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mayo-junio.año 3.No 13.1996 |
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ENCUENTRO CON ...
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PEDRO PABLO OLIVA: EL MUNDO NO ACABA ALLÍ DONDE VUELA UN PÁJARO. por Rafael Bernal Cartellanos |
SI
PINTAR ES EN ESENCIA HABLAR...
PINTEMOS CON PEDRO PABLO OLIVA...
Hace dos años -en mayo de 1994-, en medio de carencias y dificultades que poco han variado, surgía y se multiplicaba -como el bíblico milagro- una revista en las ávidas manos de pinareños ansiosos de más variadas luces en juicios e ideas. Tenía nombre de luz y patria: Vitral y muy cubanamente en sus páginas un brillante pintor abría una Galería de opiniones. Un año después -19 de julio de 1995- ese mismo pintor, por más señas Pedro Pablo Oliva, exponía públicamente por primera vez su cuadro El gran apagón en la sala del Centro Provincial de Artes Plásticas. Hoy, Vitral sigue cromando el sol de nuestra vega y Oliva; para quien lo cubano no es resumible en un símbolo específico al superar cualquier molde y ser un sentimiento, una pertenencia, una identificación del hombre con su tierra y los suyos que lo hace sentir para y con ellos; se ha negado a vender a un coleccionista extranjero que ofrecía varios miles de dólares ese gran lienzo que quiere que permanezca en Cuba y sea apreciado por sus compatriotas. Como recuerdo y continuación de ambas iluminaciones, la del Vitral y la de los quinqués del El gran apagón que al igual que el del Guernica de Picasso alumbran más las cosas que las figuras colindantes, volvemos a conversar con Oliva sobre algunas luces de su obra:
1-. En una ocasión (Vitral # 1) dijiste que contemplando "La crucifixión" de Tintoretto, sentías que tú, aún, no habías pintado. Mantienes ese criterio? Ya "has pintado" o te sientes próximo a hacerlo? Realmente uno siente siempre que no ha pintado y no por un problema de falsa modestia, es que cuando uno contempla la obra de otros hombres sabe donde ubicarse. Quien haya contemplado "La crucifixión" de Tintoretto sabe a que me refiero; es como encontrarse con la pintura misma, es toparse con alguien que Dios tocó con la vara del talento alguna vez; uno empequeñece y no sin razones. La vida por supuesto no es tan cruel con los demás, a veces- benevolente y dulce- te deja caer pequeños destellos de luz que uno ansioso, rápido, captura, pero el mundo -confieso- es de los hombres que tienen toda la luz. Pintar es sentirse satisfecho, es como acercarse al patrón de lo que uno busca, es como llevar a término algo que uno se propuso; he sentido eso en pocas ocasiones, tendría que ponerme a contar con los dedos de una mano las veces que ese bichito de lo satisfecho ha colmado mi alegría, pero también sucede -por que la vida también es comiquísima y cruel- que a veces lo que consideramos trascendente resulta un día superfluo y lo banal resulta otro día importante. Si he pintado que lo juzgue el tiempo. Pintar no es colocar bien o mal el color, es pasar la barrera de lo inmediato, es sentir algo más que tu época, es pasar de lo cotidiano a lo universal, es lograr que la risa sea permanente, es dejar que la tragedia nos mantenga vivo más allá de nuestra época, por eso, quien tiene la palabra tiempo.
2-. Independiente de su significación en la Historia de las Artes Plásticas Qué significan para P.P.Oliva estos dos artistas: Chagall y Goya? Para mí significa algo así como nombrarme a mis abuelos, porque mis padres artísticos están quizás mucho más cerca: Antonia Eiriz y Eduardo Abela se llaman, muchos tíos y hermanos también tengo. De Antonia amé su afán por descubrir al hombre, su valentía por no perder la lengua y esa enorme dulzura que emanaba de su mirada profunda y tierna; murió lejos de aquí; para mí la pintora por excelencia; uno de los casos excepcionales de nuestra cultura que sabía poner el dedo en la llaga. De Abela amo su extraño disfraz de niño perdido o de ángel mirando el mundo sin el mal, o lo cotidiano hecho pintura misma o la textura controlada hasta el misterio. De mis tíos amo a César Vallejo, tengo en algún sitio especial a un poeta norteamericano llamado Walt Witman que me enseñó a respetar al hombre, que me enseñó que nadie tiene derecho a reprimir a ningún hombre y que una brizna de hierba podía ser el cielo o un río a la vez. Muchos tíos que me llevaron de la mano. ¡Cuánto le debo al maestro Ángel Acosta León o a mis amigos Fayad Jamis u Orlando Llanes! ¿En qué sitio pondré a Benvenutto, aquel maestro que me enseñó que una mano podía ser un semicírculo? ¿Cuánto le debo a mi primer amor; qué dejó en mí que todavía sale en alguna parte de mi mano o de mi mirada? ¿Cuánto de aventura artística dejó una muchacha pequeña que amé? ¿Qué deja haber amado otra vez y seguir amando? Todo es tan complejo, todo es tan difícil; pero así es el hombre y !Qué bueno!.
3-. Por qué por encima de los éxitos internacionales y de las recientes facilidades que el gobierno ha dado para que importantes creadores residan en el extranjero, Oliva siempre retorna, no solo a Cuba sino a Pinar del Río? ¡Dios mío, de dónde soy yo! Soy Cubano, por qué tendría yo el afán de vivir en otro sitio; pero además, nadie tiene que darme facilidades para sentirme libre, yo lo soy por naturaleza; las facilidades -como tú dices- me suena como si alguien se tomara el derecho de limitármelas y nadie, ninguna persona o gobierno, tienen derecho de frenármela. Puedo vivir en cualquier sitio el día que me lo proponga si ese país, que puede ser cualquiera me lo permitiera; pero ¿qué sentido tiene eso? Yo soy de los que creen que si tu sitio, donde vives y sueñas está feo es porque tú no has hecho nada para verlo mejor. Los lugares son resultado de quienes viven en el; si existe un lugar con gentes que son caracoles tendrán, por supuesto espíritu de babosa. Me molesta por supuesto mucho, mucho, la cantidad enorme de amigos talentosos, excelentes pintores, fotógrafos, escritores, músicos y artistas en general que se han marchado del país de una forma definitiva o temporalmente. Sé que crear exige una serie de condiciones muy especiales materialmente, solo eso, porque, espiritualmente, es este conflicto, vivirlo, sufrirlo, lo que hace rico y característico el resultado artístico. No es que yo tenga espíritu de mártir, pero cuánto extraño la presencia de estos artistas que en un momento determinado sabían decir ¡BASURA! a lo que lo era o llevar la crítica al punto mismo del insulto . Amo de manera especial a quienes son capaces de asumir todo el riesgo de su proceso creativo. Se que es difícil vivir en las provincias. Hay un extraño estado histórico de libre pensamiento de las capitales que muy raras veces aparece en las provincias, y es una pena, es casi: transmisión genética de capitales. Habría que investigar y cuestionar si es posible, qué mecanismos existen y hacer un gran análisis de contextos para llegar a conclusiones si bien no exactas al menos cercanas a alguna verdad. Qué mecanismos existen y si son los mejores para saber si la persona escogida para dirigir una institución cultural, empresa, organismo de masas o político es la persona ideal para el cargo. Quizás estemos arrastrando conceptos y criterios viejos que a lo mejor funcionaron bien en una etapa y que ya son obsoletos. Yo por ejemplo no soy del criterio de mantener vitalicio a nadie en ningún lugar salvo que haya mantenido una lucidez extraordinaria. Y aún así los bríos que traen las nuevas generaciones, sus conceptos novedosos del mundo y su espíritu cambiante los hace inevitablemente distintos y no menos cercanos a la verdad. No puedo juzgar a una generación de buena, inteligente y capaz porque piensa como yo. He visto en todos estos años como mis alumnos lanzaban sus propuestas artísticas al punto de dejarme boquiabierto. No por esto podía decirles que estaban equivocados, sabía que traían otra voz, otra idea y la vida ha demostrado que pensar, actuar, hacer las cosas de manera distinta a como uno las hace no quiere decir que se esté equivocado. Es otra manera de ver. No se de que manera podría influir en una persona la cercanía del mar o el vuelo de un avión. Reconozco que mi ciudad es fea, siempre lo he dicho, pero tiene el encanto de mis recuerdos. Tiene el encanto de "el tiempo que he invertido en ella" por eso para mí es importante. Pero quisiera aclarar algunas cosas. Cuba es demasiado pequeña para hacerla más chica aún. Amo mis recuerdos, pero no me sentiría del todo mal trabajando en otro sitio de mi país donde el mismo espíritu emane de las cosas. Eso sí: los sitios dónde uno correteó en la niñez, por donde el padre lo paseo tomado de la mano, tienen el ritmo natural de la nostalgia y yo por naturaleza lo soy. A la ciudad le falta asombro. Creo que todos lo hemos perdido un poco, esa capacidad de asombrarnos. Ojalá algún día logre eso en mi ciudad y que el tedio y el aburrimiento, que a veces cae como una plaga sobre la ciudad, cambie en ocasiones. A veces tengo deseos de construir una enorme sombrilla del tamaño de la ciudad, o esconder un pedazo de cielo y nubes en mi cartera, salir desnudo loma abajo o gritar un carajo en plena calle, tan fuerte, que obligue a los cocuyos a saludarme. A veces tengo deseos de que mi vecino diga lo que tenga que decir sin miedo ninguno o que un amigo periodista pueda publicar todo cuanto piensa sin freno. A veces tengo deseos de no hablar y que un niño no mendigue en la calle. A veces tengo la imperiosa necesidad de que alguien me explique el mundo que sólo entiendo a cuenta gotas.
4-.Como pintor ¿Te consideras un ilustrador de la vida? A la vida creo que no es necesaria ilustrarla, me considero un recogedor de estados espirituales y -que conste- no los sembré yo, eso, que es un objetivo demasiado grande, me hace inevitablemente tener al hombre en mi punto de mira. Siempre he dicho, y creo que no han variado mucho mis objetivos, que me interesa el conflicto del ser humano con su tiempo y con él mismo. En ese afán, en ese proceso de entender y entenderme, aflora el yo y el no yo, el criterio mío y el ajeno, y en muchos de mis trabajos, ese manojo de contradicciones que aflora ¿por qué no ? brutalmente. Muchas veces me desdoblo, muchas veces soy el otro, porque de que manera puede alguien recoger el estado espiritual de su medio, sino abandono a veces ideas o conceptos que supuestamente considero maduros en mí y paso a ocupar las vivencias o reflejar las vivencias de quien no vive o no sueña como yo. Sé que es un objetivo demasiado grande, no se puede ser uno y todos a la vez. Es un riesgo, yo lo asumo, me acerca más a la verdad y la verdad para mí en este caso del proceso creativo no es más que saber o tener plena conciencia de que la luz contradice la sombra y que las dos son necesarias.
5-. ¿Crees que a los artistas plásticos cubanos se les esté escapando un momento importante de su historia sin recogerlo en sus obras?. La pintura no es una fórmula; hay o existen artistas que aman la ecología y su obra la llevan a expresar ese mundo y lo que sienten, hay otros que adoran el mundo misterioso de los sueños y a ello dedican toda su vida. La historia no es más que un cúmulo de hechos que inevitablemente tendrán que tocar -si quiere ser verdad- el mundo de los sueños y la ecología. Mentiría si confundiera historia con hechos políticos. ¿Cuánta política pueda tener un sueño y cuanto de política un hecho ecológico? Creo que nada se está escapando, este o aquel lo deja entrever directa o indirectamente en su trabajo y cuando la obra no hable si no de un búcaro con flores y alguien estime que no reflejó su tiempo, bastaría con virar la obra y descubrir que se hizo sobre un saco de harina o un pedazo viejo de vestido. Todos somos presa de la historia y obra de la historia. Historia de su tiempo la hacen también quienes se fueron y hoy viven en México, España o Miami y pintan en peores o mejores condiciones. En algún sitio de tu cuerpo una llama pequeñita te dice que eres de algún sitio y no de donde has ido a parar; y sale, quieras o no, en actitud o en obra, ese fuego abrasando tu cuerpo. Y, que conste, hablo del genuino creador, no de quienes viven del teatro, no de quienes empeñan el alma y ni siquiera así se salvan.
6-. ¿Te consideras un creador con respaldo? ¿De quién? No logro entender con exactitud la expresión "creador con respaldo"; no sé si se refiere a la necesidad que pueda tener el artista de alguien que lo represente y apoye en términos financieros y comerciales o si la pregunta va referida a cuestionar qué tipo de apoyo oficialista goza el artista para expresar lo que siente y piensa. Déjame decirte que adoro el hermoso riesgo del peligro, soy del criterio que a un genuino creador nada tiene que respardarlo o cuidarle las espaldas, pintar es en esencia hablar, es una forma muy especial de la palabra. He visto en estos años como algunos venden su alma, quienes la venden a medias y otros que nunca saben el sabor de la traición. He visto también hombres que confunden sus pasos y otros que sin querer caen en brazos de la ingenuidad. Mi país es un sitio muy difícil pero no mucho más que otros y la aventura de lo que puedes hacer o no quizás sea el encanto que envuelve el proceso creativo. Cuando conoces que tu palabra puede hacer temblar una pequeña hoja de cañabrava es que sientes que sirves para algo más que para estar colgado de una pared. Si algo te respalda pierdes el encanto del riesgo, hablar desde posiciones de fuerza o apoyo es siempre mucho más cómodo pero inevitablemente pierdes credibilidad. Pintar es una actitud que casi siempre es personal, es la voz de un individuo o de un grupo reducido de individuos. No me imagino a un genuino creador o a un grupo creador proponiendo filosofías permitidas tan solo por el hecho de dar una imagen oficialista amplia o abierta, o de recibir beneficio por ello. De todo, por supuesto, hay en este mundo; los hombres pueden prestarse para todo pero la verdad sabe escaparse -misteriosa y limpia- por algún sitio. No me imagino a alguien diciéndome: te permitiremos esto o aquello porque nos conviene. Pero lo que uno si no puede evitar es ser utilizado, eso es otra cosa que no tiene nada que ver con el respaldo; puede una parte ver algo en ti y la parte contraria ver algo que la favorece, eso es ajeno al creador. Son esas interpretaciones personales que he llamado en otras ocasiones tan necesarias e imprescindibles en el proceso creativo. Es el variado encanto de esta forma especial de hablar; por lo demás, uno, año tras año va haciendo amigos, gente que lo va queriendo a uno, que saben cómo uno piensa y cómo uno actúa, esa gente no te abandona y no lo hacen porque ven más allá del horizonte. ¡DIOS, QUE EL MUNDO NO ACABA ALLÍ DONDE VUELA UN PÁJARO!
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