mayo-junio. año I. No. 1. 1994


 

ECOS

 

NOTICIAS, INFORMACIONES, ECOS... DEL

CENTRO CATÓLICO DE FORMACIÓN CÍVICA Y RELIGIOSA

por María del Carmen Gort y Roberto Pérez

 

¿Cuándo se comenzó de un Centro de Formación Laical?

En la XV sesión del Consejo Pastoral Diocesano de Pinar del Río, celebrado en Julio de 1992, se reflexionó acerca de la necesaria e indispensable formación del laicado católico para la participación y la co-responsabilidad en la sociedad civil y en la comunidad eclesial, desde su propia vocación, libre opción, según talentos y capacidades, sin perder su propia identidad cristiana.

Teniendo en cuenta las palabras del Papa Pablo VI:

"El paso a la dimensión política expresa también una exigencia actual del hombre: una mayor participación en las responsabilidades y en las decisiones. Esta legítima aspiración se manifiesta, sobre todo, a medida que crece el nivel cultural, que se desarrolla el sentido de la libertad, y que el hombre se da cuenta de cómo en un mundo abierto a un provenir incierto, las decisiones de hoy condicionan la vida de mañana. Hay que inventar formas de democracia modernas, no solamente dando al hombre la posibilidad de informarse y de expresar su opinión, sino de comprometerse en una responsabilidad común. Así los grupos humanos se transforman poco a poco, en comunidades de participación y de vida". (O.A.47).

Así surge el 29 de Enero de 1993 el Centro de Formación Cívica y Religiosa de Pinar del Río.

¿Qué es?...

Es un centro de formación, donde laicos católicos y otras personas de buena voluntad se instruyen, educan y ejercitan en los principios cívico-religiosos y culturales que les permitan capacitarse para la participación y la responsabilidad en la sociedad y en la Iglesia, según su propia vocación humana y cristiana.

¿Cuáles son los objetivos del C.F.C.R.?

  • Contribuir a la formación del hombre como persona y miembro activo y responsable de la sociedad, según un proyecto de humanismo para Cuba.

  • Cultivar la vocación y el compromiso de los cristianos a partir de su Bautismo y Confirmación.

  • Fomentar su pertenencia y amor a una comunidad humana: cubanidad; profundamente unida a su pertenencia y amor a la comunidad cristiana: eclesialidad.

  • Proveer a los participantes de una debida educación cívica, ética, filosófica, económica y política en sentido amplio y como búsqueda del bien común.

  • Estudiar los diferentes ambientes sociales y aprender a discernir tareas y medios apropiados para promover la participación activa de los ciudadanos desde la propia identidad, de modo que puedan asumir y compartir responsabilidades según su vocación y competencia.

  • Ejercitar metodologías y dinámicas de participación social y eclesial en diferentes ambientes.

¿Cómo funciona el C.F.C.R.?

Tiene su sede en el Obispado de Pinar del Río.

El equipo animador diocesano organiza y evalúa todas las actividades del Centro. teniendo informados de su gestión a su Rector: El Sr. Obispo José Siro, y al Consejo Pastoral Diocesano.

VER-JUZGAR- ACTUAR- EVALUAR.

La ejecución de los programas de este centro se realiza en las parroquias.

El estilo que se adopta es el de formación desde la acción, con encuentros cíclicos, dinámicas de participación, buscando la complementación de la formación autodidacta dirigida, mediante la referencia bibliográfica disponible, con momentos fuertes de actividad docente.

Se escoge prioritariamente la metodología de VER-JUZGAR-ACTUAR-EVALUAR que parte del análisis de la realidad, iluminada con la Enseñanza Social de la Iglesia, las diversas disciplinas afines a la formación cívica y ético-religiosas y la propia experiencia personal y comunitaria de los participantes.

Cada grupo de Formación del Centro Cívica escogerá un coordinador que servirá de animador de su grupo y de enlace con el Equipo Diocesano, éste procurará ir formando a los animadores locales.

Al iniciarse cada ciclo los participantes deben ser informados de los objetivos, temas, ejercicios y evaluación del mismo. Al terminar se entregará una certificación de la culminación de los objetivos de dicho ciclo.

Los formadores procurarán su propia superación personal y utilizarán los métodos de participación y creación colectiva para el perfeccionamiento de sus clases y ejercicios.

Todos, formadores y participantes, deben dar ejemplo de un sano pluralismo, respetando la diversidad de ideas y opciones, sin imponer sus criterios filosóficos, políticos o éticos.

ES UN DESAFÍO PARA LA IGLESIA CUBANA EL ESTAR PRESENTE EN EL NACIMIENTO MISMO DE LOS TIEMPOS NUEVOS. (ENEC 484).

NOTICIAS:

SABÍA UD. QUE....

  • Durante este año de trabajo han concluido los cursos: Somos personas; Vivimos en sociedad; Dinámica de grupos y Lógica, en la mayoría de las parroquias de las Diócesis y en varios sin Templo. El Ciclo de Somos Personas ha servido como tema de formación en grupos de adolescentes y jóvenes.

  • En diferentes parroquias de la Diócesis se reflexionó el mensaje de los Obispos cubanos "El Amor Todo lo Espera" (8 de septiembre de 1993).

  • El primer Aniversario del C.F.C.R. se celebró con una sesión académica que tuvo lugar en la Casa de las Hijas de la Caridad en Pinar del Río, el 29 de Enero de 1994, con el tema: "Persona, Cultura y Sociedad", donde se presentaron 14 ponencias se comenzaron a publicarse en este número de "Vitral", con "Diálogo e Intolerancia".

  • Actualmente se están impartiendo, además de los ciclos mencionados, el ciclo Somos Familia, en varias parroquias y barrios de la diócesis.

  • El seminario de San Carlos y San Ambrosio ha acogido como asignaturas para los primeros años los textos del ciclo Cívica: "Vivimos en sociedad".

  • En la diócesis de Matanzas han comenzado con el ciclo "Somos personas", y en la Arquidiócesis de La Habana comenzarán este mismo ciclo en "La Inmaculada".

Trabajo de Curso:

Como trabajo de curso de uno de los participantes en el Ciclo "Vivimos en Sociedad", veamos las reflexiones hechas sobre el tema de la Educación Pluralista:

 


 

 

¿ES LA NUESTRA UNA EDUCACIÓN PLURALISTA? UNA ECUACIÓN CON DOS VARIABLES, "LO BUENO" Y "LO MALO".

Por Roberto Mendiluza Pérez.

 

Analicemos una definición de Educación Pluralista y comparémosla con la nuestra.

Se dice que "es aquella que trata de conocer los diferentes sistemas de valores, modelos de comportamiento y orientaciones ideológicas presentes en la sociedad..."

La educación cubana hoy y en toda la etapa socialista, ha sido limitada y parcializada pues los sistemas de valores, modelos de comportamiento y –sobre todo- las diferentes orientaciones ideológicas han sido encasilladas en la fórmula de "lo bueno" y "lo malo" siendo bueno lo orientado o aceptado por la política oficial y malo todo lo que se oponga o simplemente no siga la línea –recta- trazada por esta política.

Pero sigamos con la definición:

"... aporta los medios para la política constructiva y el discernimiento que debe hacer cada persona sobre aquellas alternativas..."

Aporta los medios –sí- pero para la única crítica permisible y nada constructiva que en iguales proporciones realza las virtudes de 2lo bueno" y aplasta, por sus "defectos", "lo malo".

¿Discernimiento? Sí, pero dolorosamente enseña a discernir entre lo que puedo o no puedo decir y hacer. entrena al hombre en una suerte de autocensura constante, una eterna dicotomía entre "lo bueno" y "lo malo".

Al mismo tiempo identifica –prohibido el discernimiento- Patria con Estado, Gobierno, Revolución; Legalidad con Moralidad; Cubano con Revolucionario y otros ejemplos que harían indeterminada la lista.

Y termina la definición:

"... dota al alumno de actitud y aptitudes para realizar nuevas síntesis".

Veamos:

Actitud y Aptitud denotan ambas disposiciones de ánimo o natural.

En cuanto a la primera, nuestra educación nos enseña que ésta se mide y se evalúa con parámetros muy claros. Las consabidas frases "problemas de actitud", "mala actitud", etc., no dejan lugar a dudas.

Las Aptitudes por su parte, para dejar de ser un sueño, están condicionados a la "polaridad" (positiva-negativa) de la actitud y ésta a su vez, en muchos casos, tiene preponderancia sobre aquellas.

Por tanto, es fácil deducir que desarrollar actitudes y aptitudes en nuestra escuela está también condicionado a la dinámica de "lo bueno" y "lo malo".

¿Respondemos entonces a la pregunta con que se inició el trabajo? ¿Será "bueno" o "malo" responderla?

NOTA DE LA REDACCIÓN: La definición comentada está formada del tema 3 "la escuela" del Ciclo 2 "Cívica: Vivimos en sociedad".

LA ACCIÓN EDUCADORA DE LA IGLESIA DEBE ESTAR DIRIGIDA A QUE LOS CRISTIANOS CONSIDEREN SU PARTICIPACIÓN EN LA VIDA POLÍTICA DE LA NACIÓN COMO UN DEBER DE CONCIENCIA Y COMO EL EJERCICIO DE LA CARIDAD, EN SU SENTIDO MÁS NOBLE Y EFICAZ PARA LA VIDA DE LA COMUNIDAD. (cfr. MEDELLÍN, Tema 1, 16).