![]() |
noviembre-diciembre.año IV.No.22.1997 |
![]() |
MEMORIA CULTURAL |
UNA PEQUEÑA CRÓNICA PARA ÚRSULA LAMBERT: LA DIOSA NEGRA DEL CAFETAL ANGERONA por Bertha Martínez Páez |
Sí, ella es la otra diosa del Cafetal Angerona. Posiblemente en
honor a su persona y a los amores que en silencio mantenían ella y el dueño de la
hacienda Dn. Cornelio Souchay, se instaló la de mármol blanco, la diosa romana del
silencio y la fertilidad de los campos que aún preside y da la bienvenida a esas tierras
benditas y también a las enigmáticas y a la vez majestuosas ruinas para que no olviden
las generaciones precedentes, la bella historia que allí protagonizaron un inteligente
alemán, una hermosa haitiana, más de un centenar de esclavos africanos y su posterior
descendencia, así como el resto de la familia blanca, o sea, lo que para nosotros es
Angerona: la unión de tres continentes África, Europa y América y la de cuatro
culturas: la africana, la alemana, haitiana y cubana. Cada una aportó lo mejor de sí,
para que llegara a nuestros días, casi dos siglos después, su gran historia.
Ella fue una haitiana, morena libre, nacida en El Cabo, en la parte francesa de Sto. Domingo (hoy Haití). Llegó a Cuba adolescente, posiblemente en la primera década del Siglo XIX, a tenor de la grave situación de su país por la guerra de liberación de Toussaint Lóuverture. Don Cornelio Souchay y ella se conocen en La Habana después de 1810. Él ha llegado a Cuba procedente de Alemania, después de un periplo por otros países en 1807 con 19 años. Forma parte de un grupo de alemanes establecidos en nuestro país como Dn. Enrique Gätke, amigo íntimo que después formó parte de su familia. Él se dedica a los negocios incluyendo el de tráfico de negros desde las costas de África. En 1813 compra las primeras tierras 16 1/5 caballerías en San Marcos de la Artemisa, Realengo de Cayajabos, fundando así a Angerona. Úrsula por su parte es una bella joven, alta, muy femenina y presumida, con una personalidad muy definida al igual que él; esto quizás los atrajo y unió de por vida. Ella también tenía una amiga, como su hermana, la parda libre Belén Samuel, ambas conocen a estos alemanes y hasta la muerte los une una estrecha amistad. Cuenta Úrsula en su alegato de 1831, que desde 1815 servía a Dn. Cornelio en La Habana y a partir del 1ro de Mayo de 1822 se instala en Angerona. Allí despliega todo su amor por él, por la tierra y por sus compañeros de raza, oprimidos por la más cruel de las cadenas: la esclavitud. Gracias al sentimiento que los unía, él le permite ser la mano suave del Cafetal; a las magníficas fábricas, obras hidráulicas y demás creadas por él, ella también concibe obras de valor humano y espiritual. A su iniciativa se deben la enfermería, la casa de los criollitos con atenciones especiales para que crecieran sanos y fuertes, enseña a muchas esclavas el trabajo doméstico en la casa de vivienda, se ocupa de todo lo concerniente a la parte económica de la hacienda; enseña a las costureras y así se confeccionan cada año las esquifaciones para la dotación, que en esa época ascendía a más de 450 esclavos. También instala su tienda donde vende objetos de barro, guano, telas, etc., cosa inusual en el resto de los cafetales aledaños. En fin, se convirtió por años en una de las personas más importantes después del amo, en la cual él confiaba hasta el extremo de ser ella la persona que le guardaba los más importantes documentos, incluyendo el 1er Testamento del 4 de septiembre de 1835, redactado y hecho de su puño y letra, así como otras cláusulas adicionales posteriores, según él mismo relata en el 2do Testamento hecho en el barrio de Jesús del Monte en 1837, días antes de morir. Este cafetal se convierte en el 2do de la isla según el reverendo Abiel Abbot en su visita en 1838, con más de 750 000 cafetos, y ya en 1839 según Salas y Quiroga era el primero con un millón de cafetos. En ese mismo año también Cirilo Villaverde pasa 2 días en él, así lo relata en el último capítulo de su libro Excursión a Vuelta Abajo. Muchos visitantes, personalidades, intelectuales, pintores, etc., pasaron por este cafetal, admirándolo en su magnificencia, dejando constancia en crónicas, grabados, etc. Sin embargo, la presencia de Úrsula no aparece reflejada en ningún relato. Cuánto aún pesaba la descriminación social y racial: porque consideramos que esa relación debió ser "un secreto a voces", ya que desde la familia de él que llega de Alemania alrededor del año 1935, hasta los amigos más allegados conocen de su presencia y posición en el cafetal, así consta en muchos documentos oficiales. En 1830 debido a dificultades financieras Dn. Cornelio se ve apremiado por sus acreedores, trata de ganar tiempo y se le concede una espera por los Tribunales. También Úrsula Lambert presenta una relación de lo que él le adeuda y reclama $20 000 no pagados por años de salarios, mercancías de su tienda, etc. Es rechazada por la parte contraria representada por el Dr. Alejandro Morales la inclusión de ella en la lista de los acreedores. Ella presenta un alegato donde narra pormenorizadamente cada deuda, todo lo hecho por ella en años en el cafetal. Dicho alegato es un himno al derecho que tiene cada mujer a que se le respete como tal, además como trabajadora. Su valor adicional radica en que viene de una persona que aunque nació libre, su familia era esclava y que en el primer tercio del siglo XIX, en pleno apogeo de la ignominiosa esclavitud, sin saber leer ni escribir, solo disponiendo de su inteligencia natural, supo emanciparse, lograr una posición clave en el medio que escogió para vivir. Supo también ser guía y promotora de tantas cosas buenas para sus hermanos de clase y asimismo relacionarse de una manera increíble con las personas blancas de la finca de tal forma que llegó a ser parte esencial en ella. Sobre la reclamación de los $ 20 000, nunca fue pagada y a la muerte de Dn. Cornelio, ocurrida el 12 de Junio de 1837, en el último Testamento deja él dispuesto una pensión vitalicia para ella de $ 1 200 anuales; esta pensión fue pocas veces pagada, así como tampoco otras deudas que la familia contrajo con ella fueron satisfechas, según el 2do. Testamento de Úrsula de 1852. Cuando Dn. Cornelio muere, ella permanece en el cafetal, esto lo constata un documento redactado por ella y el sobrino de él, Dn. Andrés Sounchay, principal heredero y fundador junto con Dña. Berta Hesse de la familia Souchay aquí en Cuba por la parte blanca, donde entre otras cosas dice "que ella es libre de quedarse o salir de la finca cuando y lo convenga". Aún en 1847 está ella en el cafetal, allí muere su esclava carabalí Luisa Lambert y enterrada en el cementerio de Angerona. Posteriormente retorna a La Habana, los años han pasado, cuenta con más de 50; se establece cerca de su amiga Belén Samuel en la calle Cuba entre Paula y Merced. Ella tiene sus propios esclavos, su fortuna personal, pequeños negocios. Pone sus asuntos en regla, hace sus Testamentos, el primero en 1850 y el segundo en 1852. También atesora sus gratos recuerdos y respeto hacia la persona a la cual estuvo unida por más de veinticinco años, el rubio alemán Dn. Cornelio Souchay, el cual nunca se casó ni tuvo hijos al igual que ella, manteniéndose fieles el uno hacia el otro hasta la muerte. Y así llega el día de su fin, el 6 de marzo de 1860 con aproximadamente 70 años, rodeada de amigos, 13 esclavos mayores, 6 jóvenes y 2 niños. Deja como heredera a su amiga Belén, lega dinero a los tres Hospitales de Caridad, así como a amigos y también a dos familiares jóvenes de Dn. Andrés Souchay y de Dn. Enrique Gatke. Les da la libertad a algunos de sus esclavos y los más jóvenes quedan al abrigo y bajo la potestad de su heredera para que les enseñe y procure a los varones un oficio para que se proporcionen su subsistencia honradamente hasta que se casen y las hembras que aprendan labores propias de su sexo. Así era y vivió esta magnífica mujer, bondadosa y humana, cualidades que nos llegaron a través de sus documentos, los cuales nos ayudaron a conformar su personalidad y esta pequeña historia como homenaje. Supo ser unión entre dos razas, entre dos clases sociales, aunque por lógica, cuánto quizás haya sufrido al sentirse marginada o descriminada por su color en ocasiones; pero supo estar por encima de esas circunstancias y hechos negativos que pudieron tantas veces lacerarle el corazón, pero su fortaleza espiritual y moral era mayor, así como su amor, y con hechos positivos, elocuentes, se ganó el lugar por encima de las bajezas humanas de los que la rodeaban, así como de la posteridad. Tu lugar en nuestra tierra que hiciste tuya, como un lugar en la historia de tu querida Angerona, te lo ganaste por derecho propio, por lo tanto...
DESCANSA EN PAZ, ÚRSULA LAMBERT, QUE LA PAZ DEL SEÑOR SEA CONTIGO. (Tomado de la biografía ÚRSULA LAMBERT, LA DIOSA NEGRA DEL CAFETAL ANGERONA de Berta Martínez Páez, 1996.) (Basada en documentos del Archivo Nacional, Parroquiales y otros) |