¡CAMBIAR, CAMBIAR! Encuentro del Papa con los periodistas en el vuelo hacia Cuba
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El significado y las esperanzas de la histórica peregrinación a
Cuba y la realidad del país fueron el hilo conductor de las preguntas que los periodistas
hicieron a Juan Pablo II en la rueda de prensa que el Santo Padre concedió durante el
vuelo aéreo de Roma a La Habana.
Un periodista recordó la afirmación que el presidente Fidel Castro había hecho recientemente, según la cual su próximo encuentro con el Santo Padre se podía considerar como un encuentro entre dos ángeles al servicio de los pobres. A esto respondió el Papa Juan Pablo II diciendo que ellos no eran dos ángeles, sino dos hombres, y que el término «ángeles» solamente podía ser considerado una analogía de atribución «Se puede llamar ángel prosiguió- a un hombre, a una mujer, a una señora, a Fidel Castro y también al Papa. Pero nuestro encuentro es entre dos hombres: uno, Fidel Castro, presidente de Cuba, y el otro, el Papa Juan Pablo II, Obispo de Roma. Dos hombres que se deben encontrar en el contexto de la primera visita a Cuba, que es la visita del Papa a la Iglesia de Cuba. Ciertamente es un hecho histórico, porque anteriormente no existía la posibilidad de visitar esta nación. He visitado todos los países de América Latina y también de América del Norte, menos Cuba, algunas islas pequeñas del Caribe y las tres Guayanas».
La centralidad de los derechos humanos
Respondiendo a una pregunta, en lengua inglesa, sobre las palabras que iba a decir al pueblo cubano sobre el tema de los derechos humanos, el Papa afirmó: «Sabéis muy bien lo que pienso respecto a los derechos humanos y lo que puedo decir sobre este tema: lo que siempre he dicho antes en tantos países, comenzando por México y Polonia en 1979. Está claro: los derechos humanos son derechos fundamentales y constituyen la base de todas las civilizaciones de una sociedad civil regular. He mantenido esta convicción y este compromiso a favor de los derechos humanos tanto en Polonia como en los demás países, frente a la Unión Soviética, al sistema soviético y a los sistemas comunistas y totalitarios. Por tanto, es una larga historia sobre los derechos humanos. No podéis escribir otra cosa».
Quiero escuchar siempre la verdad
Un periodista le preguntó en italiano qué deseaba escuchar de Fidel Castro en esta visita histórica. «Quiero escuchar siempre y por todas partes la verdad. Quiero que me diga la verdad, su verdad, como hombre, como presidente, como comandante de la revolución. Quiero escuchar también la verdad sobre su país, sobre las relaciones entre Iglesia y Estado, sobre todo lo que es importante; por eso, la invitación a ir a Cuba ha sido un preanuncio. El presidente cubano sabe bien cómo es el Papa y si lo ha invitado y lo hizo después de la visita al Vaticano-, quiere decir que pensó antes a quién invitaba y qué podía decir. Así, pues, en el contexto de esta visita, no debemos olvidar que existe la Providencia, que es la Providencia quien guía los destinos del mundo, de la humanidad, de los pueblos, de las personas. Pienso que nosotros dos debemos ponernos a las órdenes de la Providencia. Ciertamente el mundo no está gobernado y guiado solamente por nosotros; está guiado por la Providencia divina, y la historia del mundo no es solamente historia de los pueblos y de los Estados, sino que es historia de la salvación». Luego, en español, un periodista preguntó al Papa con qué sentimientos se acercaba al encuentro con los católicos y con el pueblo cubano, a lo que respondió que «con sentimientos de esperanza. Sobre todo con sentimientos de gratitud a nuestro Señor por esta visita, por esta cercanía, porque ha sido posible esta visita. Además, con sentimientos de amor a este pueblo católico y a los no católicos, a todos los cubanos, a este pueblo que está dispuesto a acoger al Papa».
Che Guevara se halla ante el tribunal de Dios
Otro periodista le preguntó, también en castellano, por su pensamiento sobre Che Guevara, un protagonista de la historia reciente de Cuba, a lo que Su Santidad contestó: «Ahora se halla ante el tribunal de Dios. Dejemos a nuestro Señor el juicio sobre sus méritos. Ciertamente, estoy convencido de que quería servir a los pobres».
La fiesta de Navidad en Cuba
Asimismo, una periodista le preguntó en español, si, durante la audiencia en el Vaticano, le había pedido a Castro que se celebrase en Cuba la fiesta de Navidad y si iba a pedirle ahora un gesto de buena voluntad hacia la oposición cubana. «Este problema dijo el Papa- forma parte del programa sobre los derechos humanos, como es el derecho a la libertad religiosa. El hecho de no poder celebrar la Navidad en un país tradicionalmente católico es una paradoja, porque es una fiesta muy importante para todos los creyentes y no sólo para los creyentes. Esperamos que se mantenga esta fiesta; por ahora es sólo una excepción, pero esperamos que se mantenga»
En inglés le preguntaron qué mensaje quiere dirigir a Estados Unidos respecto al embargo contra Cuba. «¡Cambiar, cambiar! respondió-. Me parece que en Estados Unidos la visita del Papa a Cuba se sigue con gran interés; quizá tanto los Estados Unidos como Cuba estén buscando un futuro mejor». «¿Se encuentra en forma para este viaje?», le preguntó un periodista italiano. «Ciertamente, tengo más años que en 1979 replicó-, pero hasta ahora la Providencia me da fuerzas. Y, además, -dijo bromeando- si quiero saber algo sobre mi salud y mis enfermedades me basta leer la prensa».
Una solución justa entre las ideologías opuestas
Se le pidió, también en italiano, que diera un juicio sobre los últimos cuarenta años de historia del pueblo cubano, y dijo: «No estoy totalmente al corriente de estos problemas. Estoy estudiando, pero según las noticias que nos refieren también los obispos, parece que hay progresos. Por ejemplo, la escolarización, las escuelas; también el ámbito de la salud. Estoy convencido de que es así, porque lo hacían en todas las partes los seguidores de Marx; también el bloque soviético lo hacía. Desde este punto de vista hay progresos, progresos en el orden de los medios, quizá haya menos progresos en el orden del ser humano, de los derechos de la persona. Aquí es donde hay que progresar. Vivimos entre dos ideologías opuestas: la marxista, comunista, y la liberal, individualista. Hay que hallar siempre, buscar siempre, la solución justa». Un periodista le preguntó en inglés cuáles piensa que serán los efectos de su visita para el pueblo cubano, a lo que respondió, citando un proverbio italiano: «Quien viva, lo verá».
La revolución de Cristo es revolución de amor
De nuevo en italiano le preguntaron si es posible conciliar la revolución de Cristo y la de Castro, a lo cual respondió: «Hay que comenzar por la palabra revolución, porque se ve que es una palabra muy analógica: puede ser revolución de Cristo, pero puede ser revolución de Castro, y no solamente, también una revolución como la de Lenin. Así, pues, son dos civilizaciones: la revolución de Cristo quiere decir revolución del amor; en cambio la otra es la revolución del odio, de la venganza, de las víctimas». Por último, en polaco, un periodista le preguntó si el efecto de su visita a Cuba será el mismo que se registró tras su visita a Polonia en 1979, a lo que respondió: «Repito lo que he dicho antes: Quien viva lo verá. No soy un profeta». |
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