Revista Vitral No. 52 * año VIII * noviembre-diciembre 2002


ÚLTIMA HORA

 

OSWALDO PAYÁ SARDIÑAS. FOTO TOMADA DURANTE LA VII SEMANA SOCIAL CATÓLICA EN MATANZAS, 1999.

 

OSWALDO PAYÁ SARDIÑAS PREMIO SÁJAROV 2002
A LA LIBERTAD DE CONCIENCIA

DISCURSO DEL SR. PAT COX, PRESIDENTE DEL PARLAMENTO EUROPEO

DISCURSO DE ACEPTACIÓN DEL PREMIO SÁJAROV A LA LIBERTAD DE ESPÍRITU PRONUNCIADO POR EL SR. OSWALDO PAYÁ

ACERCA DEL PREMIO SÁJAROV

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

OSWALDO PAYÁ SARDIÑAS
PREMIO SÁJAROV 2002
A LA LIBERTAD DE CONCIENCIA

CRÓNICA EXCLUSIVA DESDE EL PARLAMENTO EUROPEO. ESTRASBURGO, FRANCIA. POR CORINNE CUMERLATO, ACREDITADA PARA LA REVISTA "VITRAL" EN ESTA OCASIÓN



Martes 17 de diciembre. Hora: 12 en punto. Las luces blancas del hemiciclo europeo envuelven esa magnífica catedral ovalada de madera natural. Una inmensa bandera azul adornada de quince estrellas doradas en el centro de la tribuna. Se oyen aplausos. La casi totalidad de los europarlamentarios están presentes [1]. De pie. Ninguna cámara cubana para recoger ese momento de gran emoción, ese momento de honor para todos los cubanos.
El mayor parlamento de toda Europa, el símbolo vivo de la voluntad de convivencia pacífica de los pueblos heridos por dos terribles guerras, homenajea a un sencillo ciudadano cubano. Un hombre de a pie. Padre de familia. Trabajador. Católico. Un hombre de 50 años animado por un profundo amor hacia su patria, hacia los demás hombres y mujeres que comparten ese mundo.

La más alta distinción que otorga la eurocámara

Oswaldo Payá Sardiñas, fundador del Movimiento Cristiano Liberación y promotor del Proyecto Varela recibe hoy el Premio Sájarov del Parlamento europeo. Es la más alta distinción que otorga la eurocámara a quienes luchan por la defensa de los principios democráticos, uno de los más prestigiosos galardones internacionales en el campo de los derechos humanos. Antes de él, lo recibieron hombres como el sudafricano Nelson Mandela, también premio Nobel de la Paz , el checo Alexander Dubcek. Organizaciones como Las madres de la Plaza de Mayo. Mujeres como la birmana Aung Sann Suu Kyi, otro premio Nobel de la Paz.

Usted representa la esperanza

«Usted representa para muchos cubanos hoy, lo que Andréi Sájarov representó en los ochenta para muchos soviéticos» manifiesta el Presidente europeo. «Usted representa la esperanza...
La esperanza para muchos ciudadanos perseguidos por criticar el sistema oficial. Usted trabaja incansablemente en favor de una democracia alternativa y no violenta basada en un amplio consenso y sirviéndose del marco jurídico y político existente.»
El presidente europeo evoca sin rodeos la trayectoria sufrida de Oswaldo Payá: los acosos, las condenas desde los años más jóvenes, paralelamente a su constante compromiso en favor de la construcción de una democracia pluralista, a través de su Movimiento Cristiano Liberación, reuniendo luego a la oposición pacífica alrededor del Proyecto Varela.
«Su plan no es una construcción meramente teórica», insiste Pat Cox, «Su plan no promete la luna, ciertamente. Pero sí, nos recuerda los principios básicos por los que muchos han luchado durante siglos: el respeto de los derechos humanos y de los principios democráticos».

No camina solo, no trabaja usted aislado

Pat Cox alza la voz y mirando al próximo galardonado, añade: «No camina solo, no trabaja usted aislado. A través de usted, el Parlamento Europeo rinde homenaje a todos los que defienden los derechos humanos y al crear democracia desde la base, paso a paso, persona a persona, día a día (...) cuentan con la solidaridad activa por parte del Parlamento Europeo.»
El presidente sigue recordando las razones que llevaron el Parlamento a otorgar el premio 2002 al candidato cubano : «Se concede el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia al Sr. Oswaldo Payá, en reconocimiento a su compromiso con la libertad de conciencia, la democracia y la reconciliación del pueblo cubano. Aplaudimos la decisión de Oswaldo Payá de utilizar la pluma y no la espada», prosigue Pat Cox, «las firmas y no las balas, la paz y no el terror, como vía para la implantación de la democracia».

OSWALDO PAYÁ Y PAT COX EN LA CONFERENCIA DE PRENSA.

 

El pueblo cubano es el gran merecedor de este reconocimiento

Vuelven los aplausos a llenar un instante el hemiciclo. El presidente europeo invita a ese hombre acosado en su país, el que, unas horas antes de salir, ha visto su casa asaltada, el que ha dejado a su mujer, sus tres hijos, sus amigos, bajo las presiones de la Seguridad del Estado, a tomar la palabra.
Un largo silencio abarca los bancos. Con gesto lento que difícilmente oculta una emoción muy controlada, Oswaldo Payá baja de la tribuna y se dirige hacia el corazón mismo del hemiciclo azul. Solo, frente a los 600 diputados , con voz pausada, empieza : « Uds. han concedido el premio Sájarov al pueblo cubano; digo al pueblo cubano porque es el gran merecedor de este reconocimiento. Lo digo sin excluir a ninguno de mis compatriotas, sea cual sea su posición política, porque los derechos no tienen color político, ni de raza, ni de cultura. Tampoco las dictaduras tienen color político, no son de derecha ni de izquierda, son sólo dictaduras.»
El nuevo Premio Sájarov prosigue nombrando los «miles de hombres y mujeres que luchan -en Cuba- por los derechos de todos los cubanos en medio de la persecución. Cientos de ellos están presos sólo por proclamar y defender estos derechos...»

Que se consulte a nuestro pueblo en las urnas

De entrada esclarece su posición frente a ese premio tan prestigioso: «No vengo aquí a pedir apoyo para la oposición al gobierno cubano», asegura, «ni a condenar a los que nos persiguen. No es una ayuda para Cuba que algunos en el mundo tomen partido con el gobierno cubano o con los que se le oponen, a partir de posiciones ideológicas. Nosotros queremos que se tome posición a favor del pueblo cubano, con todos los cubanos y eso significa apoyar el respeto a todos sus derechos, apoyar la apertura, apoyar la demanda de que se consulte a nuestro pueblo en las urnas sobre los cambios que estamos demandando».
El promotor del proyecto Varela explica con detalles el impacto de las reformas pedidas: «Estos cambios significarían participación en la vida económica y cultural, significarían derechos políticos y civiles y reconciliación nacional. Ese sería el verdadero ejercicio de la autodeterminación de nuestro pueblo», advierte.

Vamos juntos a buscar la verdad

«Debe terminar el mito de que los cubanos tenemos que vivir sin derechos para sostener la independencia y soberanía de nuestro país». Repite con firme convicción su mensaje de reconciliación hacia todos los cubanos: «Los Héroes luchadores cívicos cubanos, que firman el Proyecto Varela, no tienen armas en las manos. (...)Tenemos los dos brazos extendidos, ofreciéndoles las manos a todos los cubanos, como hermanos y a todos los pueblos del mundo. La primera victoria que podemos proclamar es que no tenemos odio en el corazón. Por eso decimos a quiénes nos persiguen y a los que tratan de dominarnos: Tú eres mi hermano, yo no te odio, pero ya no me vas a dominar por el miedo, no quiero imponer mi verdad, ni que me impongas la tuya, vamos juntos a buscar la verdad».

No queremos vivir sin libertad

Delante de la asamblea de los quince, Oswaldo Payá advierte que los pueblos latinoamericanos están reclamando la democracia real. «Es aquélla en la que se puede construir la justicia», asegura. «Es escandaloso que a nombre de la eficacia se apliquen métodos que pretenden superar crisis y acabar con la pobreza pero que en la práctica amenazan con aniquilar a los pobres». Fiel a las palabras de Juan Pablo II, recuerda que: «si no se globaliza la solidaridad no sólo peligran los derechos humanos sino el derecho a seguir siendo humanos», y expresa un mensaje de Paz y Solidaridad a todos lo pueblos.
Acabando ya su discurso, el nuevo Premio Sájarov desvela el espíritu que lo anima en esos minutos tan solemnes: «Todos los cubanos reciben este premio con dignidad y proclamando nuestra esperanza de reconstruir nuestra sociedad con el amor de todos, como hermanos, como hijos de Dios. Los cubanos somos sencillos y solo queremos vivir en paz y progresar con nuestro trabajo», concluye. Pero, añade, «no podemos, no sabemos, no queremos vivir sin libertad.»
Una larga ovación resuena en toda la asamblea. El presidente europeo baja a entregarle el premio. Oswaldo Payá levanta los dos brazos arriba para enseñar el galardón. En ese instante, a miles de kilómetros de la Isla, los flash de las cámaras de Europa estallan para todos los cubanos.

DISCURSO DEL SR. PAT COX,
PRESIDENTE DEL PARLAMENTO EUROPEO EN OCASIÓN DE LA CEREMONIA DE ENTREGA DEL PREMIO SÁJAROV A LA LIBERTAD DE CONCIENCIA QUE EN LA PRESENTE EDICIÓN SE CONCEDE A
OSWALDO JOSÉ PAYÁ SARDIÑAS

 

Martes 17 de diciembre de 2002 a las 12 en el hemiciclo
 
 Estimados colegas,
 Sr. Oswaldo Payá,
 
Permítame expresarle la emoción con que hoy le acogemos para hacerle entrega del Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia.
 No ha sido fácil obtener un visado de salida y reentrada que le permitiera viajar a Estrasburgo. Por ello, quisiera expresar mi agradecimiento a todos cuantos han trabajado para hacerlo posible, incluidos los diputados al Parlamento Europeo que plantearon la cuestión ante las autoridades cubanas en la última semana de su visita al país caribeño.
 Yo mismo pedí al Presidente del Gobierno de Cuba, señor Fidel Castro, que le permitiera asistir a esta ceremonia como gesto de reconocimiento de la cuestión de los derechos humanos por parte de las autoridades cubanas. Me complace sobremanera que dichas autoridades hayan respondido positivamente en este sentido.
 
Estimado Oswaldo Payá:
Usted representa para muchos cubanos hoy lo que Andréi Sájarov representó en los ochenta para muchos soviéticos: usted representa la esperanza.
 Acosado, perseguido y condenado desde su juventud por sus opiniones abiertamente críticas con la política oficial del Gobierno cubano, continúa usted no obstante trabajando en la construcción de su movimiento: el Movimiento de Liberación Cristiano en favor de la paz.
 Usted propugna un diálogo nacional que permita las reformas democráticas en Cuba. Usted trabaja incansablemente en favor de una democracia alternativa y no violenta basada en un amplio consenso. Sirviéndose del marco jurídico y político existente, usted desea introducir reformas para iniciar un proceso de transición hacia una democracia pluralista en la que se respeten los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Bajo su dirección nació la iniciativa cívica «Proyecto Varela». Esta iniciativa aboga por un referéndum sobre elecciones libres, libertad de expresión, liberación de los presos políticos y libertad de empresa. Hasta la fecha el proyecto ha conseguido el apoyo de más de 100 organizaciones cubanas así como de decenas de miles de personas a título individual.
 Junto con otros dirigentes de la oposición redactó usted el manifiesto «Todos Unidos», y por primera vez, gracias a su labor, toda la oposición se ha unido en una iniciativa única: el «Proyecto Varela».
 Desde aquí queremos expresar nuestro reconocimiento a su resistencia contra una auténtica barrera de obstáculos, nuestro reconocimiento a su valentía. Su plan no es una construcción meramente teórica. Su plan no promete la luna, ciertamente. Pero sí nos recuerda los principios básicos por los que muchos han luchado durante siglos: el respeto de los derechos humanos y de los principios democráticos.
 A lo largo de los años, el Parlamento Europeo ha sido el abanderado de la defensa de los derechos humanos. Y no se trata de un compromiso abstracto. Se trata de un compromiso que se forjó en las trágicas experiencias de la terrible historia europea del siglo XX y se ha utilizado a lo largo de los últimos 50 años para construir una Europa que ha aprendido de su pasado sin olvidarlo.
 El Parlamento Europeo está comprometido con los principios de la democracia y el respeto de la universalidad e indivisibilidad de los derechos humanos, las libertades fundamentales y el Estado de Derecho.
 
El Premio Sájarov celebra anualmente dicho compromiso
 
Se concede el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia de 2002 al Sr. Oswaldo Payá, en reconocimiento a su compromiso con la libertad de conciencia, la democracia y la reconciliación del pueblo cubano.
 Aplaudimos la decisión de Oswaldo Payá de utilizar la pluma y no la espada, las firmas y no las balas, la paz y no el terror, como vía para la implantación de la democracia en Cuba.
 Siendo éste el primer viaje que realiza usted fuera de Cuba, señor Oswaldo Payá, el Parlamento Europeo quisiera honrar a través de su persona a todos aquellos que defienden los derechos humanos y expresar su reconocimiento al arduo trabajo que supone la construcción de la democracia desde los cimientos, paso a paso, persona a persona, día a día.
 Tiene usted la palabra.

 

DISCURSO DE ACEPTACIÓN DEL PREMIO SÁJAROV A LA LIBERTAD DE ESPÍRITU
PRONUNCIADO POR EL SR. OSWALDO PAYÁ


Estrasburgo, 17 de diciembre de 2002
 
 Gracias al señor Presidente Pat Cox, y a este Parlamento en el que están representados los muchos pueblos de Europa.
Uds. han concedido el premio Andrei Sájarov al pueblo cubano; digo al pueblo cubano porque es el gran merecedor de este reconocimiento. Lo digo sin excluir a ninguno de mis compatriotas, sea cual sea su posición política, porque los derechos no tienen color político, ni de raza, ni de cultura. Tampoco las dictaduras tienen color político, no son de derecha ni de izquierda, son sólo dictaduras. En mi país hay miles de hombres y mujeres que luchan por los derechos de todos los cubanos en medio de la persecución. Cientos de ellos están presos solo por proclamar y defender estos derechos, por lo que yo recibo este reconocimiento en su nombre.

CARTEL EN OCASIÓN DEL PREMIO,
COLOCADO EN EL PARLAMENTO EUROPEO.


 Digo que este premio es para todos los cubanos, porque entiendo que con este premio Europa quiere decirles: «Uds. también tienen derecho a los derechos.»
 De esto siempre estuvimos convencidos, pero hubo etapas en las que parecía que esa verdad no era tan evidente para muchos en el mundo.
 No vengo aquí a pedir apoyo para la oposición al gobierno cubano, ni a condenar a los que nos persiguen. No es una ayuda para Cuba que algunos en el mundo tomen partido con el gobierno cubano o con los que se le oponen, a partir de posiciones ideológicas. Nosotros queremos que se tome posición a favor del pueblo cubano, con todos los cubanos, y eso significa apoyar el respeto a todos sus derechos, apoyar la apertura, apoyar la demanda de que se consulte a nuestro pueblo en las urnas sobre los cambios que estamos demandando. Pedimos solidaridad para que se le de la voz a nuestro pueblo en las urnas, como lo propone el Proyecto Varela.
Muchos han relacionado este premio con El Proyecto Varela, y tienen razón, porque los miles de cubanos que en medio de la represión han firmado esa petición de referéndum están haciendo una contribución decisiva a los cambios que Cuba necesita. Estos cambios significarían participación en la vida económica y cultural, significarían derechos políticos y civiles y reconciliación nacional. Ese sería el verdadero ejercicio de la autodeterminación de nuestro pueblo. Debe terminar el mito de que los cubanos tenemos que vivir sin derechos para sostener la independencia y soberanía de nuestro país.
 El Padre Félix Varela nos enseñó que la independencia y la soberanía nacional son inseparables del ejercicio de los derechos fundamentales. Los cubanos que viven en Cuba y en la diáspora, como un solo pueblo, tenemos la voluntad y las capacidades para construir una sociedad democrática, justa y libre, sin odios ni revanchas y como la soñó José Martí: «Con Todos y para el bien de todos».
 No hemos escogido el camino pacífico como una táctica, sino porque es inseparable de la meta de nuestro pueblo. La experiencia nos dice que la violencia genera más violencia y que cuando los cambios políticos se realizan por esa vía se llega a nuevas formas de opresión e injusticia. Queremos que nunca más la violencia y la fuerza sean vías para superar crisis o gobiernos injustos. Esta vez realizaremos los cambios mediante este movimiento cívico que ya está abriendo una nueva etapa en la historia de Cuba, en la que prevalecerá el diálogo, la participación democrática y la solidaridad. Así construiremos una paz verdadera.
 Los Héroes luchadores cívicos cubanos, los ciudadanos que firman el Proyecto Varela, no tienen armas en las manos. No tienen un brazo armado. Tenemos los dos brazos extendidos, ofreciéndoles las manos a todos los cubanos, como hermanos y a todos los pueblos del mundo. La primera victoria que podemos proclamar es que no tenemos odio en el corazón. Por eso decimos a quien nos persigue y a los que tratan de dominarnos: Tú eres mi hermano, yo no te odio, pero ya no me vas a dominar por el miedo, no quiero imponer mi verdad, ni que me impongas la tuya, vamos juntos a buscar la verdad.
 
Esa es la liberación que estamos proclamando
 
Todavía hay quien sostiene el mito de la disyuntiva entre los derechos políticos y civiles por una parte y la capacidad de una sociedad para construir la justicia social y lograr el desarrollo. No son excluyentes. La ausencia de derechos civiles y políticos en Cuba ha tenido graves consecuencias como la desigualdad, la pobreza de la mayoría, los privilegios de una minoría, el deterioro de algunos servicios, aun cuando éstos están concebidos como sistemas humanos y positivos. De esta manera, aunque muchos cubanos han trabajado durante años con amor y buena fe, hoy existe una grave situación en materia de derechos civiles y políticos, además de una creciente desigualdad y deterioro de la calidad de vida para las mayorías. Inclusive se le atan las manos a los ciudadanos neutralizando las inmensas potencialidades de creatividad y laboriosidad de los cubanos, y es esta la principal causa de nuestra pobreza.
 No se puede justificar esta realidad afirmando que el pueblo cubano escogió libremente este sistema. Uds. saben que ningún pueblo de los que representa este Parlamento, ni ningún pueblo en el mundo, renunciarían jamás al ejercicio de sus derechos fundamentales.
 Cada vez se demuestra más que el bienestar y el progreso en materia económica y social son frutos del ejercicio de los derechos. De igual manera una democracia no es verdadera o no es completa si no es capaz de iniciar y sostener un proceso de elevación de la calidad de vida de todas las personas. Porque tampoco ningún pueblo ejerce su voto libremente para optar por la pobreza y la desigualdad que reduzca a las multitudes a una situación de desventaja y marginación. Nuestros pueblos Latinoamericanos están reclamando la democracia real que es aquella en la que se puede construir la justicia. Es escandaloso que a nombre de la eficacia se apliquen métodos que pretenden superar crisis y acabar con la pobreza pero que en la práctica amenazan con aniquilar a los pobres. No pretendo anunciar nuevas posiciones o modelos, pero nuestro pueblo ha vivido y sufrido diversos sistemas políticos y económicos. Hoy sabemos que cualquier método o modelo que en una supuesta búsqueda de la justicia, el desarrollo, o la eficacia se sitúe por encima de la persona o anulen cualquiera de los derechos fundamentales conducen a alguna forma de opresión, a la exclusión y sumergen a los pueblos en la calamidad. Queremos expresar desde aquí nuestra solidaridad con todos los que sufren cualquier forma de opresión y de injusticia, con los que están silenciados o marginados en el mundo.
La causa de los derechos humanos es una sola , como una sola es la humanidad. Si hoy se habla de globalización, anunciamos y denunciamos que si no se globaliza la solidaridad no sólo peligran los derechos humanos sino el derecho a seguir siendo humanos. Sin solidaridad humana tampoco conservaremos un mundo limpio donde siga siendo posible la vida para los seres humanos.
Por eso humildemente creo que más que nuevos modelos, tanto en las sociedades como en las relaciones entre los países, lo que se necesita es un nuevo espíritu.
 Este nuevo espíritu que debe expresarse en la solidaridad, la cooperación y la justicia en las relaciones entre los países no será un freno al desarrollo. Porque si se subordinan las políticas y los modelos a la realización de la persona, a la construcción de la justicia y la democracia, si se humanizan las políticas, entonces se superaran los abismos que separan a los pueblos y seremos una verdadera familia humana.
 Llegue desde Cuba nuestro mensaje de Paz y Solidaridad a todos lo pueblos. Todos los cubanos reciben este premio con dignidad y proclamando nuestra esperanza de reconstruir nuestra sociedad con el amor de todos, como hermanos, como hijos de Dios. Los cubanos somos sencillos y solo queremos vivir en paz y progresar con nuestro trabajo, pero
No podemos
No sabemos
Y no queremos vivir sin libertad.
 Ante el Señor de la Historia que fue acostado en un humilde pesebre, depositamos este homenaje, y nuestras esperanzas.

Gracias y Feliz Navidad.

 

ACERCA DEL PREMIO SÁJAROV

El 23 de octubre le fue concedido a Oswaldo Payá Sardiñas el premio Andrei Sájarov en su edición del 2002 que otorga el Parlamento Europeo a aquellas personas u organizaciones que se destacan en la lucha pacífica por los derechos humanos y la libertad de expresión. Payá Sardiñas, de profesión ingeniero, desempeña su labor en Salud Pública, en la rama de la electromedicina. Reside en La Habana y es el gestor principal del Proyecto Varela.
El premio Sájarov debe su nombre al científico y luchador por los derechos humanos ruso. Andrei Sájarov se destacó no solo en los estudios de la aplicación de la energía y en los proyectos relacionados con la bomba de hidrógeno, sino por su lucha en contra de las pruebas nucleares al aire libre y por la libertad de expresión en la extinta Unión Soviética. A pesar del destacado lugar que ocupaba como científico se pronunció abiertamente por la apertura en aquella sociedad totalitaria, lo que le trajo enormes dificultades, llegando a ser desterrado del territorio de la Federación Rusa a la ciudad de Gorki, hoy Nidji Nodgorov, en la remota región siberiana. Recibió el Premio Nobel de la Paz 1975, el cual no pudo recoger por no permitírsele la salida de su país. Permaneció durante años en el destierro forzado, casi en reclusión, sin apenas poder recibir la visita de amigos y parientes. Nunca optó por la salida de la U.R.S.S. y prefirió soportar el ostracismo y el ominoso destierro en su propio país.
Una vez comenzado el proceso de cambios conocido mundialmente con la expresión rusa de perestroika y glasnot, Andrei Sájarov fue rehabilitado ante la sociedad. Regresó a Moscú en 1986. Su presencia en el nuevo parlamento significó un importante apoyo a los cambios democratizadores que dieron al traste con la desgastada maquinaria totalitaria soviética. Ya anciano, sostuvo fuertes enfrentamientos en pleno parlamento contra las reminiscencias del sistema soviético. Esta lucha le acarreó un padecimiento grave del corazón, falleciendo a la edad de 68 años en 1989. En su honor se instituye el Premio que lleva su nombre para destacar a los hombres y mujeres que en el mundo siguen el ejemplo del infatigable luchador por los derechos civiles.
En el caso de Oswaldo Payá, destacado laico católico, ha lanzado iniciativas en pro de la libertad de expresión religiosa y de pensamiento, comenzando en 1987 con la publicación “Pueblo de Dios”, de muy breve existencia, y continuando con proyectos e iniciativas que buscan el diálogo y la reconciliación entre todos los cubanos. Ejemplo de esto es el llamado al diálogo Nacional en 1992 y más recientemente el Proyecto Varela. Este último pide la realización en Cuba de una consulta popular fundamentada en la Constitución vigente, para que se respeten las leyes que garanticen los derechos de los ciudadanos.
El Premio Sájarov también le ha sido concedido a importantes líderes de talla internacional. Nelson Mandela, el disidente de Timor, Xanana Gusmao, el arzobispo de Lubango (Angola), Zacarias Kamuenho, el líder bosnio Ibraim Rugova, la israelí Nurit Peled-Elhanan y el palestino Izzat Ghazzawi. Entre las organizaciones premiadas están la plataforma cívica vasca “Basta Ya”, la cual lucha por el diálogo y la reconciliación en esa región española. Así mismo la recibió en 1992 la conocida agrupación “Madres de la Plaza de Mayo” de Argentina. Con el reconocimiento a Payá Sardinas es la segunda ocasión que el premio europeo recae en el continente americano.
En la edición del 2002 estaban también nominados al premio Sájarov la periodista tunecina Sihem Ben Sedrin, el sociólogo egipcio Saad Eddin Ibrahim y el luchador de Zimbawe Morgan Tsvangirai. A ellos mandó sus saludos solidarios el galardonado cubano expresando que ellos también son merecedores y que todos están unidos en la misma lucha.

/Miguel Saludes

 

Revista Vitral No. 52 * año VIII * noviembre-diciembre 2002