EDITORIAL |
VITRAL
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"VITRAL" quiere ser un espacio para la transparencia y la luz multicolor de nuestra cultura y nuestra sociedad. Queremos que sea una ventana tan abierta y serena como las "marinas" de Tiburcio Lorenzo, tan cubana como los "medio punto" de Amelia, tan participada como un danzón de los Rubalcaba, tan audaces y sugerentes como "Los Balcones" de Oliva..., tan pinareña como el Valle. Y aspiramos tan alto para que, al abrir este Vitral, no se nos quede disminuido el proyecto, porque sin grandes sueños no habrá nunca obra noble y permanente, ni podrá pasar la luz -siempre incontenible- que brota de los hombres sencillos y entrañables de nuestro pueblo cuando cultivan la virtud. Mucho más modesta y limitada será la realidad de esta revista pero tendrá "el alma como raíz". "VITRAL" es palabra y cauce, resonancia y espejo, que ofrece el Centro Católico de Formación Cívica y Religiosa de Pinar del Río, a cuantos tengan sed de comunicación, reflexión y diálogo, sin distingos de colores ni empobrecedores filtros para la luz. Tan polícroma y plural quiere ser nuestra Revista como escasos son, en nuestras ventanas actuales, la diversidad de diseños y matices. Muchos son hoy los que critican nuestras puertas y ventanas -decía hace tiempo a un amigo cordial- algunos las cierran o clausuran para evitar que se deshagan. Creemos que la crítica es necesaria y saludable pero baldía y frustrante si es estéril. Por eso, queremos ir más allá de la amargura de contemplar las limitaciones de nuestra convivencia actual para -entre todos- salir de la postración por los caminos de la creatividad. Y más que criticar la pobreza asfixiante de nuestra casa, cambiémosla y empecemos a proyectar, para agrandarla y embellecerla, un amplio y sencillo vitral que conserve su cubanía y enriquezca con nuevas luces nuestra siempre mestiza identidad. Las Reflexiones de este número hablan de Diálogo y Jardín, son actitudes y entorno sin nostalgias que queremos promover en nuestra angustiada ciudad. Para ella y para Cuba, a quienes queremos de raíz, pedimos aquel parque con el significado que le da Nelson Simón en el "Poema donde sueño una ciudad distinta". Las entrevistas con el Sr. Obispo y el pintor Pedro Pablo Oliva nos acercan al arte y la religión, esencias y alimento para nuestra urgida humanidad. Para ir cultivando ese humanismo nuestro son también las demás secciones de "VITRAL" que abre hoy este espacio pinareño con el ansia de compartirlo con cuantos, sin distinción, deseen descubrir y recrear nuevas ventanas -aire y luz- para nuestro porvenir. Invitamos, pues, a todos los pinareños de buena voluntad y ansias de renovadas vertientes a que se asomen a este Vitral; a que diseñen con nosotros sus siempre mejorables contornos: a que aporten sus propios colores y tonalidades para que así el Amor pueda realizar la maravillosa síntesis de fundir la luz y el cristal para dejar pasar la tenue claridad de nuestra existencia cotidiana amanecida en libertad.
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