mayo-junio. año I. No. 1. 1994


 

GALERÍA

 

PEDRO PABLO OLIVA

por Pedro Pablo Porbén Alvarez

 

El 4 de noviembre de 1992 después de un largo batallar en las cortes federales de los E.U.A. quedó levantado el embargo dictado a pinturas cubanas.

En las Galerías SINDIN de New York se inauguró la primera retrospectiva de un gran artista residente en Cuba, de un pinareño: Pedro Pablo Oliva.

Durante 30 años el departamento del tesoro norteamericano impidió la exhibición y/o comercialización de obras de pintores plásticos cubanos residentes en la isla. Fue el 4 de noviembre de 1992 que se logró derribar la terrible censura Las Galerías SINDIN de New York se encargaron de mantener y conservar los derechos que pertenecían al arte. Produjeron entonces la exhibición de pinturas y dibujos de P.P.Oliva, que la crítica señala como "uno de los talentos más conocidos en Cuba".

GALERÍA, nuestro modesto espacio en VITRAL, abre sus puertas de manera ESPECIAL ofreciendo a nuestros lectores un retazo de la vida y la obra de este singular pinareño.

Dotado de un humanismo extremo, conjugado con una sencillez aplastante, Pedro Pablo Oliva se ha convertido en una "institución" en las Artes Plásticas dentro y fuera de Cuba.

Pero, a pesar de su fuerza expresiva, de su visión tremenda, Oliva fue durante años, reprimido en la escena del arte cubano, aún cuando su nombre florecía ya internacionalmente.

Sus pinturas evocan la esperanza de una sociedad en la que el caos es regla. Interpreta de forma "cómica" el bucólico realismo cubano, dotando su arte de poderosa reflexión.


¿Qué opina P.P.Oliva del movimiento plástico cubano y en particular del pinareño?

"Que nunca tuvo tanta fuerza como ahora y, cuando digo esto por supuesto incluyo a quienes están en el país y a quienes viven ya fuera".

¿En qué condiciones se encuentran los artistas plásticos de nuestro país con relación al exterior?

"Insisto en aclarar: considero `Pintor Cubano´ aquel que cuida sus raíces, la `fórmula para hacerlo la desconozco´, es algo así como transmisión genética, sale de manera espontánea y natural, uno lo percibe en la obra y, si no, no importa, el ser humano que produce la obra puede ser complemento de lo que falta en ella. No todo el que pinta es pintor, ni todo lo que se tiene que pintar es puro, si no se percibe el espíritu se percibe la historia; pero admiro con total emoción a quien, casi sin proponérselo, guarda y expresa un extraño origen que te denuncia. Hay malos y buenos pintores `afuera y adentro´".

Este artista, hombre rebelde y sincero, que hoy exhibe en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, en las Galerías Sindin, Christie´s y Sotheby´s de Nueva York, comenzó su obra en un marco familiar de precarias condiciones, sin los materiales imprescindibles. Tomó pues, los medios a su alcance, papel, pigmentos, betún quemado, cera... su audacia venció los esquemas formales...

¿Hemos sabido de su más reciente Catálogo para las Galerías Christie´s y Sotheby´s de N.Y., y de la subasta de sus cuadros. Qué hay de ello?

"Participo a veces en las subastas de Chirstie´s y alguna obra mía aparece en su catálogo. Recuerda que Pinar del Río es una provincia muy chica. Lo que es pequeño se engrandece y lo que es grande corre el riesgo de anularnos. Son cuestiones de índole comercial lo que da tono de grandilocuencia a mi participación en la subasta. Este terrible mal por la subsistencia nos quita a veces el poco encanto espiritual que deja la obra en su proceso".

Es bien difícil penetrar la verja que la modestia de Pedro Pablo Oliva impone a su "jardín" comercial. Recientemente, a finales de 1993, las Casas Christie´s y Sotheby´s pusieron en venta diversas obras de arte latinoamericanas. Por Cuba presentaron 26 artistas, entre ellos: Pedro Pablo oliva y Tomás Sánchez. Estas subastas ganan en popularidad cada año, siendo su característica primordial el equilibrio entre precio y calidad.

Para dar una imagen de la importancia comercial de estas subastas para los artistas, brindamos algunos datos:

México, Cuba y Colombia, concentraron el 50% de las cifras de ventas por países: México 244 obras 3, 750,000 dólares, Cuba 100 obras 2, 350,000 dólares y Colombia 25 obras

2,030,000 dólares.

Dentro de las 10 obras más valiosas aparecen: "El Gallo" de Mariano Rodríguez 299,500 dólares y "Femme Cheval" de Wilfredo Lam 288,500 dólares.

La obra subastada de Oliva se enmarca en la serie Balcones: "Imagen para un corto amor en Guatemala", y es un homenaje al poema de José Martí "La niña de Guatemala". Esta obra alcanzó los 27,600 dólares.

El imaginativo artista, hombre de marcada sensibilidad, se confiesa por "desgracias y suertes", consciente del influjo maléfico de "estados de ánimo, traumas, micromedio...", que unidos todos pueden transformar "en otra cosa ajena lo que concretamente uno se propuso".

Sin embargo, se repone de "fantasmas" y arremete con su creación contra los inmensos "molinos de vientos" de nuestra realidad.

Su serie "Los Navegantes" ofrece la tragicomedia de un doloroso absurdo: cause preocupación o pena, ellos están ahí y se lanzan a la mar en irreales embarcaciones, tan frágiles como sus sueños, y la mar recogiéndoles y a veces sepultándoles. "Las Condecoraciones", sátira punzante (seriada) contra algunas actitudes negativas del ser humano, es muestra de un inevitable compromiso con la historia y con su tiempo.

Es Oliva un soñador que atesora recuerdos de caminatas con su padre bajo las estrellas; de las maldades de sus hermanos que una vez aplastaron con sus zapatos el carro con el que jugaba; el velo triste de una muchacha que amó por primera vez, la delgadez, la pérdida para siempre; el haber descubierto que el hombre tiene amigos, amigos-enemigos, y enemigos; la visión del mar a los 11 años...

Quizás sus confesiones sean la explicación que buscamos a sus cuadros, el auto de fe de su existencia, el pasaporte a la inmortalidad de su obra, que no puede ser de otra manera: porque su obra es su vida.

¿Futuro de P.P. Oliva?

"No sé, uno nunca sabe, proyectos miles, futuro imposible de calcular, futuro es el segundo próximo y un segundo después a lo mejor no estoy ya. Si me queda tiempo pintaré, no sé hacer otra cosa; molestaré, le haré la vida imposible a la hipocresía, al engaño, a la mediocridad, a la estrechez de pensamiento, al oportunista, al autómata... y seguiré como siempre flagelándome, expulsando de mi como pueda los males de este mundo, en fin: tratar como un tonto de purificarme y cuando me canse... comenzaré a hacerlo de nuevo".

Si tiene un sueño roto, mutilado, aplastado, acérquese a este ser, a su inmenso castillo de bondad y lirismo -que, aunque sin garantías- él le ayudará.

Confesiones de Pedro Pablo Oliva:

  • Tengo clavado en mis ojos la imagen del vecino del fondo amenazándome la garganta con un cuchillo.

  • El rostro del niño que me dijo señor por primera vez.

  • El día que pude amar a mi mujer de día y de noche, la tarde en que olvidé visitarla cuando paría a mi hija.

  • El día en que intervine para evitar que dos niños ahorcaran a otro porque se empecinaba en no compartir sus ideas.

  • Quedar sin habla frente a la "Crucifixión" de Tintoreto. Sentir entonces que yo no había pintado nunca en mi vida.

  • Asustarme al pensar que los circos con sus personajes clásicos se parecen a los personajes de la vida: El Mago que saca las cosas y no se sabe de dónde; el que nos hace ver cosas que no son realmente; el Domador que logra tener a los demás bajo su control a fuerza de hábito o violencia...

  • La imagen (en México) del hambre y la muerte atados a mi memoria.

  • La llegada de mi hija cada viernes con sus cuentos y alegrías.

  • La tarde en que pude contemplar "El Moisés" de Miguel Ángel con la angustia del reloj temblándome en los ojos.

  • La mañana en que abandoné la Capilla Sixtina. El temor de no verla nunca más.

  • Creer a ciegas en el hombre al traspasar las puertas de la Basilica de San Pedro en el Vaticano.

  • Descubrir que mientras escribo estas confesiones alguien se pega un tiro en la nuca. Un niño corre alegre detrás de las mariposas. Alguien decide no dormir. Una pareja hace el amor en cualquier sitio. Alguien se acuesta sin probar bocado. Un hombre marcha a su trabajo. Alguien se aburguesa. Una muchacha lee a Vallejo. Un niño sueña con el sol...