OTRAS PINCELADAS DE INFLACIÓN

Miércoles de Quintana

En el caótico y policromado trajín de las calles cubanas, ha surgido una nueva figura. Un personaje cuyo hábitat natural son las líneas de espera (colas). En ellas está sustituyendo al “limitado físico motor” en obtención de beneficios y privilegios para acceder a los mostradores de ventas de alimentos y otros productos. Se trata de el “vulnerable”. ¿Qué es un “vulnerable”?

Puede ser alguien viejo oalguien con una visible limitación física. O un sordo. O alguien que dice haber sufrido varios infartos. O alguien con aspecto de atleta pero que susurra “su problema” al oído del responsable a cargo de las ventas. Y entra y compra y sale rebosante… de paquetes. Pero no hablaré de estos aquí. El vulnerable que me interesa es el que vive en las lindes de la miseria dado el monto de sus ingresos y la carestía de la vida.

Más precisamente, el vulnerable que me interesa es el que pertenece al 21 por ciento de la población con más de 60 años, a los jubilados que integran esos grupos de edades y reciben ingresos de alrededor de 1500 pesos mensuales. Sobre todo a los cientos de ellos que viven solos.

Estas personas extraen del cajero automático 1500 pesos nominales, de nombre. Lo que realmente cobran son 1070 pesos. La diferencia se la traga la inflación. Como se quedan cortos para operar el milagro del financiamiento del mes, acuden al banco para extraer dinero de una cuenta que abrieron hace 60 años y que debía proporcionarle un refuerzo digno a sus ingresos. ¿Y qué pasa?

Sucede que había ahorrado 100 mil pesos que la inflación le convirtió en 60 mil y la tasa de cambio en 500 dólares. Creyó que como su cuenta era a plazo fijo por 6 años, su dinero ganaba 7 por ciento a interés simple anual. Pero alguien le explicó que en realidad ya no ganaba intereses sino que los perdía. Le dijeron que el 7 por ciento era un interés nominal, de nombre. Que el interés real era negativo, es decir, el resultado de restarle al interés nominal (7%), la tasa de inflación (40%), lo que lo dejaba “ganando” 33por ciento de intereses negativos.

Esta persona, la del párrafo anterior, que puede ser cualquiera, incluso el autor de estas líneas, pudiera pararse ante un espejo y gritar:

Yo soy vulnerable.

Yo soy vulnerable.

Yo soy vulnerable.

 

  • José Antonio Quintana de la Cruz (Pinar del Río, 1944).
  • Economista jubilado.
  • Médico Veterinario.
  • Reside en Pinar del Río. 

 

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