mayo-junio. año I. No. 1. 1994


 

ENCUENTRO

 

MONSEÑOR JOSÉ SIRO

GONZÁLEZ BACALLAO

 

Sr. Obispo ¿Cuál cree usted que debe ser la misión de la Iglesia Católica en la actual situación del país?

Desde que la Iglesia recibió de su divino Fundador la misión de salir a anunciar la Buena Nueva a los hombres, siempre ha tenido esta misión una doble vertiente, la de orden pastoral y la de orden caritativo. Creo que la misión de la Iglesia católica en Cuba debe ser la de anunciar a Cristo a los hombres de nuestro pueblo y ayudarlos en sus múltiples necesidades.

¿Cree usted que la Iglesia Católica en Cuba tiene los espacios necesarios para llevar a cabo estos servicios a la sociedad y al hombre cubano de hoy?

Lamentablemente durante estos años de gobierno revolucionario la Iglesia nunca ha tenido los espacios necesarios para llevar a cabo su misión. Después de arduos intentos ha tenido que realizar su labor en marcos muy estrechos y difíciles.

En cuanto al hombre cubano de hoy -nos referimos a la persona humana- ¿Cuáles cree usted que son los principales peligros que disminuyen o pudieran lesionar su dignidad y desarrollo plenos?

Ante el panorama sombrío que configura la vida presente y a causa de la ausencia de expectativas de cambios satisfactorios en un futuro inmediato, creo que son muchos los peligros que disminuyen y lesionan la dignidad de la persona humana en Cuba de hoy, pero hay algunos que son alarmantes y que ya señalamos los Obispos en el Mensaje del 8 de septiembre pasado. Creo que la desesperanza propia del ser humano cuando carece de ánimo, y la fragilidad fruto de una educación materialista son graves peligros que van deteriorando cada día más y más al cubano.

¿Cómo evaluaría Ud. las relaciones de la Iglesia y el estado cubano en estos momentos?

Nunca fueron fáciles las relaciones entre un Estado que de pronto anuncia al pueblo su condición marxista, sin la mayoría de éste esperarlo; y una Iglesia que es la gestación de la lucha social se entusiasmó con favorables cambios, pero se vio frustrada al observar el cambio y comprender la verdadera situación.

En estos momentos se han hecho más difíciles, pero ambos, Iglesia y estado, procuramos promover y mantener un diálogo que haga posible una convivencia y entendimiento.

¿Nos pudiera dar alguna información sobre la solidaridad de la Iglesia Católica de otros países hacia el nuestro?

Con mucho gusto. Puedo comunicarles que hace ya unos años se viene concretizando la solidaridad de muchas Iglesias hermanas con la Iglesia en nuestro país. Hoy son más en número y en sensible amor fraterno y delicada preocupación las Iglesias de América Latina y de todo el orbe que se interesan y se pronuncian en favor de la Iglesia en Cuba.

¿Cómo acompaña a la Iglesia en Cuba el Santo Padre Juan Pablo II y su representante en Cuba el Sr. Nuncio Apostólico? ¿Va usted a Roma pronto?

La Iglesia Católica en Cuba, tanto en su estructura sacramental, en su relación político-humana, como en el mejor desempeño evangelizador, se ha visto siempre favorecida por el particular afecto y acompañamiento del Santo Padre Juan Pablo II. Cuando, por qué no decirlo, no nos entendían hermanas Iglesias y pueblos hermanos, siempre tuvimos el apoyo sincero y comprensivo de los distintos Pontífices que dirigieron la nave de Pedro en estos años y la predilección del Santo Padre y su representante en Cuba han sido manifiestos. Gracias a ellos los Obispos como máximos responsables, los Sacerdotes como cercanos colaboradores, y las abnegadas religiosas, los laicos más comprometidos y todo el pueblo fiel nos hemos sentido seguros y firmes.

La pregunta encierra otra que se relaciona con la Santa Sede. Quiero decir que en junio, si Dios quiere, haremos los Obispos nuestra visita a Roma, llamada canónicamente visita "ad-limina", pues es la visita de los sucesores de los apóstoles a los Santos Lugares de la capital de la Cristiandad, principalmente la tumba de Pedro y Pablo.

Díganos, por favor, ¿Cómo marcha el proyecto de ayuda de la Iglesia Católica a los barrios de Santa Damiana y Río Seco? ¿Qué significado tiene esta ayuda?

El proyecto llamado "Acueducto de Santa Damiana y Río Seco" está dando pasos muy firmes y concretos, pues ya tiene la aprobación del organismo italiano que lo financia. Pero como tú sabes esas obras requieran su tiempo. La Iglesia está muy interesada en el mismo, pues ello significa proporcionar agua a casi cinco mil personas de esos lugares y promover la siembra de cosechas de viandas y tabaco de campos aledaños, que tanto benefician a los vecinos.

¿Qué importancia usted le otorga al trabajo de la Comisión Católica para la Cultura en su Diócesis? ¿Cuál debe ser su misión hoy?

Desde que el ENEC en el 1986 indicó la necesidad de nuevos métodos en la evangelización en Cuba se proyectó la creación de esas Comisiones Católicas para la Cultura, que promovieran las relaciones fe y cultura, tantas veces presentadas maliciosamente como alternativas y divorciadas. En la Diócesis, gracias a Dios, y al esfuerzo de laicos capacitados y de fieles interesados en la misma, dicha comisión ha venido realizando un lindo e interesante trabajo de evangelización y de inculturación que prepara las actuales generaciones para el futuro y a las futuras generaciones para difíciles desafíos.

Sr. Obispo, usted es el Rector del Centro Católico de Formación Cívica y Religiosa que funciona hace más de un año en su Diócesis, ¿Por qué cree necesario este servicio? ¿Qué papel deberían desempeñar los laicos católicos en esta obra? ¿Por qué se brinda este servicio a otras personas de buena voluntad aún cuando no sean creyentes?

La pregunta es muy interesante y toca un tema muy querido para mí, el Centro Católico de Formación Cívico - Religiosa.

Esa primera parte de la pregunta tiene su respuesta en parte en la primera pregunta de la entrevista. La Iglesia está obligada esencialmente a promover al hombre materialmente, pero sobre todo espiritualmente. Siempre a través de la historia humana, la Iglesia ha desempeñado un papel de gestora en la formación integral del hombre pero su responsabilidad de Madre y Maestra la obligan a cuidar sobre todo de su formación como persona humana. Creo que la Iglesia hoy en Cuba debe tener una especial preocupación por la educación del cubano de hoy, sin excepción de personas, de ahí la obligación de los laicos católicos en promover con gran interés esa formación cívico-religiosa en nuestro pueblo. Muchas personas, aún cuando no se profesan creyentes tienen vivos deseos de recibir este servicio, porque están concientes de su importancia y necesidad, la Iglesia debe felicitarse por ello y procurar por todos los medios esa formación que fue constante preocupación y quehacer de nuestros formadores y maestros ayer, y debe seguir siéndolo con igual o más razón en el hoy que nos ha tocado vivir.

¿Desea enviar algún mensaje a cuantos lean este número de "Vitral"?

Por este medio quiero bendecir y alentar el esfuerzo que se hace con la publicación de "Vitral". Sin duda alguna será un espacio de comunicación y dialogo con la Iglesia ad intra y con la sociedad que necesita de orientaciones sabias y mensajes válidos. Gracias por darme esta oportunidad y que el Señor y su Santísima Madre bendigan este esfuerzo y este empeño.

Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o convicciones, 18 de enero 1982. Asamblea General de la ONU, Artículo 2.

  1. Le Bon, G. Psicología de las multitudes. Ed. Albastros, Buenos Aires, 1952, pg. 153.

  2. Por fuerza entendemos todas las posibles manifestaciones de la misma: Coacción, intimidación, manipulación, amenazas, etc.

  3. Mill, J.S. Ob. Cit., pg. 61.

  4. Montaigne, M. Ensayos, Ed. Jackson, Buenos Aires, 1950, pg. 50.

  5. Martí, J. Ob. Cit., Vol II, pg. 972.