Hija del presidente que precedió a Marcos y con un amplio respaldo
popular
MANILA, 21 enero 2001 (ZENIT.org) El día 20 de enero juraba como
decimocuarta presidenta de Filipinas, ante la multitud reunida frente
al Santuario de Edsa, Gloria Macapagal Arroyo.
"Esta vez -dijo el cardenal Jaime Sin, arzobispo de Manila- no
es una victoria contra la dictadura sino contra la inmoralidad, la corrupción
y la avaricia".
En un breve discurso, la presidenta Macapagal Arroyo ha delineado las
cuatro prioridades de su mandato: vencer a la pobreza en un decenio;
mejorar el nivel moral del Gobierno y la sociedad; cambiar la política
para lograr auténticas reformas; y, por último, un liderazgo
fundado en el ejemplo y no en la retórica.
Por segunda vez una mujer, católica, podría salvar a Filipinas
del desastre al que la estaba conduciendo un presidente "inmoral".
La misma definición que usaron los obispos para Marcos ahora
ha servido para el depuesto Joseph Estrada.
Gloria Macapagal Arroyo resume en su persona los valores que empujaron
al pueblo filipino a volverse contra el dictador Ferdinand Marcos hace
15 años y lo han vuelto a lanzar a la calle para arrojar del
poder al corrupto Estrada.
Arropada por quienes habían conducido aquella revolución
pacífica con un fuerte sello católico, aunque de más
amplio alcance, pues reunía a gran parte de las fuerzas democráticas
del país, Gloria Macapagal Arroyo se había presentado
a la multitud en la víspera de su acceso a la presidencia, vestida
de amarillo el color del "People Power" de 1986.
Junto a esta mujer, señalada por el "Asian Week" como
una de las más influyentes de Asia, para expresarle públicamente
su apoyo, se situaban los protagonistas de aquella revolución
popular, el cardenal Jaime Sin, Corazón Aquino y Fidel Ramos,
el general que apoyó aquel movimiento y sucedió a Aquino
en la presidencia.
Gloria Macapagal Arroyo es también la segunda mujer que asume
la presidencia de filipinas, después de Aquino. Tiene un amplio
respaldo popular ya que, en los últimos años, ha logrado
varios récords en la historia democrática de Filipinas.
Según indica su biografía oficial, en 1995, obtuvo casi
16 millones de votos, el mayor número de votos a un candidato
en la historia del país. En 1998, ganó por un margen de
7 millones de votos sobre su más cercano rival, el mayor margen
de la historia de Filipinas. Durante más de 5 años, desde
diciembre de 1994, permaneció en la cima de las preferencias
de los filipinos según los sondeos.
Es hija del presidente democrático que había precedido
a Marcos, Diosdado Macapagal, que fue conocido por su integridad y su
estilo de vida sencillo y digno. Bajo el mandato del padre, este país
era el segundo en desarrollo económico en Asia, después
de Japón.
Estudió con brillantes calificaciones en el colegio católico
de la Asunción y obtuvo la calificación universitaria
de "Magna dum laude" en Comercio en el centro universitario
del mismo nombre. Hizo dos años de postgrado en la Universidad
de Georgetown (Washington), donde fue compañera de clase de Bill
Clinton. Además, es doctora en Economía por la Universidad
de Filipinas.
Durante el mandato de la presidenta Cory Aquino llegó a ser subsecretaria
del ministerio de comercio e Industria. fue elegida senadora en 1992
y, desde su escaño, redactora de 55 leyes en el campo de las
reformas económicas y sociales. Elegida vicepresidente en 1998
y nombrada por Estrada ministra de Bienestar Social y Desarrollo.
Ha demostrado sus capacidades no sólo como economista sino también
como educadora (empezó a trabajar como profesora de Economía
en varios centros universitarios), periodista (durante su participación
en el Gobierno de Cory Aquino mantuvo un programa televisivo dirigido
a los campesinos emitido por el Canal 4 y funcionaria de la Administración
del Estado.
Está casada con un abogado y hombre de negocios, José
Miguel Tuason Arroyo, nieto del último senador de Iloilo, José
María Arroyo. Tienen tres hijos, Mikey, Luli y Dato.
Fue propuesta al Senado por varias asociaciones y publicaciones y elegida
mujer del año por la Asociación de Educación Católica
de Filipinas.
Como ministra de Bienestar Social y Desarrollo, introdujo el "Ahon
Bayan", un fondo para recabar donaciones a los proyectos sociales
de su departamento, así como el "Ahon Bata sa Lansangan",
una iniciativa a favor de los niños de la calle.
Entre sus mayores compromisos están la expansión del "Comprehensive
and Integrated Delivery of Social Services" (CIDSS) y la implementación
del "Early Childhood Development Projects".
Según un misionero italiano que trabaja en Manila, "el cardenal
Sin ha lanzado un llamamiento a la movilización y la gente ha
decidido responder a su llamada en defensa de la verdad. Los colegios
católicos han suspendido las clases para permitir a profesores
y alumnos participar en las manifestaciones.
El reconocimiento de Gloria Macapagal Arroyo ha sido inmediato por algunos
de los más influyentes países del mundo: Japón,
Tailandia, Australia, Canadá y Estados Unidos. Le ha llegado
incluso un caluroso saludo del Gobierno chino, que la ha definido como
una "amiga, recordando la visita realizada a Pekín cuando
era vicepresidenta.
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