CONFERENCIA
DE OBISPOS CATÓLlCOS DE CUBA
ESTATUTOS
DE LA COMISiÓN EPISCOPAL "JUSTICIA Y PAZ"
I- INTRODUCClÓN
1. Respondiendo a un voto del Concilio Ecuménico Vaticano II, el Papa Pablo
VI creó por el Motu Proprio "Catholicam Christi Eclesiam" del 6 de Enero de
1967, una Comisión Pontificia encargada de suscitar en todo el Pueblo de Dios el pleno
conocimiento de la función que los tiempos actuales piden a cada uno, en orden a promover
el progreso de los pueblos más pobres, de favorecer la justicia social entre las
naciones... "Justicia y Paz es su nombre y su programa", explicaba
después Pablo VI en la Encíclica sobre el Desarrollo de los Pueblos y añadía:
"Pensamos que este programa puede y debe juntar los hombres de buena voluntad con
nuestros hijos católicos y hermanos cristianos" (Populorum Progressio No. 5).
En
Cuba, la Iglesia se propuso como línea de trabajo en el Documento Final del Encuentro
Nacional Eclesial Cubano, "formar seriamente a los laicos para su participación en
el ámbito de lo político y de lo social, de modo que ejerzan su profétismo
cristiano con espíritu de reconciliación en el mundo en que se encuentran
encarnados" (ENEC 439) y para esto postulaba la creación de una Comisión de
Pastoral Social.
3. Al celebrarse la I Jornada Social Católica en 1991, los laicos de toda Cuba
allí reunidos solicitaron a la Conferencia de Obispos la creación de una comisión
"Justicia y Paz" (Cfr. Memorias pág. 200).
4. El Sr. Cardenal Roger Etchegaray, Presidente de la Pontificia Comisión
"Justicia y Paz" dijo durante la celebración de la Segunda Semana Social
Católica de La Habana en noviembre de 1994: "La Iglesia hace conjugar la Justicia y
la Paz... tomando la imagen bíblica del Salmo 85, "la justicia y la paz se
besan", hasta tal punto que no puede haber justicia sin paz, ni paz sin
justicia". Es a partir de esta dinámica que cada Iglesia local busca establecer su
propia comisión. Estoy feliz de saludar el nacimiento de esa Comisión en Cuba es
un acto de valentía, porque no hay nada más difícil que esforzarse en la búsqueda de
la justicia y la paz, y esa búsqueda conjunta exige de la Iglesia un gran esfuerzo de
lucidez y discernimiento". (Memoria II Semana Social, pág. 95)
5. En esa misma ocasión el Sr. Cardenal Arzobispo de la Habana hizo el
anuncio oficial de que la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) comenzaba a
organizar una Comisión "Justicia y Paz" como órgano de servicio de la Iglesia
en el cumplimiento de su triple e indisoluble misión evangelizadora.
6. En efecto, si en el Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC, 1986) se
trabajó para pasar de una pastoral de mantenimiento a una pastoral más misionera y se
revitalizó el culto como uno de los servicios eclesiales; si hace pocos años se
dinamizó la labor caritativa de la Iglesia con la organización de Cáritas Cuba y sus
respectivas comisiones diocesanas; es necesario, ahora, completar esa triple tarea
evangelizadora con la promoción de su dimensión profética. Como un medio para fomentar
esa vocación cristiana la COCC crea la Comisión "Justicia y Paz".
La
misión profética de la Iglesia conlleva dos elementos inseparables: el ejercicio de los
criterios evangélicos para discernir las realidades en que vivimos y la denuncia de
cuanto disminuye la dignidad humana y lesione la justicia social. Pero además, "toda
denuncia para ayudar al hombre en su liberación, tiene que llevar consigo, al mismo
tiempo, el anuncio de una liberación, no solamente posible, sino ya vivida". (Card.
Etchegaray, Il Sem. Social).
Al
señalar todo lo que limita el desarrollo de la persona humana y todo lo que perturba la
paz social, la Comisión "Justicia y Paz" no ejerce una crítica estéril sino
que pone el énfasis en el anuncio de la verdad sobre el hombre, su vocación y su
destino, abriendo así para todos las puertas de la esperanza.
La base
del trabajo de la Comisión "Justicia y Paz" es el estudio y la aplicación de
la Doctrina Social de la Iglesia cuyo contenido fundamental es la persona humana como
sujeto, centro y fin de todas las instituciones sociales, sabiendo que su pleno desarrollo
no se logra sin participar en la sociedad de forma libre, creativa y responsable.
El
trabajo de la Comisión "Justicia y Paz" debe acompañar y estimular el
testimonio personal de los cristianos para animarlos a tomar, cada vez más en serio, su
compromiso en medio de la sociedad en la que viven y de la que forman parte. La fidelidad
a Cristo y a Cuba es la motivación profunda que debe inspirar la acción pastoral de esta
Comisión Episcopal. Esa fidelidad supone tanto la permanencia activa y consciente en
nuestro país como el mantenimiento de la comunión eclesial con los católicos cubanos
que viven fuera de la Patria. Los presentes Estatutos de la Comisión Episcopal
"Justicia y Paz" deben ayudar a la animación de los siguientes objetivos
generales.
II.
OBJETIVOS GENERALES
La
Comisión "Justicia y Paz", en conformidad con su identidad eclesial y
consecuente con la antropología cristiana que asume, coloca en el primer lugar de sus
aspiraciones y tareas la promoción de la persona humana, consciente, como ya se ha dicho,
de que el hombre es el sujeto, el centro y el fin de todo el entramado de las relaciones
sociales y de la sociedad misma.
Consecuentemente
con lo anterior la Comisión "Justicia y Paz" se propone trabajar por el respeto
y la defensa de la Persona Humana considerada como sujeto de derechos y deberes.
Como
extensión y aplicación de lo expresado en el apartado II, 2 la Comisión "Justicia
y Paz" se compromete a:
-de
acuerdo con la enseñanza de la Enciclica Veritatis Splendor, prestar particular atención
a la Verdad en el enfoque de todos los acontecimientos
-según
el Magisterio de la Iglesia, promover la justicia social
-apoyados
en las virtualidades del amor cristiano, fomentar el diálogo y la reconciliación entre
todos los cubanos
-a partir
del espíritu del Evangelio, esforzarse en la consecución de una paz plena y estable para
todos los ciudadanos.
IlI.
CAMPOS DE MISION Y MEDIOS
La
Comisión Episcopal "Justicia y Paz" cumplirá sus objetivos generales
trabajando en los siguientes campos de misión:
l. Formación
integral según la Doctrina Social de la Iglesia mediante:
-Cursos
sistemáticos
-Reflexiones
sobre problemas económicos, sociales, políticos y culturales de nuestra sociedad a la
luz del Evangelio.
-Celebración
de las Semanas Sociales y su aplicación continuada.
2. Conocimiento
y promoción de la Dignidad Humana como fundamento de la Justicia y de la Paz,
mediante:
-la
presentación de una visión global e integradora de la persona humana con sus derechos y
deberes
-la
manifestación de una solidaridad efectiva con cuantos sufren a causa de los agravios a la
justicia y la paz
-la
organización de servicios de consultarla sobre ética social por medio de personas
competentes.
Proyectos
de promoción humana y social que :
-sean
signo y testimonio del trabajo de la Comisión
-permitan
crear o sostener espacios de participación compartidos por católicos y demás personas
de buena voluntad a fin de promover el diálogo y la reconciliación
-posibiliten
evaluar, en la práctica, el espíritu constructivo e integrador que postula la Comisión
en los apartados del epígrafe IV.
4. Dar
a conocer el fruto de las reflexiones y estudios en las publicaciones de la Iglesia:
-con
criterios de verdad y justicia
-como
servicio a la información y a la formación sobre los temas de la Justicia y la Paz
-también
para promover el intercambio de experiencias en este campo de trabajo eclesial.
Estos
campos de acción, y los medios para ejecutarlos, deben servir de inspiración para cada
Comisión diocesana y para esta misma Comisión Episcopal, con el fin de que posibiliten
el desarrollo de otras iniciativas según las circunstancias de cada lugar.
IV-
ACTITUDES Y ESTILOS
1. La adhesión a la persona de Jesucristo y la aceptación del mensaje liberador
y humanizante del Evangelio implican ante todo una conversión del cristiano para que la
actuación en favor de todos los hombres y de la sociedad humana sea positiva y
constructiva.
2. Al mismo tiempo, la Doctrina Social de la Iglesia y el reiterado clamor de los
Obispos Cubanos han subrayado el valor insustituible del diálogo en el respeto, en la
verdad y en la caridad, como estilo y como medio privilegiado en la búsqueda de
soluciones a los conflictos que se presentan en la sociedad.
3. Contemporáneamente gana espacios cada vez más significativos y edificantes,
para el desarrollo de una sociedad sana, la llamada cultura de debate que se caracteriza
por la apertura a la Verdad y el ejercicio de una crítica que no busca culpa ni
culpables, sino propuestas que exaltan la racionalidad y la virtud y permiten la
consecución del equilibrio social en una pluralidad responsable y enriquecedora.
4. En la aplicación y el ejercicio de las actitudes señaladas, a saber:
auténtica conversión, espíritu positivo y constructivo, diálogo respetuoso y sincero,
apertura y sana crítica, la Comisión "Justicia y Paz" quiere mirar más que al
pasado que paraliza, al futuro que convoca y que suscita la esperanza.
5. En el desempeño de su misión, la Comisión "Justicia y Paz' no tiene
otra opción que las que nos propone el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo y descarta
toda otra que no sea compatible con su carácter eclesial y pluralista, en consecuencia
tampoco confiere valor absoluto a los análisis técnicos y a los juicios de carácter
opinables.
V-
ESTRUCTURA Y DINÁMICA DE FUNCIONAMIENTO
La
Comisión Episcopal "Justicia y Paz" estará formada por una PRESIDENCIA y un
SECRETARIADO EJECUTIVO. Además estarán los sacerdotes, religiosas y laicos delegados por
sus respectivas Comisiones Diocesanas.
La
PRESIDENCIA estará compuesta por tres Obispos quienes, a su vez, presiden otras
Comisiones Episcopales afines al trabajo de la misma Comisión.
El
SECRETARIADO EJECUTIVO lo forma uno de los Obispos Presidentes y aquellos que representen
los cuatro campos de misión que han sido expuestos en el apartado III. Además lo
formarán los consultores que la Presidencia designe de modo permanente o transitorio.
2.
Desarrollará aquellas actividades de carácter eclesial en favor de la Justicia, la Paz y
la promoción de la Dignidad Humana, especialmente las que correspondan a las indicaciones
de la Pontificia Comisión "Justicia y Paz", al Departamento de Acción Social
del CELAM y a la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.
Por otra
parte, fomentará la relación y cooperación con las Comisiones Diocesanas y con otros
Organismos que trabajen sinceramente por la consecución de la Justicia y de la Paz.
Los
miembros de la Comisión serán elegidos por los Obispos a título personal con una
duración de tres años en sus cargos. El Pleno de la Comisión se reunirá, por lo menos,
dos veces al año. La convocatoria será extendida por la Presidencia dando a conocer, con
más de un mes de anticipación, el contenido de los temas a tratar.
En caso
de que la Presidencia lo estimase necesario podrá convocar una reunión de carácter
extraordinario.
Quien
realice el servicio de secretario en las reuniones de la Comisión deberá enviar una
copia del ACTA a cada uno de los Obispos y al Secretariado General de la COCC, así como a
la Nunciatura Apostólica.
Ciudad de La Habana, 19 de Marzo de 1995
Solemnidad de San José "Patrono de la Iglesia Universal"
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