El servicio de Internet en la casa, llamado Nauta Hogar, comenzó como una prueba piloto en 5 provincias de Cuba. En estas provincias solo unos pocos municipios cumplían con la infraestructura necesaria para que los ciudadanos hicieran el contrato y pudieran disfrutar de este servicio desde su hogar. Esta prueba comenzó en septiembre del año anterior hasta diciembre de ese mismo año, terminando con la promesa de proporcionar nuevas capacidades de conexión para el año 2018.
El mes de mayo casi culmina y aún no hay una respuesta convincente para el gran número de ciudadanos que demandan este servicio. Cuando preguntas sobre el tema en las oficinas de ETECSA, la respuesta que obtienes es que el servicio está paralizado y que no se ha informado ninguna autorización de La Habana. Rumores siempre hay, pero en concreto no hay nada, salvo que las promesas no tienen fecha de caducidad.
A pesar de la pobreza que muestra este servicio en términos técnicos y de desarrollo ha tenido buena acogida por parte de la población, y no podía ser diferente dado que para un pueblo desconectado cualquier propuesta por pequeña y simple que sea es bien recibida, aunque no sea suficiente.
Conversando con amigos que contrataron el servicio, supe que presenta algunas dificultades las cuales han sido reportadas y aún no se le han dado solución, como la lenta conexión en donde pierdes una hora cargando una página web o haciendo unas pocas búsquedas en Google, o en el momento de cierre de la cuenta en donde la desconectas, pero tu tiempo desaparece sin explicación. Otras limitaciones son cuando te llaman para preguntarte por qué estás entrando a sitios censurados por el gobierno o por qué entras a sitios de pornografía o la descargas, evidenciando la total vigilancia que hay sobre los datos de los usuarios. Producto de estas irregularidades algunos usuarios han cancelado el contrato del servicio.
No es poco el dinero que el monopolio de las telecomunicaciones ETECSA recoge cada mes a costa de este servicio, lo que significa que se pueden hacer inversiones favorables donde todos ganen, ya sea la empresa que ʺnunca pierdeʺ o los interesados en contratar el servicio. Pero no hay duda de que esto depende de una decisión política que define los hechos.
Justificar todos los pesares que nos aquejan con el bloqueo ya no es creíble. Si bien es real que el bloqueo impuesto por los EE.UU. a Cuba tiene que desaparecer, también es vital que el interno en la Isla lo haga.
Internet llegó para quedarse. La necesidad de interactuar en la red se hace cada día más necesaria en todos los sectores de la sociedad y en el desarrollo de la nación. Los ciudadanos queremos inclusión y soberanía en las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
Miembro del Consejo de Dirección del CEC.