Ciudad del Vaticano, 3 diciembre
2002 (ZENIT.org).- El cardenal Paul Poupard, «ministro»
de Juan Pablo II para la cultura, pidió este martes ver en el
cine «un vehículo insustituible de comunicación,
cultura y evangelización», al concluir este martes el congreso
sobre cine y los diez mandamientos promovido por organismos de la Santa
Sede.
El cardenal Paul Poupard, presidente del Pontificio Consejo para la
Cultura, presentó su propuesta tras preguntar qué lugar
encuentran Dios y el hombre en la cultura contemporánea. La respuesta
la ofrece el mismo Dios al dar un nuevo mandamiento, añadió:
«Cristo nos invita a poner al hombre en el centro de todo, con
sus dudas y ambigüedades».
Este es, para el cardenal, el desafío: «Escuchar la cultura
de los hombres y volver a comenzar por el inicio, por el amor a Dios
y al prójimo».
«Parece que en el cine se impone la ley de mercado y que una parte
de la cultura mediática es vulgar y violenta», reconoció
el encargado de la Santa Sede para las relaciones con la cultura. Sin
embargo, se apresuró a matizar, «el cine es el instrumento
más maravilloso para soñar y crecer en ideales»,
y todos tenemos el compromiso de saber orientar la pregunta de sentido
que plantea.
Dado que «se encuentran rastros de la dimensión espiritual
en el cine», según el cardenal Poupard, «nuestra
obligación consiste en iluminar y alimentar esta huella de sentido».
Poupard presidió la segunda y última jornada de reflexión
del Congreso «Los diez mandamientos en la cultura cinematográfica
del tercer milenio», que organizaron el Consejo Pontificio para
la Cultura, el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales,
y la Filmoteca Vaticana, en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz
de Roma.
El Congreso tiene lugar paralelamente a la celebración en Roma
del Festival «Tertio Millennio», que analiza a partir de
este martes los valores espirituales de la producción cinematográfica.
En la conclusión del acto, Claudio Sinischalchi, profesor de
Cine en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y organizador del
Congreso de Cine y del Festival «Tertio Millennio», recordó
que «Juan Pablo II ha sabido leer nuestro tiempo de manera total,
poniendo la ética a la base de toda reflexión».
El profesor Sinischalchi lamentó «la deficiencia ética
de nuestra sociedad» pero al mismo tiempo explicó como
es posible que la ética entre en la cultura cinematográfica.
El Congreso concluyó en la sede del Consejo Pontificio para las
Comunicaciones Sociales (PCCS) con la visión de la película
«We were Soldiers», de Randall Wallace (2002).
Tomado de Zenit.org. ZS02120305