Revista Vitral No. 53 * año IX* enero-febrero 2003


ECOS

 

PARA HACER POSIBLE
LO NECESARIO

DÉCIMO ENCUENTRO ANUAL DE ANIMADORES DEL CFCR,
CELEBRANDO SUS 10 AÑOS

SERGIO LÁZARO CABARROUY FERNÁNDEZ-FONTECHA

 

 

10 años en la bimilenaria historia de la Iglesia no significan nada, muy poco en la de la República de Cuba, que ya tiene 100. Sin embargo, 10 años sí son muy significativos en la vida de cualquier persona concreta. Y en efecto, estos 10 años han tenido gran significación en la historia de muchas personas, que han encontrado aquí oportunidad y aliento, horizontes y sentido para su vida.»
Así empezaban las palabras de bienvenida de Dagoberto Valdés, director del Centro de Formación Cívica y Religiosa de la Diócesis de Pinar del Río (CFCR) que cumplió 10 años el pasado 29 de enero, al presentar a los invitados y al conferencista de la tradicional cesión abierta que inaugura los encuentros anuales de formación de animadores de dicho centro. En esta ocasión el conferencista fue el Dr. Ricardo Arias Calderón, ex vice-presidente de la República de Panamá y ex-presidente de la Internacional Demócrata Cristiana. El Dr. Arias vino acompañado de su esposa, Teresita Yániz, habanera de origen, que es parlamentaria en Panamá y ha sido presidenta de dicho Parlamento. Estaban presentes también Mons. José Siro González Bacallao, Obispo de Pinar del Río y rector del CFCR, Mons. Nicolás Thevenin, secretario de la Nunciatura Apostólica en la Habana, acompañado de Madame Brigitte y de la oblata Mariela, secretaria del Sr. Nuncio Apostólico.
La conferencia del Dr. Arias se titulaba: “Democracia: Formación Cívica y participación ciudadana”, la cual comenzó abordando los conceptos principales de Democracia y mostrando brevemente su realización en diferentes momentos de la Historia. Seguidamente aborda el Concepto, según se ha ido exponiendo y madurando en las 12 Cumbres Iberoamericanas, de las cuales el Presidente cubano ha firmado las 10 primeras. En cuanto a su concepción de la Democracia “Iberoamérica es discípula del Padre Varela” ha dicho el Dr. Arias al exponer los puntos de contacto entre las declaraciones de las Cumbres y las enseñanzas del P. Varela, padre de la nacionalidad cubana. Luego el conferencista resume todo un inventario de condiciones políticas para la gobernabilidad democrática entre las que destacó el respeto incondicional a los derechos humanos, las elecciones libres y competitivas, y el auténtico debate público. Recalcó asimismo lo imprescindible de la división de poderes y la lucha contra la corrupción de éstos como elementos imprescindibles para el respeto a los derechos ciudadanos: “la corrupción de los políticos es la de los pueblos”, dijo, y advirtió de la importancia de la formación cívica y política de los ciudadanos en todos los estratos sociales, para hacer posible el consenso en medio de la diversidad, que hace posible la democracia y minimiza los males que pueden hacer aparecer como alternativa a cualquiera de las formas de autoritarismo que amenazan con hacer involucionar a los procesos democráticos que se viven en el continente. “El cristiano no teme al fracaso, porque sabe que de ahí puede surgir la resurrección”, afirmó al referirse al necesario compromiso de los cristianos en la política, que muchas veces es rehuido por ser realmente difícil, desvirtuado por muchos, y exigente de muchos sacrificios. Al finalizar la conferencia hubo una sesión de preguntas y comentarios en la que los participantes pudieron expresarse libremente. El Dr. Arias contestó a todas las preguntas en un ambiente de diálogo y tolerancia.
El encuentro continuó a la mañana siguiente con una dinámica, en la que cada cual debía presentar al resto de los participantes, a otra persona que hubiese conocido allí en el encuentro. Fue un buen momento para conocer nombres, ocupaciones, gustos, aspiraciones, y compromisos en la comunidad. Estaban presentes animadores de Cabañas, Candelaria, San Cristóbal, Los Palacios, Bahía Honda, San Juan y Martínez, San Luis, Sandino, y Pinar del Río.
Seguidamente se dio paso a la sesión de trabajo de la mañana que comenzó con el testimonio del Dr. Árias y su esposa, que expusieron lo que entendían por el compromiso político de los laicos, y cómo lo habían vivido como matrimonio, fue un momento privilegiado para que los participantes pudieran palpar cómo pueden integrarse las dimensiones de la vida de la familia, en las que el ejercicio de profesiones concretas y la entrega a los demás en la práctica política, forman parte de una misma espiritualidad de seguidores de Cristo.
Señalaron que la política es una vocación, es decir, un llamado, que debe ejercerse como un oficio, al cual hay que dedicar tiempo y esfuerzo. “La política es el arte de sustituir la violencia por la palabra. Los lugares públicos donde se ejerce la política, son lugares donde se habla, donde las personas se comunican entre sí para ponerse de acuerdo en resolver sus problemas y conseguir el progreso común. La política es el arte de hacer posible lo necesario, aunque parezca imposible.“ Dijeron también que el trabajo político debe hacerse por la gente concreta, por ejemplo, Teresita que dirige una ONG de promoción de la mujer, no trabaja “por la mujer en abstracto”, sino por Juana, María, Cecilia,..., que son personas concretas que se sirven de su organización y que tienen unas necesidades y unas capacidades específicas. La política, afirmaron, requiere disponibilidad para atender las solicitudes de la gente, a cualquier hora, y en cualquier circunstancia de la vida personal, pero al mismo tiempo no puede absorber toda la vida, y todas las dimensiones de ésta. El compromiso no puede arrebatar el descanso, la vida familiar, el ejercicio de algún oficio o profesión concreta, y el cultivo de amistades, porque entonces se haría inhumano y ficticio. Este equilibrio es difícil, como lo es el propio compromiso en sí, que para ser ejercido con transparencia y eficacia, espantando vicios y corrupciones, debe vivirse “como un asunto de la vida eterna”, es decir, como parte de un camino cuyo final y cuyos frutos, sólo se ven realizados completamente en la vida con Dios, al final de nuestro peregrinar en este mundo. En este arte es preciso aprender a perder, a ver fracasar proyectos, y a dar sin recibir nada, sino, a veces, mal por bien, sin embargo, para el cristiano “esta dura realidad significa perder ahora para ganar después, recibir perjuicios, a cambio del beneficio, a veces desconocido, que nuestro trabajo realiza en otros”, afirmaron citando a Arístides Calvani, insigne político venezolano que los acompañó y los animó, sobre todo en los momentos más difíciles en que sufrieron humillaciones y destierro. Teresita y Ricardo viven su matrimonio como comunidad de vida, en la que se respetan mutuamente los modos de hacer la política, que pueden ser diversos, en medio de una comunión de lo esencial.
Al finalizar el rico intercambio, en el que no faltaron muy buenas preguntas, y transparentes testimonios de los participantes, se pasó a un momento de reflexión personal con preguntas encaminadas al discernimiento sobre la manera de como cada cual entendía y vivía la dimensión política del compromiso cristiano. La plenaria que siguió tuvo un rico debate en el que hubo opiniones diferentes. Unos consideraban el compromiso político como opcional en la vida cristiana, y otros que esta dimensión es obligatoria, “parte de”, en el compromiso cristiano, sólo que hay personas que la cultivan en un mayor grado y otros en un grado mucho menor, si se entiende la política en su concepto amplio de acción encaminada al bien común, y no sólo como la militancia partidista concreta. La segunda opinión prevaleció al final.
La tarde del sábado estuvo dedicada a un taller sobre la mística que inspira al animador del CFCR. Un momento para el cultivo de la propia espiritualidad, y para confrontar los elementos que conforman la mística del Centro, con la manera en que cada cual vive y se relaciona con Dios y con los demás, un tiempo para el cuestionarse sobre si se está en disposición y capacidad para vivir un compromiso con el sentido y las motivaciones que han conformado la mística del Centro en estos 10 años, algunos de cuyos elementos son: tener a la persona como centro, protagonista y fin de la dinámica social; creer en la fuerza de lo pequeño, siendo sal y fermento; debatir ideas y proyectos, no atacar personas; educar para la libertad y la responsabilidad; permanecer y comprometerse en Cuba y por Cuba; y optar por la gradualidad: sin parálisis ni radicalismos. Esta reflexión estuvo antecedida de una breve exposición sobre qué se entiende por mística. Los participantes trabajaron duro, de lo cual pueden esperarse provechos. En la dinámica seguida, cada cual debía hacer una lectura orante de los 15 puntos que describen esta mística y que están escritos en la Presentación del CFCR, y luego profundizar en uno de ellos, asignado al azar, para reflexionar sobre cómo este elemento contribuye a animar la fuerza interior (ser más), y cómo contribuye a desarrollar motivaciones para la animación (hacer más). Al final en equipos pequeños de tres o cuatro personas, se ponían en común las reflexiones y se llevaron a plenario, que fue también muy rico y participativo, aunque con poco tiempo. Por la noche los participantes disfrutaron de una velada cultural animada a tres manos: el bolerista habanero Frank Hernández, el también cantante y pinareño, Gilberto de la Rosa, y cuatro miembros del grupo musical de la Iglesia de Bahía Honda, “Peregrinos del Amor”, que participaban en el encuentro e improvisaron una sabrosa descarga.
La mañana del domingo se dedicó al intercambio de experiencias que evaluaba el trabajo de los equipos de animación en las parroquias, de los grupos del Centro, así como el camino recorrido en 10 años, para superar limitaciones y potenciar lo logrado, sabiendo ser fieles a los signos de los tiempos en las necesidades concretas del pueblo al que Dios nos ha llamado a servir. La eucaristía, muy emotiva, y con una liturgia cuidadosamente preparada, puso ante el altar del Señor del la Historia, todo lo vivido, para que su Fuerza, que da al hombre y a la mujer, un Motivo para vivir, sea la que nos siga acompañando. ¡Felicidades pequeño equipo! ¡Sigan adelante en su empeño de personalizar y socializar!

   

 

Revista Vitral No. 53 * año IX* enero-febrero 2003
Sergio Lázaro Cabarrouy Fernández-Fontecha
(San Diego de Los Baños, 1971)
Graduado de Ingeniería en Telecomunicaciones (ISPJAE, 1994.) Animador del CFCR y Responsable del Grupo de Computación. Actualmente trabaja como técnico de diseño y reparación de equipos electrónicos en la Universidad de Pinar del Río.