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mayo-junio.año 3.No 13.1996 |
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NARRATIVA |
BIEN COMPAÑEROS... por Orlando Valdés Camacho. |
Y
los hombres seguirán rindiendo tributo al servilismo, por miedo a encontrar su otro yo en
los espejos.
1de octubre Bien Compañeros, vamos a comenzar la reunión. Disculpen la media hora de demora, motivos ajenos me impidieron estar aquí a las cuatro de la tarde. Alipio, levanta el acta, Cachi no vino hoy. Quiero aclarar que es de suma importancia la interpretación de ustedes en cuanto a la finalidad de este contacto operativo, práctico, militar; esa, esa es la palabra, militar. El país necesita de personas como las que aquí se reúnen, gente de campaña. Fíjense bien, no es una tarea cualquiera, será tomada como mérito relevante y puede servir de eslabón para propuestas a vanguardia nacional. Eso sí, no podemos detenernos ante nada. Mañana, hora de salida 6:30, todos hacia las labores agrícolas de forma permanente, cuarenta y cinco días. Un momento señores, un momento, no vamos a cuestionar ahora qué estaba haciendo la agricultura. Si quiere suplir ineficiencia con masividad, si trabajan al libretazo y esas cosas. Esto es una tarea de choque para hombres, soldados, los flojos que cojan el bote. En el centro se quedarán únicamente la secretaria, para casos urgentes, y los certificados médicos que en estos momentos no están trabajando. Permiso compañero director, yo no tengo zapatos. Parece mentira Evelio un guajiro como tú. Chico cuando hace falta probarse de verdad no se puede pensar en zapatico ni ocho cuartos. A ver, ¿quién está en el caso de Evelio? uno, dos, tres... siete compañeros, contigo ocho. Por tanto, un número par la suerte está de nuestra parte. Ustedes van a formar la brigada de los "descalzos", para que el resto de los organismos vean que a nosotros no nos frena ni un ciclón. Claro, vamos a ver si podemos reforzarlos con un buen café por la mañana, no conviene enfermarse. También tendrán sorpresas al final de la contienda. Permiso director, el problema mío es la vieja, últimamente... Vamos, vamos Robita, que no se diga, tu llevas cinco años sin decir que no, ¿te vas a desprestigiar ahora? Esto no es juego señores. Hoy por hoy el campo es divisa, contratos extranjeros, incremento de capacidades hoteleras, desarrollo, desarrollo.- El auditorio se mira incrédulo. Sí, sí dime Espinosa. Lo mío es distinto jefe, usted sabe que yo vivo lejos, a siete kilómetros, y con el transporte como está no es posible estar a la hora de salida. Es válida tu preocupación, pero en eso no hay dificultades muchachos, todo se previó. ¿Cuántos están en el caso de Espinosa? uno, dos... cinco bárbaro, las condiciones se crearon, ¿no es así Alipio? esta noche duermen en el albergue de la Empresa. Disfruten primero con los niños, la mujer, el esposo en el lugar de las compañeras, después echan para acá en el último carro. De paso queda conformada la brigada de los "lejos" así no perdemos tiempo con la organización allá en el surco. ¿Alguien más con problemas? hablen ahora. No Ramírez, no hace falta, la dirección conoce lo suyo, un infarto si se las trae. Pero también sabemos que te vas a sentir mal, incómodo si te dejamos. Compañeros, les presento al cuartelero del batallón. Risas, muecas, silencio, indefinición del concepto. Bueno, si no hay otro asunto se terminó el teque, recuerden, vamos a pensar que el campo son los americanos y el machete con ellos. Nos vamos mañana, 6:30. Así les dije hace un par de horas a la gente. Manuela por favor, siempre con la misma pasado mañana llega Inocencia de Miami y no hay quien la vaya a buscar. Oye, no nací debajo de una mata de tabaco pero de eso hace cuarenta y siete años vieja, ahora hay que escapar. Es que... como te comprometiste. Yo nunca voy a dejar de comprometerme, ¿Entonces? Manuela, Manuela parece que te casaste ayer, dame el teléfono y prepárame el baño. ¿Es la casa de Alipio, como está señora? Sí, Manuela bien salió hace un rato... gracias oye cuadro, tengo una misión especial para ti. -Del otro lado se escucha una ligera tos. Mañana tengo que estar en la Habana... Nada viejo, esta gente no es fácil, unos que el campo no puede esperar, ahora los otros un curso de gerencia la semana completa impostergable. Por mí no fuera, el campo es mejor, sin preocupaciones la norma y ya. Pero figúrate, el deber es el deber, y donde manda capitán el soldado tiene que sacrificarse. Reúne la tropa, comunícale que el próximo lunes estoy con ustedes. Oye guárdame una cama y un poco de "pincha", no se lo lleven todo. Bueno cuadro, yo siempre lo he dicho, tu eres un tipo pa' lo que sea. -Otra tocesilla. Ah se me olvidaba, el asunto de tu bicicleta ya lo vi con el compañero, en cuanto entren al depósito eso es tuyo, aunque ya sabes, hay sus demoras. La burocracia viejo, la burocracia nos está matando. Tocesilla número tres. Oye Alipio no te me vayas a enfermar ahora, "jefe de batallón". Cuelga el teléfono. Unos segundos, vuelve a marcar. Ocupado, ocupado, ocupado, timbre. Oye, oye... colega, para coger ese número hay que ser un artista. Sí, soy yo, Fonseca... Lo tuyo está en el saco, sin problemas, con los amigos no existen imposibles. Oye, el Lunes próximo necesito lo que te pedí ayer... Sí, sí, hablamos un montón de cosas, pero acuérdate de lo último del certificado... Ni adivino, ni gitano colega, experiencia de muchos años. ¿No hay dificultades? Perfecto, nos vemos el lunes. -Cuelga el teléfono. Manuela está a su lado. Manuela que lo observa admirada, con sus ojos de analfabeta universitaria. Eso del curso no te va a dejar mucho tiempo libre para Inocencia. -Él la mira compasivo con su sexto grado en la Candidatura a doctor en Ciencias Sociales. Tú no eres fácil Manuela. Es que... Deja eso vieja. ¿Ya preparaste el baño? Sí, puse el último Rexona. No te atormentes, mañana temprano llamo a Wilfredo. Se me olvidaba decirte, esta noche hay asamblea en la zona. Chica mira que la zona se reúne. Dices lo de siempre, estoy en otra reunión. Después de comida voy a descansar, ha sido un día duro, agotador. 17 de noviembre. Bien compañeros, hace cuarenta y cinco días que no nos vemos las caras, pero no se preocupen, he estado al tanto del cumplimiento de la norma, la productividad y tengo que decir con orgullo: "Le ganaron a los americanos" prácticamente arrasaron con el campo. Alipio les habrá comunicado que regresé de la Habana con la presión por los elementos. Además, el electro me dio alterado. Según el médico estuve al borde del infarto. Ustedes no saben como los envidiaba, un mes de reposo es casi una tortura. Y qué Robita, ¿como sigue la vieja? Muy mal jefe, está en terapia. Coño, cuanto lo siento, pero no te alarmes de ahí se sale. Qué dice el hombre de la pulmonía. Contra Evelio, una cosa es trabajar descalzo y otra hacer disparates, tú no tienes quince años viejo. También las compañeras hicieron una magnífica labor. El sábado en vez de trabajar hasta las tres de la tarde las voy a liberar a las doce, bajo mi responsabilidad, la gente necesita estímulos. Y hablando de estímulos, aprovecho para decirles que la dirección y yo en particular estamos maravillados de la seriedad y el celo con que el compañero Alipio desempeñó esta tarea. Por esa razón quiero notificar públicamente... ponte de pie Alipio, no seas guajiro compadre. Un aplauso al jefe de batallón más eficiente de la campaña. Les decía que por los resultados del cuadro, le hacemos entrega formal, oigan bien, de una comida con los gastos pagados para él y un acompañante. Esto se debe a que las bicicletas no van a entrar más por el momento, Alipio. Por los hijos no te inquietes, el administrador del lugar es amigo mío y me dijo que dan de todo a reventarse. Puedes llevar un jarro, una jaba, y traer para la casa. Y como las sorpresas prometidas son deudas, aquí tengo los certificados de Reconocimiento para ustedes. Este documento los acredita como Soldados de la Vanguardia. Lástima no tener uno. Permiso jefe: Compañeros, es cierto que el director no participó en el campo, sin embargo estuvo todo el tiempo preocupado por nosotros. Propongo reciba un certificado también. ¿Quién está de acuerdo? -Las manos se alzan como estiradas por un cordel oculto en el techo. De ninguna manera señores, no puedo aceptarlo. Sí ya sé, el sindicato está conforme, las masas, pero, pero... bueno, si se empeñan, en realidad no tengo palabras, de no haber sido por la dichosa presión... Gracias por tu propuesta Alipio. Yo siempre lo he dicho: tú eres un tipo pa' lo que sea. Bien compañeros a esperar otra batalla como esta. Terminamos. Cualquier similitud o nombre de personas o situaciones parecidas es pura coincidencia. Emmanuel, 1995.
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