el Santo
Padre se ha sentido profundamente afligido al conocer las duras penas
impuestas recientemente a numerosos ciudadanos cubanos, y, también,
por algunas condenas a la pena capital.
Ante estos hechos, Su Santidad me ha encargado que pida a Vuestra Excelencia
que tenga a bien considerar un significativo gesto de clemencia hacia
los condenados, con la seguridad de que dicho acto contribuiría
a crear un clima de mayor distensión en beneficio del querido
pueblo cubano.
Estoy seguro de que Usted comparte también conmigo la convicción
de que sólo una confrontación sincera y constructiva entre
ciudadanos y Autoridades civiles puede garantizar la promoción
de un Estado moderno y democrático en una Cuba cada vez más
unida y fraterna.
Aprovecho esta circunstancia para renovarle, Señor Presidente,
los sentimientos de mi más alta y distinguida consideración.
Cardenal Ángelo Sodano
Secretario de Estado
——————————————————————————
Al Excelentísimo Señor Dr. Fidel Castro Ruz
Presidente del Consejo de Estado
y del Gobierno de la República de Cuba.