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mayo-junio.año 3.No 13.1996 |
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BIOÉTICA |
MEDICALIZACIÓN DE LOS PROBLEMAS SOCIALES: LA ENFERMEDAD SOCIAL Y SU REPERCUSIÓN SOBRE EL SISTEMA DE SALUD. por Luis Martínez y Manuel Espinel González. |
Los índices que habitualmente califican a los sistemas de salud en
el mundo, son de todos conocidos, son cifras que interesan a cualquier persona debido a la
repercusión que tienen sobre ella misma, su familia, su ciudad y su país.
Habitualmente todos conocemos como está la mortalidad infantil, la cantidad de cánceres anuales, la edad promedio de vida, la tasa de suicidio o la cantidad de médicos por habitantes y muchas otras que comúnmente son divulgadas por los medios informativos y que denotan cómo está la salud en determinado país. Sin embargo si vamos al concepto de salud, como ha sido definida por la OMS, con alguna deficiencia conceptual según nuestro parecer, como "pleno bienestar físico, psicológico y social", observaremos que los dos aspectos primeros, si están cuantificados en las estadísticas ofrecidas todos los años, pero el tercer aspecto, el social, no se cuantifica dentro de las cifras de salud y si bien se brindan las cifras de criminalidad, asalto, alcoholismo y muchas otras, éstas se hayan desvinculadas del concepto de salud y sobre todo no se sabe cual es su repercusión sobre el sistema de salud y cómo puede afectarlo desde el punto de vista económico. Afortunadamente, en recientes estudios médicos se comenzó a abordar el tema y surgieron nuevos términos que nos llamaron la atención por el desconocimiento de su significado y estos son: - Medicalización. - Indigencia médica. - Actitudes Culturales de la sociedad. Medicalización es un término que por sí mismo no tiene significado, ya que no es más, que una contracción idiomática originada del inglés, algo muy frecuente en este idioma y proviene de la frase: Medicalización de los problemas sociales, es la cuantificación económica que éstos problemas acarrean sobre el sistema de salud de un determinado país, y son gastos que normalmente no se hubieran efectuado si ese problema social no se hubiera producido. Esto fue erróneamente mostrado en un programa de la televisión estadounidense transmitido de costa a costa2 , donde el presentador se situó en la entrada de un cuerpo de guardia de un gran hospital en la ciudad de DENVER y se acercó a la primera ambulancia que traía un hombre acuchillado en una reyerta, al minuto llegó otra con un drogadicto fuertemente intoxicado, acto seguido otra con una joven que habían acabado de violar y entonces dijo a los televidentes: "Como han podido observar nuestro sistema de salud necesita de una reforma urgente". Pero realmente estaba equivocado, ya que ese hospital tiene reserva suficiente en cuanto a personal médico, suministros y equipos para seguir admitiendo casos como éstos a cada minuto sin mermar su calidad, el problema es lograr que estos casos no se produzcan, que no haya necesidad de ir al hospital por este tipo de acciones. Ese programa de televisión motivó que el Colegio Americano de Cirujanos hiciera un estudio por mediación de un instituto privado especializado en Política de Salud, el cual es una organización no gubernamental pero que se haya involucrada en los estudios que se realizan para la reforma del sistema de salud en ese país. Este estudio conjunto demostró, que los gastos generados por los problemas sociales constituyen 300 billones de dólares de los 600 billones que es el presupuesto de la salud asignado para un año. El tema nos llamó poderosamente la atención, ya que aunque trata un problema que hace siglos se manifiesta, ahora tiene un enfoque más objetivo y es visto desde un ángulo, que aunque es monetario, puede ser cuantificado con facilidad. Por lo que decidimos tratar de estudiar en nuestro país este tema, pero al buscar estadísticas de este tipo, vimos que estas no existen desde ese aspecto y nos limitamos a realizar un análisis comparativo de acuerdo, si el problema social se manifiesta o no, o si lo supera o está en un rango inferior y comenzar así los primeros pasos en la posible cuantificación de ellos, ya que es ahora precisamente que comienzan en nuestro país en la rama de la salud , los estudios de costos de muchas enfermedades pero no hay ninguno en cuanto a lo referente de la medicalización. Para comenzar mostraremos las cifras publicadas en el Instituto de Política de la Salud y el Colegio Americano de Cirujanos, las cuales son éstas: - Alcoholismo 50 billones de dólares - Juegos 6 billones de dólares. - Niños incapacitados 1 billón de dólares. - Hábito de fumar 50 billones de dólares. - Drogadicción 67 billones de dólares. - Sexo no seguro SIDA 15. 2 billones de dólares. - Inflamación pélvica aguda 4. 2 billones de dólares. - Violencia 10 billones de dólares. - Tuberculosis (no presentan cifras). Si analizamos esta lista de problemas sociales podemos ver que todos también se manifiestan en nuestra sociedad en mayor o menor grado. Por ejemplo el alcoholismo va en expansión, dada por la venta tanto oficial como clandestina que unida a la pérdida de valores en el seno de la familia y la sociedad, toma características de epidemia. El hábito de fumar conforma otro de nuestros grandes problemas, que a pesar del elevado precio de éstos, se mantienen cifras elevadas de consumo, lo que unido a la falta de muestreo masivo por medio del Rx de tórax, hace que los diagnósticos precoces sean escasos muchas veces, elevando los costos por éste hábito. El tercer problema grave es el aumento de la violencia, hecho que se puede constatar a diario en nuestros cuerpos de guardia, por la llegada de muchas heridas de armas blancas, riñas y disputas familiares sobre todo. Los otros problemas como el juego, los niños incapacitados y la drogación no constituyen graves cargas en estos momentos, pero que al igual que los anteriores se desconocen los gastos que generan en el sistema de salud. Mención aparte lleva el sexo no seguro, ya que aunque todos los años se publican las cifras de cantidad de enfermos, portadores y muertos por SIDA, se desconoce el impacto monetario que generan y además no se contabilizan los de otras enfermedades venéreas, las cuales de hecho se ocultan por la misma población. El término "Indigencia médica", es otro empleado y es sumamente atractivo su significado, ya que este término se aplica a las personas que prestan poca atención a sus problemas médicos, ya sea por un estado de pobreza y que le impide el acceso al sistema de salud o por dejadez personal, ya sea por miedo u otros conflictos, y aquí se produce el caso que una persona graduada universitaria con una magnífica residencia y que viaja al extranjero de vacaciones puede ser un indigente médico, ya que puede consultar tardíamente su problema médico, no se inmuniza o no realiza cuidados preventivos de salud. En nuestro país, afortunadamente, no se produce lo descrito en el primer caso, la pobreza, ya que el acceso al sistema de salud es global para toda la población v así se dan casos como el segundo ejemplo, por deficiente educación sanitaria de la población, miedo, etc. Dentro de la indigencia médica en el mundo, se hallan los inmigrantes ilegales, los cuales por ser indocumentados no tienen acceso al sistema de salud de más calidad, que es el privado por medio del seguro médico y sólo puede ser atendido en los hospitales públicos donde la calidad no es la misma. La indigencia médica genera gastos en los EE.UU. entre 25 a 50 billones de dólares. Por último, en el informe se considera lo que ellos llaman: "Actitudes Culturales de la Sociedad". Una de ellas es el salvamento de todos los niños de alto riesgo, con problemas genéticos o malformaciones, los cuales generan gastos de 30 billones de dólares. Aquí se enfrenta un problema ético de gran vigencia actual en todo el mundo, en que se decide la vida de un ser vivo por el criterio de otras personas, que muchas veces no son ni familiares de aquel. Es poner en una balanza cruel, dinero contra vida y cada día son más las organizaciones religiosas, sociales y hasta políticas de derechos humanos que se oponen a ésta práctica, ya que los medios de diagnósticos actuales en manos de la ciencia no pueden predecir con exactitud, muchas veces, cual será el verdadero desarrollo de esa vida en gestación. En estos casos influye muy determinantemente la actitud cultural de los padres y la familia. El tratamiento mantenido del final de la vida es otra actitud que produce gastos de 30 billones de dólares. En nuestro país se deben producir cuantiosos gatos, ya que al actitud de la familia y la política del sistema de salud es de respetar y no interrumpir la vida de ningún enfermo hasta tanto no se produzca su muerte como proceso natural. Se desconocen estos gastos. El fraude y el abuso médico es de 93 billones, debido a la gran cantidad de investigaciones, tratamiento innecesarios, donde el enfermo desconoce cuáles son los necesarios realmente, siendo el seguro quien paga por el paciente y recibiendo el médico que atiende el caso un porciento jugoso de acuerdo al monto final del tratamiento. Nuestro sistema de salud no padece de este mal debido a que no existe lo antes expuesto como forma de pago y además las investigaciones se indican por los grupos básicos de trabajo en coordinación con los departamentos de medios diagnósticos, como en los casos de la Tomografía Axial Computarizada y la Resonancia Magnética Nuclear. La impericia médica es el último tópico analizado y donde es posible que se presente alguna manifestación en nuestro medio, debido principalmente a la escasez de recursos tanto de investigaciones como de tratamientos, aunque en estos momentos existe una mejoría, ya que las donaciones se han incrementado por diversas organizaciones como Cáritas Internacional, Médicos Sin Fronteras y otras. Además se ha garantizado que la docencia médica tanto de pre como de postgrado mantenga la más óptima calidad lo que ha evitado que la impericia médica se convierta en un mal mayor. Este problema genera gastos en los EE.UU. de 20.7 billones de dólares a pesar de las muchas exigencias para la certificación de los médicos tanto del país como los extranjeros. Sin embargo el informe no toma en cuenta, a excepción de la tuberculosis, el resto de las enfermedades infectocontagiosas como la malaria, la leptospirosis, el parasitismo, el cólera y otras, que aunque son producidas por un microorganismo, todos conocemos que las condiciones higiénico sanitarias son fundamentales para su expansión o erradicación y que depende de los mecanismos encargados para ello, así como de la actitud cultural de la población. Ello lo demuestra el estudio realizado entre los cinco estados más ricos y los cinco estados más pobres de los Estados Unidos, los cuales tienen el mismo sistema de salud pero distintos niveles económicos y sociales, y que mostró una diferencia alarmante cuando se comparó la mortalidad infantil entre los dos grupos de estados. Cuando analizamos informes como éstos, que revelan asombrosas cifras, nos lleva a reflexionar profundamente sobre las posibles soluciones de ellos, ya que como hemos visto, no resolveremos esos problemas con crear más hospitales, ni aún con perfeccionar más nuestro sistema de salud, al cual tiene acceso toda la población del país; sino con crear hombres no solo intuidos sino educados, con un cambio en la actitud cultural de ellos hacia la sociedad y que esos hombres agrupados en las distintas organizaciones tanto gubernamentales como no gubernamentales, trabajen unidos con un fin. Todos conocemos de grupos como éstos que han realizado campañas hermosas en nuestro país y provincia como la campaña de vacunación organizada por los C.D.R. y donde se erradicaron enfermedades que antes eran endémicas y las campañas del Comité de Todo por Pinar del Río, organización no-gubernamental que sentó un precedente de lo que pueden hacer este tipo de organizaciones en este campo con un bajo gasto económico pero con enormes deseos de ayudar al prójimo. Otros ejemplos actuales son los dos proyectos comunitarios que existen en Pinar del Río; uno desarrollado por las comunidades eclesiales de base en 25 zonas del municipio de Pinar del Río4 y el otro por una corporación extranjera conjuntamente con los Ministerios de Salud Pública, Educación y otros organismos en el reparto Hermanos Cruz, aunque pensamos que este proyecto de gran envergadura, amplio presupuesto y excelentes recursos humanos, no debió realizarse en esa zona urbana, ya que como todos conocemos que ese reparto reúne las mejores condiciones urbanas, sociales y de infraestructura con buenos edificios, alcantarillado, saneamiento, etc. y donde existe poca medicalización de problemas sociales y que debió realizarse en los repartos Maica y Cuba Libre, donde precisamente surgen los principales problemas sociales que llevan a la medicalización de éstos y donde también se producen las llamadas "conductas de riesgo" término también novedoso, que expresa actitudes que son el preámbulo de los problemas sociales. Nuestras principales "conductas de riesgo" son: conducir en estado de embriaguez, portar armas blancas, adulterio y otras y donde estos proyectos comunitarios actúan como catalizadores preventivos por medio de charlas educativas, grupos de teatro, ayudas materiales, apoyo y estudio psicológico, etc. y cuando se logren disminuir los problemas sociales que hemos visto, podremos mejorar nuestro sistema de salud, no en base a la expansión sino a la calidad y por último nos viene a la mente, para terminar, la frase de nuestro José Martí cuando dijo: "Hombres recogerá quien siembre escuelas". BIBLIOGRAFÍA, 1- Miranda Gonzalo, J. Fundamentos éticos de la Bioética, Cuadernos de Bioética; 1994, No. 17-18: pág. 49-62. 2- Tom Brokan Program. Philadeiphia Television. 1995. 3- Schwartz L; América Social III and Our Realth Care System. Bull. Ame. Coll Surg. 1994, vol. 79, No. 12: 21-25. 4- Gómez T., Dallan Y, Lazo Y: Responsabilidad y Compromiso. |