OSWALDO
PAYÁ SARDIÑAS
PREMIO SÁJAROV 2002
A LA LIBERTAD DE CONCIENCIA
CRÓNICA EXCLUSIVA DESDE EL PARLAMENTO EUROPEO. ESTRASBURGO,
FRANCIA. POR CORINNE CUMERLATO, ACREDITADA PARA LA REVISTA "VITRAL"
EN ESTA OCASIÓN |
Martes 17 de diciembre. Hora: 12 en punto.
Las luces blancas del hemiciclo europeo envuelven esa magnífica
catedral ovalada de madera natural. Una inmensa bandera azul adornada
de quince estrellas doradas en el centro de la tribuna. Se oyen aplausos.
La casi totalidad de los europarlamentarios están presentes [1].
De pie. Ninguna cámara cubana para recoger ese momento de gran
emoción, ese momento de honor para todos los cubanos.
El mayor parlamento de toda Europa, el símbolo vivo de la voluntad
de convivencia pacífica de los pueblos heridos por dos terribles
guerras, homenajea a un sencillo ciudadano cubano. Un hombre de a pie.
Padre de familia. Trabajador. Católico. Un hombre de 50 años
animado por un profundo amor hacia su patria, hacia los demás
hombres y mujeres que comparten ese mundo.
La más alta distinción que otorga
la eurocámara
Oswaldo Payá Sardiñas, fundador del Movimiento Cristiano
Liberación y promotor del Proyecto Varela recibe hoy el Premio
Sájarov del Parlamento europeo. Es la más alta distinción
que otorga la eurocámara a quienes luchan por la defensa de los
principios democráticos, uno de los más prestigiosos galardones
internacionales en el campo de los derechos humanos. Antes de él,
lo recibieron hombres como el sudafricano Nelson Mandela, también
premio Nobel de la Paz , el checo Alexander Dubcek. Organizaciones como
Las madres de la Plaza de Mayo. Mujeres como la birmana Aung Sann Suu
Kyi, otro premio Nobel de la Paz.
Usted representa la esperanza
«Usted representa para muchos cubanos hoy, lo que Andréi
Sájarov representó en los ochenta para muchos soviéticos»
manifiesta el Presidente europeo. «Usted representa la esperanza...
La esperanza para muchos ciudadanos perseguidos por criticar el sistema
oficial. Usted trabaja incansablemente en favor de una democracia alternativa
y no violenta basada en un amplio consenso y sirviéndose del
marco jurídico y político existente.»
El presidente europeo evoca sin rodeos la trayectoria sufrida de Oswaldo
Payá: los acosos, las condenas desde los años más
jóvenes, paralelamente a su constante compromiso en favor de
la construcción de una democracia pluralista, a través
de su Movimiento Cristiano Liberación, reuniendo luego a la oposición
pacífica alrededor del Proyecto Varela.
«Su plan no es una construcción meramente teórica»,
insiste Pat Cox, «Su plan no promete la luna, ciertamente. Pero
sí, nos recuerda los principios básicos por los que muchos
han luchado durante siglos: el respeto de los derechos humanos y de
los principios democráticos».
No camina solo, no trabaja usted
aislado
Pat Cox alza la voz y mirando al próximo galardonado, añade:
«No camina solo, no trabaja usted aislado. A través de
usted, el Parlamento Europeo rinde homenaje a todos los que defienden
los derechos humanos y al crear democracia desde la base, paso a paso,
persona a persona, día a día (...) cuentan con la solidaridad
activa por parte del Parlamento Europeo.»
El presidente sigue recordando las razones que llevaron el Parlamento
a otorgar el premio 2002 al candidato cubano : «Se concede el
Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia al Sr. Oswaldo Payá,
en reconocimiento a su compromiso con la libertad de conciencia, la
democracia y la reconciliación del pueblo cubano. Aplaudimos
la decisión de Oswaldo Payá de utilizar la pluma y no
la espada», prosigue Pat Cox, «las firmas y no las balas,
la paz y no el terror, como vía para la implantación de
la democracia».
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OSWALDO
PAYÁ Y PAT COX EN LA CONFERENCIA DE PRENSA. |
El pueblo cubano es el gran merecedor de este
reconocimiento
Vuelven los aplausos a llenar un instante el hemiciclo. El presidente
europeo invita a ese hombre acosado en su país, el que, unas
horas antes de salir, ha visto su casa asaltada, el que ha dejado a
su mujer, sus tres hijos, sus amigos, bajo las presiones de la Seguridad
del Estado, a tomar la palabra.
Un largo silencio abarca los bancos. Con gesto lento que difícilmente
oculta una emoción muy controlada, Oswaldo Payá baja de
la tribuna y se dirige hacia el corazón mismo del hemiciclo azul.
Solo, frente a los 600 diputados , con voz pausada, empieza : «
Uds. han concedido el premio Sájarov al pueblo cubano; digo al
pueblo cubano porque es el gran merecedor de este reconocimiento. Lo
digo sin excluir a ninguno de mis compatriotas, sea cual sea su posición
política, porque los derechos no tienen color político,
ni de raza, ni de cultura. Tampoco las dictaduras tienen color político,
no son de derecha ni de izquierda, son sólo dictaduras.»
El nuevo Premio Sájarov prosigue nombrando los «miles de
hombres y mujeres que luchan -en Cuba- por los derechos de todos los
cubanos en medio de la persecución. Cientos de ellos están
presos sólo por proclamar y defender estos derechos...»
Que se consulte a nuestro pueblo en las
urnas
De entrada esclarece su posición frente a ese premio tan prestigioso:
«No vengo aquí a pedir apoyo para la oposición al
gobierno cubano», asegura, «ni a condenar a los que nos
persiguen. No es una ayuda para Cuba que algunos en el mundo tomen partido
con el gobierno cubano o con los que se le oponen, a partir de posiciones
ideológicas. Nosotros queremos que se tome posición a
favor del pueblo cubano, con todos los cubanos y eso significa apoyar
el respeto a todos sus derechos, apoyar la apertura, apoyar la demanda
de que se consulte a nuestro pueblo en las urnas sobre los cambios que
estamos demandando».
El promotor del proyecto Varela explica con detalles el impacto de las
reformas pedidas: «Estos cambios significarían participación
en la vida económica y cultural, significarían derechos
políticos y civiles y reconciliación nacional. Ese sería
el verdadero ejercicio de la autodeterminación de nuestro pueblo»,
advierte.
Vamos juntos a buscar la verdad
«Debe terminar el mito de que los cubanos tenemos que vivir sin
derechos para sostener la independencia y soberanía de nuestro
país». Repite con firme convicción su mensaje de
reconciliación hacia todos los cubanos: «Los Héroes
luchadores cívicos cubanos, que firman el Proyecto Varela, no
tienen armas en las manos. (...)Tenemos los dos brazos extendidos, ofreciéndoles
las manos a todos los cubanos, como hermanos y a todos los pueblos del
mundo. La primera victoria que podemos proclamar es que no tenemos odio
en el corazón. Por eso decimos a quiénes nos persiguen
y a los que tratan de dominarnos: Tú eres mi hermano, yo no te
odio, pero ya no me vas a dominar por el miedo, no quiero imponer mi
verdad, ni que me impongas la tuya, vamos juntos a buscar la verdad».
No queremos vivir sin libertad
Delante de la asamblea de los quince, Oswaldo Payá advierte
que los pueblos latinoamericanos están reclamando la democracia
real. «Es aquélla en la que se puede construir la justicia»,
asegura. «Es escandaloso que a nombre de la eficacia se apliquen
métodos que pretenden superar crisis y acabar con la pobreza
pero que en la práctica amenazan con aniquilar a los pobres».
Fiel a las palabras de Juan Pablo II, recuerda que: «si no se
globaliza la solidaridad no sólo peligran los derechos humanos
sino el derecho a seguir siendo humanos», y expresa un mensaje
de Paz y Solidaridad a todos lo pueblos.
Acabando ya su discurso, el nuevo Premio Sájarov desvela el espíritu
que lo anima en esos minutos tan solemnes: «Todos los cubanos
reciben este premio con dignidad y proclamando nuestra esperanza de
reconstruir nuestra sociedad con el amor de todos, como hermanos, como
hijos de Dios. Los cubanos somos sencillos y solo queremos vivir en
paz y progresar con nuestro trabajo», concluye. Pero, añade,
«no podemos, no sabemos, no queremos vivir sin libertad.»
Una larga ovación resuena en toda la asamblea. El presidente
europeo baja a entregarle el premio. Oswaldo Payá levanta los
dos brazos arriba para enseñar el galardón. En ese instante,
a miles de kilómetros de la Isla, los flash de las cámaras
de Europa estallan para todos los cubanos.
DISCURSO
DEL SR. PAT COX,
PRESIDENTE DEL PARLAMENTO EUROPEO EN OCASIÓN DE LA CEREMONIA
DE ENTREGA DEL PREMIO SÁJAROV A LA LIBERTAD DE CONCIENCIA
QUE EN LA PRESENTE EDICIÓN SE CONCEDE A
OSWALDO JOSÉ PAYÁ SARDIÑAS |
Martes 17 de diciembre de 2002 a las 12 en el hemiciclo
Estimados colegas,
Sr. Oswaldo Payá,
Permítame expresarle la emoción con que hoy le acogemos
para hacerle entrega del Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia.
No ha sido fácil obtener un visado de salida y reentrada
que le permitiera viajar a Estrasburgo. Por ello, quisiera expresar
mi agradecimiento a todos cuantos han trabajado para hacerlo posible,
incluidos los diputados al Parlamento Europeo que plantearon la cuestión
ante las autoridades cubanas en la última semana de su visita
al país caribeño.
Yo mismo pedí al Presidente del Gobierno de Cuba, señor
Fidel Castro, que le permitiera asistir a esta ceremonia como gesto
de reconocimiento de la cuestión de los derechos humanos por
parte de las autoridades cubanas. Me complace sobremanera que dichas
autoridades hayan respondido positivamente en este sentido.
Estimado Oswaldo Payá:
Usted representa para muchos cubanos hoy lo que Andréi Sájarov
representó en los ochenta para muchos soviéticos: usted
representa la esperanza.
Acosado, perseguido y condenado desde su juventud por sus opiniones
abiertamente críticas con la política oficial del Gobierno
cubano, continúa usted no obstante trabajando en la construcción
de su movimiento: el Movimiento de Liberación Cristiano en favor
de la paz.
Usted propugna un diálogo nacional que permita las reformas
democráticas en Cuba. Usted trabaja incansablemente en favor
de una democracia alternativa y no violenta basada en un amplio consenso.
Sirviéndose del marco jurídico y político existente,
usted desea introducir reformas para iniciar un proceso de transición
hacia una democracia pluralista en la que se respeten los derechos humanos
y las libertades fundamentales.
Bajo su dirección nació la iniciativa cívica «Proyecto
Varela». Esta iniciativa aboga por un referéndum sobre
elecciones libres, libertad de expresión, liberación de
los presos políticos y libertad de empresa. Hasta la fecha el
proyecto ha conseguido el apoyo de más de 100 organizaciones
cubanas así como de decenas de miles de personas a título
individual.
Junto con otros dirigentes de la oposición redactó
usted el manifiesto «Todos Unidos», y por primera vez, gracias
a su labor, toda la oposición se ha unido en una iniciativa única:
el «Proyecto Varela».
Desde aquí queremos expresar nuestro reconocimiento a su
resistencia contra una auténtica barrera de obstáculos,
nuestro reconocimiento a su valentía. Su plan no es una construcción
meramente teórica. Su plan no promete la luna, ciertamente. Pero
sí nos recuerda los principios básicos por los que muchos
han luchado durante siglos: el respeto de los derechos humanos y de
los principios democráticos.
A lo largo de los años, el Parlamento Europeo ha sido el
abanderado de la defensa de los derechos humanos. Y no se trata de un
compromiso abstracto. Se trata de un compromiso que se forjó
en las trágicas experiencias de la terrible historia europea
del siglo XX y se ha utilizado a lo largo de los últimos 50 años
para construir una Europa que ha aprendido de su pasado sin olvidarlo.
El Parlamento Europeo está comprometido con los principios
de la democracia y el respeto de la universalidad e indivisibilidad
de los derechos humanos, las libertades fundamentales y el Estado de
Derecho.
El Premio Sájarov celebra anualmente dicho compromiso
Se concede el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia de 2002
al Sr. Oswaldo Payá, en reconocimiento a su compromiso con la
libertad de conciencia, la democracia y la reconciliación del
pueblo cubano.
Aplaudimos la decisión de Oswaldo Payá de utilizar
la pluma y no la espada, las firmas y no las balas, la paz y no el terror,
como vía para la implantación de la democracia en Cuba.
Siendo éste el primer viaje que realiza usted fuera de
Cuba, señor Oswaldo Payá, el Parlamento Europeo quisiera
honrar a través de su persona a todos aquellos que defienden
los derechos humanos y expresar su reconocimiento al arduo trabajo que
supone la construcción de la democracia desde los cimientos,
paso a paso, persona a persona, día a día.
Tiene usted la palabra.
DISCURSO DE ACEPTACIÓN
DEL PREMIO SÁJAROV A LA LIBERTAD DE ESPÍRITU
PRONUNCIADO POR EL SR. OSWALDO PAYÁ
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Estrasburgo, 17 de diciembre de 2002
Gracias al señor Presidente Pat Cox, y a este Parlamento
en el que están representados los muchos pueblos de Europa.
Uds. han concedido el premio Andrei Sájarov al pueblo cubano;
digo al pueblo cubano porque es el gran merecedor de este reconocimiento.
Lo digo sin excluir a ninguno de mis compatriotas, sea cual sea su posición
política, porque los derechos no tienen color político,
ni de raza, ni de cultura. Tampoco las dictaduras tienen color político,
no son de derecha ni de izquierda, son sólo dictaduras. En mi
país hay miles de hombres y mujeres que luchan por los derechos
de todos los cubanos en medio de la persecución. Cientos de ellos
están presos solo por proclamar y defender estos derechos, por
lo que yo recibo este reconocimiento en su nombre.
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CARTEL
EN OCASIÓN DEL PREMIO,
COLOCADO EN EL PARLAMENTO EUROPEO.
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Digo que este premio es para todos los cubanos, porque entiendo
que con este premio Europa quiere decirles: «Uds. también
tienen derecho a los derechos.»
De esto siempre estuvimos convencidos, pero hubo etapas en las
que parecía que esa verdad no era tan evidente para muchos en
el mundo.
No vengo aquí a pedir apoyo para la oposición al
gobierno cubano, ni a condenar a los que nos persiguen. No es una ayuda
para Cuba que algunos en el mundo tomen partido con el gobierno cubano
o con los que se le oponen, a partir de posiciones ideológicas.
Nosotros queremos que se tome posición a favor del pueblo cubano,
con todos los cubanos, y eso significa apoyar el respeto a todos sus
derechos, apoyar la apertura, apoyar la demanda de que se consulte a
nuestro pueblo en las urnas sobre los cambios que estamos demandando.
Pedimos solidaridad para que se le de la voz a nuestro pueblo en las
urnas, como lo propone el Proyecto Varela.
Muchos han relacionado este premio con El Proyecto Varela, y tienen
razón, porque los miles de cubanos que en medio de la represión
han firmado esa petición de referéndum están haciendo
una contribución decisiva a los cambios que Cuba necesita. Estos
cambios significarían participación en la vida económica
y cultural, significarían derechos políticos y civiles
y reconciliación nacional. Ese sería el verdadero ejercicio
de la autodeterminación de nuestro pueblo. Debe terminar el mito
de que los cubanos tenemos que vivir sin derechos para sostener la independencia
y soberanía de nuestro país.
El Padre Félix Varela nos enseñó que la independencia
y la soberanía nacional son inseparables del ejercicio de los
derechos fundamentales. Los cubanos que viven en Cuba y en la diáspora,
como un solo pueblo, tenemos la voluntad y las capacidades para construir
una sociedad democrática, justa y libre, sin odios ni revanchas
y como la soñó José Martí: «Con Todos
y para el bien de todos».
No hemos escogido el camino pacífico como una táctica,
sino porque es inseparable de la meta de nuestro pueblo. La experiencia
nos dice que la violencia genera más violencia y que cuando los
cambios políticos se realizan por esa vía se llega a nuevas
formas de opresión e injusticia. Queremos que nunca más
la violencia y la fuerza sean vías para superar crisis o gobiernos
injustos. Esta vez realizaremos los cambios mediante este movimiento
cívico que ya está abriendo una nueva etapa en la historia
de Cuba, en la que prevalecerá el diálogo, la participación
democrática y la solidaridad. Así construiremos una paz
verdadera.
Los Héroes luchadores cívicos cubanos, los ciudadanos
que firman el Proyecto Varela, no tienen armas en las manos. No tienen
un brazo armado. Tenemos los dos brazos extendidos, ofreciéndoles
las manos a todos los cubanos, como hermanos y a todos los pueblos del
mundo. La primera victoria que podemos proclamar es que no tenemos odio
en el corazón. Por eso decimos a quien nos persigue y a los que
tratan de dominarnos: Tú eres mi hermano, yo no te odio, pero
ya no me vas a dominar por el miedo, no quiero imponer mi verdad, ni
que me impongas la tuya, vamos juntos a buscar la verdad.
Esa es la liberación que
estamos proclamando
Todavía hay quien sostiene el mito de la disyuntiva entre los
derechos políticos y civiles por una parte y la capacidad de
una sociedad para construir la justicia social y lograr el desarrollo.
No son excluyentes. La ausencia de derechos civiles y políticos
en Cuba ha tenido graves consecuencias como la desigualdad, la pobreza
de la mayoría, los privilegios de una minoría, el deterioro
de algunos servicios, aun cuando éstos están concebidos
como sistemas humanos y positivos. De esta manera, aunque muchos cubanos
han trabajado durante años con amor y buena fe, hoy existe una
grave situación en materia de derechos civiles y políticos,
además de una creciente desigualdad y deterioro de la calidad
de vida para las mayorías. Inclusive se le atan las manos a los
ciudadanos neutralizando las inmensas potencialidades de creatividad
y laboriosidad de los cubanos, y es esta la principal causa de nuestra
pobreza.
No se puede justificar esta realidad afirmando que el pueblo cubano
escogió libremente este sistema. Uds. saben que ningún
pueblo de los que representa este Parlamento, ni ningún pueblo
en el mundo, renunciarían jamás al ejercicio de sus derechos
fundamentales.
Cada vez se demuestra más que el bienestar y el progreso
en materia económica y social son frutos del ejercicio de los
derechos. De igual manera una democracia no es verdadera o no es completa
si no es capaz de iniciar y sostener un proceso de elevación
de la calidad de vida de todas las personas. Porque tampoco ningún
pueblo ejerce su voto libremente para optar por la pobreza y la desigualdad
que reduzca a las multitudes a una situación de desventaja y
marginación. Nuestros pueblos Latinoamericanos están reclamando
la democracia real que es aquella en la que se puede construir la justicia.
Es escandaloso que a nombre de la eficacia se apliquen métodos
que pretenden superar crisis y acabar con la pobreza pero que en la
práctica amenazan con aniquilar a los pobres. No pretendo anunciar
nuevas posiciones o modelos, pero nuestro pueblo ha vivido y sufrido
diversos sistemas políticos y económicos. Hoy sabemos
que cualquier método o modelo que en una supuesta búsqueda
de la justicia, el desarrollo, o la eficacia se sitúe por encima
de la persona o anulen cualquiera de los derechos fundamentales conducen
a alguna forma de opresión, a la exclusión y sumergen
a los pueblos en la calamidad. Queremos expresar desde aquí nuestra
solidaridad con todos los que sufren cualquier forma de opresión
y de injusticia, con los que están silenciados o marginados en
el mundo.
La causa de los derechos humanos es una sola , como una sola es la humanidad.
Si hoy se habla de globalización, anunciamos y denunciamos que
si no se globaliza la solidaridad no sólo peligran los derechos
humanos sino el derecho a seguir siendo humanos. Sin solidaridad humana
tampoco conservaremos un mundo limpio donde siga siendo posible la vida
para los seres humanos.
Por eso humildemente creo que más que nuevos modelos, tanto en
las sociedades como en las relaciones entre los países, lo que
se necesita es un nuevo espíritu.
Este nuevo espíritu que debe expresarse en la solidaridad,
la cooperación y la justicia en las relaciones entre los países
no será un freno al desarrollo. Porque si se subordinan las políticas
y los modelos a la realización de la persona, a la construcción
de la justicia y la democracia, si se humanizan las políticas,
entonces se superaran los abismos que separan a los pueblos y seremos
una verdadera familia humana.
Llegue desde Cuba nuestro mensaje de Paz y Solidaridad a todos
lo pueblos. Todos los cubanos reciben este premio con dignidad y proclamando
nuestra esperanza de reconstruir nuestra sociedad con el amor de todos,
como hermanos, como hijos de Dios. Los cubanos somos sencillos y solo
queremos vivir en paz y progresar con nuestro trabajo, pero
No podemos
No sabemos
Y no queremos vivir sin libertad.
Ante el Señor de la Historia que fue acostado en un humilde
pesebre, depositamos este homenaje, y nuestras esperanzas.
Gracias y Feliz Navidad.
ACERCA
DEL PREMIO SÁJAROV |
El 23 de octubre le fue concedido a Oswaldo
Payá Sardiñas el premio Andrei Sájarov en su edición
del 2002 que otorga el Parlamento Europeo a aquellas personas u organizaciones
que se destacan en la lucha pacífica por los derechos humanos
y la libertad de expresión. Payá Sardiñas, de profesión
ingeniero, desempeña su labor en Salud Pública, en la
rama de la electromedicina. Reside en La Habana y es el gestor principal
del Proyecto Varela.
El premio Sájarov debe su nombre al científico y luchador
por los derechos humanos ruso. Andrei Sájarov se destacó
no solo en los estudios de la aplicación de la energía
y en los proyectos relacionados con la bomba de hidrógeno, sino
por su lucha en contra de las pruebas nucleares al aire libre y por
la libertad de expresión en la extinta Unión Soviética.
A pesar del destacado lugar que ocupaba como científico se pronunció
abiertamente por la apertura en aquella sociedad totalitaria, lo que
le trajo enormes dificultades, llegando a ser desterrado del territorio
de la Federación Rusa a la ciudad de Gorki, hoy Nidji Nodgorov,
en la remota región siberiana. Recibió el Premio Nobel
de la Paz 1975, el cual no pudo recoger por no permitírsele la
salida de su país. Permaneció durante años en el
destierro forzado, casi en reclusión, sin apenas poder recibir
la visita de amigos y parientes. Nunca optó por la salida de
la U.R.S.S. y prefirió soportar el ostracismo y el ominoso destierro
en su propio país.
Una vez comenzado el proceso de cambios conocido mundialmente con la
expresión rusa de perestroika y glasnot, Andrei Sájarov
fue rehabilitado ante la sociedad. Regresó a Moscú en
1986. Su presencia en el nuevo parlamento significó un importante
apoyo a los cambios democratizadores que dieron al traste con la desgastada
maquinaria totalitaria soviética. Ya anciano, sostuvo fuertes
enfrentamientos en pleno parlamento contra las reminiscencias del sistema
soviético. Esta lucha le acarreó un padecimiento grave
del corazón, falleciendo a la edad de 68 años en 1989.
En su honor se instituye el Premio que lleva su nombre para destacar
a los hombres y mujeres que en el mundo siguen el ejemplo del infatigable
luchador por los derechos civiles.
En el caso de Oswaldo Payá, destacado laico católico,
ha lanzado iniciativas en pro de la libertad de expresión religiosa
y de pensamiento, comenzando en 1987 con la publicación “Pueblo
de Dios”, de muy breve existencia, y continuando con proyectos
e iniciativas que buscan el diálogo y la reconciliación
entre todos los cubanos. Ejemplo de esto es el llamado al diálogo
Nacional en 1992 y más recientemente el Proyecto Varela. Este
último pide la realización en Cuba de una consulta popular
fundamentada en la Constitución vigente, para que se respeten
las leyes que garanticen los derechos de los ciudadanos.
El Premio Sájarov también le ha sido concedido a importantes
líderes de talla internacional. Nelson Mandela, el disidente
de Timor, Xanana Gusmao, el arzobispo de Lubango (Angola), Zacarias
Kamuenho, el líder bosnio Ibraim Rugova, la israelí Nurit
Peled-Elhanan y el palestino Izzat Ghazzawi. Entre las organizaciones
premiadas están la plataforma cívica vasca “Basta
Ya”, la cual lucha por el diálogo y la reconciliación
en esa región española. Así mismo la recibió
en 1992 la conocida agrupación “Madres de la Plaza de Mayo”
de Argentina. Con el reconocimiento a Payá Sardinas es la segunda
ocasión que el premio europeo recae en el continente americano.
En la edición del 2002 estaban también nominados al premio
Sájarov la periodista tunecina Sihem Ben Sedrin, el sociólogo
egipcio Saad Eddin Ibrahim y el luchador de Zimbawe Morgan Tsvangirai.
A ellos mandó sus saludos solidarios el galardonado cubano expresando
que ellos también son merecedores y que todos están unidos
en la misma lucha.
/Miguel Saludes