marzo-abril. año I. No. 6. 1995


HECHOS

Y OPINIONES

 

NOSTALGIA DE CUBA

por Pedro Pablo Porbén Álvarez

 

a Papi, a Patry... a Leandro.

 

Tantas cosas guardadas por años... "tienen que abandonar el inmueble 72 horas antes de irse"... la cuna donde tres generaciones vertieron sus primeras aguas aquellos trabajos en cartulina "de la buena" atesorados después de la única función... pintados con esmero y amor por aquella joven de 17 años que pretendió ganar el mundo con su arte... "después de inventariada la casa no pueden sacar ningún objeto... " Las arañas y el polvo conocen cada trazo, cada línea segura del pulso firme de la esperanza... la enorme maleta de cuero carmelita que compramos en aquella rebaja de 'tarecos rusos" allá por los años 70 cuando aún podías ir a un Hotel, me encantaba meterme dentro y jugar a los escondidos en el inmenso closet de "El Nacional"... creo que fue en "El Sevilla" o en "Los Jazmines"... -ah! el olor de los pinos nuevos y altos que antecedian la llegada, el magnífico paisaje preñado de mogotes verdes y allá lejos el indecible encanto del último Indio que se cobijó en las cuevas... "lleva lo más necesario para no tener que usar más maletas... acuérdate que nos vamos para la casa de tus tías medio monjas..." el rollo de cartulinas que con tantos remilgos y súplicas obtuviste de los "jefes" cuando crear era tu vida, cuando creaste a dos seres que hoy buscan a tientas sus orígenes... la cajita negra de pandora con los maravillosos óleos y pasteles que el viejo Tiburcio Lorenzo usara para modelar tu magnifico rostro de los años 60, que ahora se queda dormido en la sala de tus amigos... el papel alba, tan escaso y perseguido, recostado a la vera de la puerta izquierda, guardián eterno de versos y confesiones ardorosos entre una adolescente y un tipo cansado de tantas canas... "no eches papeles en la maleta, no caben las cosas de tu hermanita...", las capas de agua que penden en la puerta derecha, testigos mudos de un clima que tan mal hace quedar a los eruditos, todo el secreto cabe en aquel closet antiguo que perdió su pared central para injertarle gavetas que nunca se clavaron bien que "bastante buenas quedaron"... el cedro de los travesaños y colgantes, madera dura y perfuda que bien podría contar la historia de su gata escondida para parir "bichitos" tan feos pero simpáticos, y que nunca se quedaron con nosotros... las miles de fotos, tristes recuerdos de años que no podrán volver, no por su culpa: por la nuestra que quemamos el camino de retorno –o mejor, lo ahogamos en un mar azul y salado por lágrimas de miles de seres que como yo sienten nostalgia de Cuba... no, no soy patriota, pero dejo amigos tan queridos y sé que no los veré más, o sí, en fotos, las mismas fotos contentos y felices de hacerte creer que están contentos y felices... Amores, dejó tantos que sólo llevo mis libros más queridos... balance de mis actos, no vale la pena... no me juzgues y no serás, juzgado... "si quieren meterse aquí que sea después que sellen la puerta", recuerdo el patiecito, regado y mohoso que sirvió de sepultura a mis creaciones... inservibles... el piso de un cuarto que escuchó lamentos y tormentos, quejas y risas orgásmicas, que sintió el peso enorne del placer revolcado en su nunca bien terminada superficie... el baño eternamente sucio -"cuántas veces te lo diré: no te orines en los bordes un espejo en el que colocaste aquel día "la sorpresa", cuán injusto fui... pero recuerdo por qué... el amuleto de brujería que Tata Santa Cruz hiciera y el Osun del Padrino Rafael que comía mieles y dulces finos y el vasito de vidrio con agua debajo de la cama para Eleggua... Obatala... Antonio Guerrero, tres toques... quién habrá sido... la visión onírica de tu cruce por paredes y los sueños eróticos con imposibles seres... "tiene que dejar las camas tendidas con sábanas y sobrecamas, todo recogido..." la mesa de dibujo que durmió años bajo el reguero que tocó el techo del pequeño estudio cómplice de avatares que casi no recuerdo, señales de humo de un pasado necesario en las cartas que estrujó con el alma en vilo y que espera hayas leído...los apuntes políticos que vuelan las cenizas lúgubres antes de que puedan "cogerlos vivos"... viejo tocadiscos RCA-Victor de válvulas pero "buenísimo" increíble como se oían Mozart, Puccini, Bach, Glenn Miller... cientos de discos que añoro y no lamento dejar a mi amigo René... las miradas de soslayo o repetidas a una calle seria y estrecha por donde algún día debiste pasar y un balcón donde trincabas tus codos y ojos en espera paciente de alguien que no vendrá ... o si, atado a un pasaporte que arrancó tu alma hace tanto... Amigos que no lloran que no aplauden mi osadía que veneran mi cobardía y no lloran, ríe payaso! Ríe... y el odio secular y el menosprecio del yanqui ya no parecen importante..., ¿será ésta la única solución; la huída?, un cura caprichoso pero noble y justo, un obispo "santo guerrero" y hombre de Dios y hombre de los "hombres", la Ermita linda y agradable personal, el fondo que es la entrada, la mesa del vidrio roto en la esquina, tu pelo rubio en Misa que ondulado ladeabas con guiño que no delatara mi presencia... "tira unas fotos del Altar de la Caridad, otras al templo y la fachada... la vas a extrañar... "No hay corriente eléctrica en días alternos de noche, en días alternos de día, en días alternos de tarde no hay, en el día... la luz que dejabas encendida para que no se robaran otra luz, la bicicleta que armé y desarmé y recibí y vendí para comprar monedas y cristales y galleticas de chocolate a 80 centavos de dólar.. el hotel del pueblo donde no me dejaban entrar -pero, sabios arquitectos colocaron la cerca que yo podía saltar y evadir los CVP's y bailar y beber y sudar y amarte un rato antes de volver al trabajo de vivir diario... y las horas perdidas de sueño, y los sueños perdidos en horas, ahora... un suntuoso y vetusto templo neoclásico o ecléctico o barroco tardío o bellísimos vitrales de juntas plomadas -CIA no recuerdo cuál- incienso, voces, calor y elocuencia, casa Dios, San Pedro -Pablo... los pinos, los ríos sucios, secos canales de arroyos de "Todo por Pinar del Río", San Rosendo siempre se te olvidaba el nombre ...no recuerdo el pórtico abierto arrebato de mal tocadas campanas, por quién doblan -ingenuo. Vecinos que no conocí, tiempo sobró, ocasiones no. Una azotea estrecha que recibió tu cuerpo azul y el mío que no conocí, para fundir un sello que efímero cayó de sus alturas... ropas tendidas en la cumbre... Tarea titánica de juntar recuerdos... sonrisas truncas, adioses casi sufridos... están allí los muertos queridos Tío Raúl que cada vez traía sus 20 pesos cual fortuna al niño o a la niña que saciaban de "pie" sus glotones instintos, abuela hipocondríaca ilusa, honesta casi analfabeta la otra, abuelo y su carrito blanco pequeño que no funciona por falta de gasolina y que fue lo único que obtuvo al entregar cuerpo y alma a la noble causa de Enero del 59... Duele tanto dejarlos a todos, dejarme... qué injusto precio el de la vida ¿cuándo cobraremos la desdicha de un futuro incierto...? y te repudian y te abrazan y te compadeces.... soñamos, el sol calienta tu rostro, y ves que tus manos callosas no sostienen la balanza ni la espada erecta cual falo acusador, pero llevas máscara y el sol tiene manchas... Todo pasa y todo cambia... ¿hacer caminos sobre la mar? tal vez facilite el encuentro, tu encuentro conmigo, con ellos y vendían medicinas donadas por incautos a la tierra oprimida y bloqueada y Leandro moría irremediablemente aunque el extranjero de su hermano compró medicinas que un hospital te cambia por Lincoln, Roosevelt, Gorbachov, Stalin... "no tuve suerte" -dije un día porque traté de enmendar lo que no tiene cura ¿o si? escuchar lo que no tiene voz... el susurro mudo de miles de almas que vagan el estrecho de la Florida intentando un mensaje con sus huesos calados de dudas y de ideologías... ella se sintió la inevitable partida, él nunca retornó, el vacío inmenso de saber decir y no hacer ¿para qué? total te vas ... y ahora te preguntas si podrás empezar a respirar de nuevo con tantos olores sin exorcizar... "llegaron a desalojarnos y sellar la casa" cuatro jabas de naylon y una lágrima y una hojeada al pasado y dejas tu casa, tus cosas queridas... mañana mostrarás a tus hijos o nietos las fotos de Cuba, una isla del Caribe donde llueve cuando le da la gana, donde no hay casi ánimos para empezar el nuevo día, donde corriste tus primeras aventuras y te sonaron la primera bofetada, y te lanzaron la primera piedra, donde las arañas y el polvo son décadas de infernal tristeza que no quise traer, donde ella lloró y tiene sus hijos, donde amé, donde estudié, donde... ¿dónde... ?, ¿cuándo?