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julio-agosto. año I. No. 2. 1994 |
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MEMORIA CULTURAL |
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MANOLO ALONSO Y LA ESTUDIANTINA PINAREÑA por Adalberto Cabrera Espinosa |
"Todo está dicho ya; pero las cosas cada vez que son sinceras, son nuevas, "sentenció el Apóstol y agregó: "Las palabras deshonran cuando no llevan detrás un corazón limpio y entero. Las palabras están de más cuando no esclarecen, no fundan, cuando no atraen, cuando no añaden". Muchas han sido las frases vertidas justicieras, halagadoras, llenas de afecto y admiración prodigadas para honrar al desaparecido físicamente, pero vivo en el recuerdo, maestro "MANUEL PEDRO ALONSO SARAVIA", el sencillo y laborioso Manolo Alonso. Falta espacio para hablar de él, no obstante, trataremos, contando con la valiosa ayuda de dos de sus alumnas, quienes le evocan en el recuento de aquella querida y popular figura de la cultura pinareña que fue Manolo; Jorgelina Hemández y Anita Alonso, que con mucha amabilidad y eficiencia colaboraron en el merecido homenaje que tributamos al amigo, maestro y director desaparecido. Manolo Alonso nació el primero de agosto de 1881 y falleció en esta ciudad el 8 de diciembre de 1959. Todo voluntad, delicadeza, amabilidad, tesón, tenía una paciencia a toda prueba, y una voluntad de acero. Perseverante, tenaz, se propuso conformar una agrupación musical distinta, una ESTUDIANTINA, pero primero tenía que preparar, formar e instruir en el manejo de aquellos Instrumentos a sus escogidas, antes la obligada y rigurosa selección. Comenzó por realizar ciertas pruebas, que creía muy necesarias, de rigor, imprescindibles, así fue captando y convenciendo de la importancia de la obra deseada hasta lograr lo anhelado. Junto al capacitado director, las sopranos: Lolina Tallet, Enriqueta Herrera, Teresita Díaz Canal, Mérida Hernández y Caridad González. Contralto Alicia Mederos. Primeras mandolinas: Amalita Alonso, Nora Almiral, Luisa Cabarrouy, Sonia Becerra, Yolanda León, Irma Romeu, Sonia Montoro, Anita Alonso, Arminda Martínez, Jovita Sánchez, Margarita Sardoya, Haydé Ventura, Xiomara Puig, y como segundas mandolinas: Mérida Hernández y Arminda Rodríguez. Mandolas: Norma Puig y Nery Hernández. Mandocello: Teresita Viñas. Rítmicas: la niña Deysi Almirall junto a Marylín Alonso. Guitarras: Jorgelina Henández, Clarita Montoro, Nidia Cuevas, Nora Quintana. Angelina Lluis, Elania Bernal, Margot Doallo, Miriam Hemández, Hilda Carmona, Rita E.Hernández, Ada Pérez, Emilita Pérez, Amalina Alonso, Lérida Martínez. Mantenidos ensayos, horas y horas en aquella hermosa labor, confianza, conjunción de propósitos, seguridad, dominio, destreza, y por parte de Manolo, paciencia y tesón, cualidades que siempre le distinguieron. Resultaba muy agradable escuchar aquellas composiciones escogidas con gusto, con amor, y pronto comienzan las invitaciones, los requerimientos, las programaciones, los compromisos y así recorren municipios de la provincia, sus centros de recreación y sociales, sus instituciones, y el Comité "Todo por Pinar del Río" y la respetable Logia "Solano Ramos", le ofrecen su calor y entusiasmo que ellos necesitaban para continuar tan bella y altruista obra, tan desinteresada. Llegan las invitaciones para el "Día de la Dignidad Pinareña", el 26 de noviembre. Actúan en las veladas que con tal motivo se organizaban y donde la Estudiantina era la gran atracción, el Centro Progresista y la Logia "Luz de Occidente" de Güanajay, el Club Hispano Cubano, de Los Palacios, el homenaje provincial al educador Dr. José Elpidió Pérez Somossa, los solemnes actos de inauguración de los cursos académicos de la Universidad de Occidente "Rafael Morales y González", los conciertos presentaciones de los profesores Isela Gómez Rossi y Armando Molina Azcárragas, Liceo de La Palma, y otras muchas. Halagos, loas muy bien ganados, justas y merecidas felicitaciones y más y más requerimientos para deleitar a su pueblo que les aplaudía y hacía público reconocimiento de sus indiscutibles y bien logrados méritos, de sus éxitos. Manolo y su Estudiantina no cejaban en el empeño, su fama trasponía ya los umbrales de la provincia, iba más allá, el firme y mantenido trabajo superador daba sus frutos, el periódico ensayo daba confianza, seguridad, el repertorio aumentaba y en cada ocasión se sumaban adeptos, admiradores, aquello les obligaba a perseverar, y ello aparejado a horas y horas de un férreo trabajo, y lógicamente un esfuerzo físico y mental agotador. Exigente, sabía qué se proponía y todas sus alumnas le brindaban un absoluto respaldo y una rigurosa disciplina, además del cariño bien ganado junto a la recíproca admiración, consideración y respeto que él se merecía y ellas le deparaban.-Aclaran Anita y Jorgelina, que tan era así que las integrantes de la Estudiantina, de su peculio, solventaban los gastos de mantenimiento de la misma, y por cuyas actuaciones nada percibían, tal era el cariño al maestro y su agrupación musical. La Dra. Rina Malo Rendón, en nombre del Lyceum Femenino, de Pinar del Río, de cuya institución era presidenta p. s. r., se unía al reconocimiento unánime, la pedagoga, amiga y admiradora conocía bien cuánto hacían en pro de la cultura y del arte en Vueltabajo, y no fueron remisos al estimulante aplauso, al justo homenaje; el Dr. Juan Francisco Sánchez en nombre de la masonería pinareña le entregaba diploma y medalla de oro a la agrupación, al maestro Manolo, por su dedicación, por la labor que les absorbía, a sus esfuerzos, tiempo y energías que gustosos daban y que ponían a disposición de todos en empeño común del director y sus alumnas, sus hijas espirituales que tanto le ayudaban y cooperaban en sus laudables anhelos, en su mantenida obra cultural. Después de una ímproba labor mereció de la educadora pinareña Alicia Iglesias unos sentidos versos, que recogen el consenso de sus comprovincianos y que sentidamente expresan: Has sabido marchar siempre adelante con su firme carácter justiciero, tu recto proceder edificando normas podrías dar al mundo entero. Debes estar contento y satisfecho de tu fecundo paso por la vida, porque de todo aquello que tú has hecho quedarán recuerdos que jamás se olvidan. Tuviste una gran orquesta cuando imperaba el danzón que amenizaba la fiesta que hubiera en la población. Las escuelas recorriste con sin igual energía y en ellas se te quería pues las bandas, las hiciste. Creaste una estudiantina de todos, la admiración por su música divina su ritmo y su ejecución. Esa gran estudiantina fue tu gran inspiración su presentación, tan fina causaba siempre emoción. Y con ella recorriste casi toda la región ¡cuánto aplauso recibiste por su exquisita actuación! Siempre has estado enseñando con gusto, con devoción la música interpretando esa, ha sido tu obsesión. Cuando se evoque tu nombre será con veneración y todo aquel que te nombre, lo hará con gran emoción . Maestro Manolo Alonso, siempre serás recordado. Como sentenciara Martí: "Amar, no es más que el modo de crecer" Tu obra, tu vida constituye, recuerdos permanentes, tu grandeza, tus virtudes, tu memoria, así lo acreditan. Fuiste grande porque creciste en el amor. |