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noviembre-diciembre. año III. No. 16. 1996 |
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MEMORIA CULTURAL |
MATEO GUTIÉRREZ ACANDA: UNA VIDA DEDICADA AL PENTAGRAMA por Adalberto Cabrera Espinosa |
Nació en el más occidental municipio, en hogar de músicos, allá en Mantua M.N. el 21 de Septiembre del año 1909. Sus padres pronto hicieron posible que junto a la cartilla con las primeras letras, aprendiera también el pentagrama con las primeras notas musicales. El ambiente le incitaba a la pronta superación en todos los sentidos, quería entrañablemente a su terruño, pero también anhelaba la obligada superación y el cambio de marco donde desenvolverse. Por parte de su progenitor Gumersindo: el mejor ejemplo, la más completa dedicación, y un marco para el aprendizaje y perfeccionamiento. La orquesta de Gumersindo Gutiérrez era la agrupación obligada en las fiestas del terruño y un poco más allá. Mateo Gutiérrez Acanda tenía cinco hermanos músicos, y el padre; se estudiaban distintos instrumentos, él se decidió por la trompeta y el cornetín. Además de la orquesta de¡ padre, Mateo funda un septeto en el año 1928, y en el 33 decide trasladarse a La Habana; antes había aprendido el oficio de tabaquero, lo que le sirvió para el sostén en la capital de la República; torció tabacos y realizó gestiones con distintas agrupaciones musicales, conoció músicos, realiza una prueba en la Banda Militar de Columbia y le aprueban en 1935-. regimiento 6 como educando, o músico de prueba. De inmediato el próximo paso: se presenta a oposición y se alista; así transcurre el tiempo hasta 1945 en que nuevamente se examina y obtiene una plaza de sargento de primer músico y pasa a prestar servicios en la Banda del Octavo Regimiento, entonces dirigida por el teniente José Rodríguez Meneses. Durante su estancia en La Habana, comparte sus labores musicales con distintas agrupaciones como el grupo «El mérito de Mantua» en Marianao, el conjunto de sones «Bayamo», el conjunto de Luis Noda, El Terry de Francisco Rodríguez, el de Arsenio Rodríguez, «El ciego maravilloso», la Sonora Matancera, y otras agrupaciones. Radicado ya en Pinar del Río, forma parte de las orquestas Bellamar, Montecarlo, Joseíto González y su orquesta «Ritmo y Melodía», y otras más. Sus hijos también se han dedicado al cultivo de la música, y su hija Martica ocupa planos estelares en el baile como profesional. Conversar con Mateo es contagiarse con ese carácter y ánimo que le identifica desde muy joven; sus clases a los alumnos están llenas de anécdotas, enseña en forma muy amena, con una pedagogía muy suya, además de trabajar con quienes comparten sus gustos y preferencias; su dedicación, su amor por el estudio y la superación, por el aprendizaje, por el conocimiento necesario. No le gusta perder el tiempo; tajante, definitorio, conoce si el alumno puede lograr hacer realidad sus aspiraciones, obtener sus metas. En la obligada charla una muy interesante y simpática ocurrencia. Un viejo maestro de música a la vez que enseña a sus alumnos, a los más destacados y prometedores, como casi nunca cobraba su labor, les llevaba a amenizar algunas fiestas por las que devengaba irrisorias cantidades; a las manos de los operarios llegaban algunas monedas. Esto ocurría en la década del 20, época en la que se organiza un pequeño sindicato que alertó a todos los músicos en la exigencia de las tarifas fijadas. Los jóvenes músicos, muy respetuosos, se dirigieron al maestro y le hicieron saber las tarifas a pagar. El viejo profesor no se alteró ni se inmutó. Para el próximo baile, escribió un danzón con el fin de darle una lección a sus discípulos, y el segundo «trío» o parte del mismo, estaba obligado a un solo de muy difícil ejecución, sólo un verdadero artífice del instrumento podía ejecutarlo. Procedió a la entrega de los papeles, y citó a ensayo. Cuál no sería la sorpresa cuando después de la obligada lectura, confesaron casi al unísono aquellos pichones de músicos... ¡Maestro, nosotros no podemos tocar este danzón! El mismo se titulaba «La tarifa», nombre que identificaba el reclamo de sus jóvenes alumnos; a lo que respondió el maestro: -bueno, cuando ustedes lo toquen no tienen que ver al sindicato, yo les pago lo que fijen las tarifas acordadas. En la existencia de estos viejos maestros, muchas son las anécdotas y vivencias; llenarían un voluminoso libro, siempre rodeadas del mejor ánimo, de momentos nunca olvidados, vivencias que disipan un tanto sus valiosas exigencias, que junto a los merecidos reconocimientos y distinciones, complacen y estimulan, a la vez que patentizan que sus desvelos y sacrificios no han caído en el olvido, y entre las mismas: La Orden «Por la Cultura Nacional», Orden «Raúl Gómez García» por 40 años en el ejercicio de la música, Orden como «Trabajador Destacado en el Arte», diplomas, reconocimientos como Profesor de varias generaciones de estudiantes de la Música, Copistas, Pedagogo Musical, ejecutante de sólido prestigio como tal, y además los que todos le reconocemos: humano, sencillo, modesto, desinteresado, altruista, buen padre, prestigioso ciu-dadano, y con un carácter que suma afectos inmediatamente que se le trate. Así transcurre la vida de quien con bondad y amabilidad ve transcurrir el tiempo siempre con un borde melódico, como para no separarse de lo que ama desde que nació allá en su bello rincón mantuano, a donde concurre cada cierto tiempo para compartir con los suyos... y no olvidar el terruño. Nietos y bisnietos aumentan la prolongada familia, y todos desde temprano muestran predilección y afición por el pentagrama... como para continuar la tradición que hace algunas décadas les han ocupado en la ejecución de distintos instrumentos musicales, de los que son magníficos ejecutantes. ------------------------------------- CULTURA Y DESARROLLO El 20 y el 21 de noviembre de 1996, tuvo lugar en Pinar del Río el II Encuentro Provincial "Cultura y Desarrollo: Retos y Estrategias" auspiciado por el Centro Provincial de Superación para la Cultura, con el objetivo de confrontar propuestas y experiencias que ayuden a perfilar la labor cultural de las instituciones que tienen ese encargo social. El programa científico del evento se dividió en dos comisiones para valorar el ámbito de la cultura y las estrategias para el trabajo sociocultural comunitario. Algunas de las propuestas que más eco recibieron del auditorio fueron: Narrativa pinareña de los '90 (aproximación a dos libros de la colección Pinos Nuevos); Desarrollo y perspectiva del rock en Pinar del Río; Dimensión cultural de la biblioteca en la Comunidad, Cómo llevar a las masas el surgimiento y desarrollo arquitectónico de Pinar del Río, La extensión universitaria en función de la salud de la población; Resultados del estudio preliminar de la prostitución en Pinar del Río en la etapa actual, Taller teórico-práctico sobre el trabajo de creación plástica en los niños (Imágenes en juego); Cultura, Comunidad y Medio Ambiente; entre otros. Colateral al encuentro que sesionó en las sedes del Centro Provincial de Desarrollo de la Literatura Hnos. Loynaz y el Centro Provincial de Artes Visuales, tuvo lugar una Feria de Exposiciones y una Velada artístico recreativa en el Museo Provincial de Historia, con una exposición colectiva de artistas plásticos pinareños y las interpretaciones de la Banda Provincial de Concierto. |